lunes, 25 de diciembre de 2017

Pequeñas metas cumplidas

Por primera vez, en 10 años, que cruce esa avenida y no voltee mi cabeza para mirar hacia el lado izquierdo , que es donde vive ella. Esto era porque acababa de cruzarme con otra chica que vive cerca de mi casa, quien otra vez despertó en mí una ilusión, aunque pesándolo fríamente: una falsa ilusión;ya que en una oportunidad tuve el valor de ir detrás de ella y preguntarle su nombre, y ella me dijo que no podía hacerlo porque era un desconocido. Ella me conocía de vista, pues vivíamos en la misma cuadra, pero estaba claro que no quería que la conozca ni tampoco ella conocerme. Pero los años van pasando y hay episodios de nuestra vida que deben de quedar en nuestra mente, aunque solo como anécdotas que ya no nos deben de hacer daño, si en caso alguna   vez lo hicieron. Luego de ponerme a pensar en aquella remota posibilidad con la nueva vecina, lo que definitivamente me producía mucha tristeza, pude sonreír un poco y fue por la satisfacción de que, como contaba líneas arriba, ya no mire hacia la casa de mi otra vecina, a quien espere por una década esperanzado en que se enamore de mí y suceda lo imposible: que deje a su novio por quedarse conmigo.  A ella empecé a conversarle y me enteré sin saber que en ese entonces ya tenía una relación con un muchacho, quien hoy ya es su prometido, pero igual seguía llamándola, seguía propiciando encuentros entre ambos. En conclusión, seguí gastando mis energías en un imposible.Al empezar,decidí  dejar de pensar en ambas vecinas, que aún me gustan, y mirar hacia otros lares. El buscar el amor de nuestras vidas no es fácil, porque no siempre de quien tú te enamoras es la persona que siente lo mismo por ti. Por eso que también al olvidarme de ambas vecinas era el dejar de echarles las culpa-como muchas veces lo he hecho- de mi soledad; pues ellas no tenían ni tienen la obligación de enamorarse de mí, y es más: siendo sincero y justo con ellas, nunca me dieron esperanzas y más bien fueron claras en decirme y/o mostrarme que no tenían interés en mí.
Este año que ya está por terminar empecé diciendo:”quiero sincerarme conmigo mismo. Quiero decirme a mi mismo  parado frente a un espejo todo lo que no he hecho bien y que inconscientemente-a pesar de saberlo- lo sigo haciendo. No quiero seguir postergándo mas esto. He empezado por reconocer que el tiempo nunca es el mejor aliado de aquel hombre que vive de recuerdos, de pensamientos, de batallas perdidas que si la vuelve al luchar obtendrá los mismos resultados. No porque sea un fracasado, sino porque hay cosas que más dependen del destino y no de uno; por lo cual hay que aprender a no darle más vueltas a un mismo asunto, del cual sabemos cuál es el resultado final. Mejor es el iniciar una nueva historia y dejar que las cosas caigan por su propio peso, sin presionar a nadie. Si hablo de amores, yo debo de contar más historias que se basan en ilusiones que luego se convirtieron en obsesiones, que en hechos reales. Estas historias que se crearon en mi mente y que aún no salen de ahí, me hicieron mucho daño y aun lo siguen haciendo. Soy un romántico, un hombre que cree en el amor, un hombre que aún creen en esas historias fantásticas en la cual si estas interesado en una mujer pones todo tu empeño en conquistarla. Pero ahora también creo en los procesos que se debe de seguir para que las historias terminen bien. 
Hoy he decidido caminar por todos los caminos por donde se deba de caminar. Conocer personas por aquí y por allá, cambiar con ellas impresiones; como también olvidarlas pronto en caso ellas no muestren un interés en seguir en contacto conmigo. Esta actitud no debe de tomarse como un producto de rencor u ofensa, sino de salud y respeto por uno mismo. Me cuesta hacer todo eso, pero debo de hacerlo por mi bien. Porque si bien es bonito el ilusionarse con una persona y sentir esa adrenalina única de pensar en el día que le declararas tu amor, también es doloroso cada momento en que compruebas que no siente nada por ti;mas cuando no acepta conversar contigo o caminar a tu lado, pero si lo hace con otra persona, a quien también recién conoce y es seguro que si simpatiza con esta. Nunca dejare de creer en el amor, pero hoy le doy una verdadera dimensión a todo lo que implica esto. La vida sigue corriendo y hoy recién entiendo que no puedo quedarme congelado en el tiempo, pensando en pajaritos que yo solo pinte en el aire para mí.  Quiero ver en cada espejo que se presente en mí día a día mi rostro sonriendo, pues siempre existirán motivos para ser feliz. Creo que las  personas que deben de estar para siempre en tu vida llegaran. No solo tengo como meta el mantener ese logro que alcance hoy de cruzar aquella avenida, donde vive ella, y no voltear a mirar a su portón, como muchos años lo he hecho, sino que debo de igual manera ya no mirar hacia la otra calle donde vive mi otra vecina. Metas pequeñas, para muchos tontas e insignificantes, pero para mí el cumplirlas va a ser un paso importante para alcanzar mi tranquilidad y mejorar mi dignidad. Al fin me sentiré liberado de esas cadenas que me atan a los malos recuerdos, y que yo mismo las hice así.  No esperare más tiempo por personas que no demuestran algún interés para mí. Les deseare suerte y empezare a buscar mi felicidad sin desesperarme y caer en peores momentos en que viví. Desde hoy si miro a los costados para cruzar ambas calles será solo para fijarme si no vienen autos o buses que puedan atropellarme, mas no para ver a esas dos personas que sin querer queriendo atropellaron mi dignidad”

Lo logre y estoy contento por eso. Para mí no puede haber otra forma mejor de terminar el año que el haber cumplido una meta que mejore como persona y que contribuya a mi tranquilidad y dignidad.



pAnChItO

lunes, 18 de diciembre de 2017

SIGO VIVO

Aun no puedo creerlo. No es ni  casi una hora que yo ya estaría muerto, o en el mejor de los casos con la cabeza rota y las costillas también. Estoy sorprendido de la suerte que acabo de tener. Mi agradecimiento eterno, una vez más, a Dios y a todos los santos porque salí ileso de ese accidente que acabo de vivir. Estoy de descanso en Lima y, como siempre lo hago, decidí salir a  dar un paseo en bicicleta. Yo que me vanaglorio de ser un conductor ejemplar de la bicicleta, un hombre que sabe controlar la velocidad, que es prudente para transitar por avenidas concurridas de todo tipo de vehículos, pero con el único defecto de que nunca he dejado de llevar los audífonos de  puestos mientras pedaleo, aunque siempre me digo a mi mismo que lo hago con el volumen bajo para poder así sentir si algún vehículo viene detrás de mí,me ocurrió un evento.Por esta imprudencia de montar bicicleta con los audífonos puesto algo  tenía que suceder un día, y justo hoy sucedió.Felizmente, aunque parezca increíble, no termine siquiera con una mínima raspadura.El reporte de ese milagro es el siguiente.Iba paseando por una avenida en pendiente, pensando en tantas cosas y acompañándome con la buena música que llevo en el teléfono móvil, la cual la escucho con los audífonos. No sé cómo sucedió, manejaba de lo más tranquilo e inclusive haciendo una pirueta para avanzar en subida, cuando veo de reojo una sombra detrás de mí que venía a toda velocidad. No sé por qué cometí la estupidez de pegarme hacia donde vi ese aquel bulto, y casi colapso con ella. Felizmente, el conductor al percatarse del inminente choque freno como pudo y se abrió para no golpearme y seguramente arrastrarme por el pavimento. Fue así que su motocicleta perdió el equilibrio y yo vi cómo se cayó sobre la vereda. En ese momento no note de la magnitud de lo que me podía haber sucedido y solo escuchaba que aquel hombre  tirado en el suelo solo me insultaba recordándome a mi madre. Me dijo que me había estado tocando el claxon desde lejos, pero que yo no lo escuche porque estaba con los audífonos puestos. No podía decir nada, yo estaba en falta. Eso lo tenía claro. Veía que trataba de ponerse de pie  con dificultad y quise ayudarlo estirando mi  mano, pero no me acepto la ayuda. Él estaba furioso,escuche más insultos de su parte. En ese momento me dijo algo que recién me hizo imaginar lo que hubiera podio pasar: “te hubiera podido matar con mi moto” Entendí lo que había podido suceder. Recién era consciente de lo grave que hubiera sido las consecuencias de esta imprudencia de mi parte, a la vez que también pensaba que fui afortunado.Si no moría, hubiera terminado con todo el cuerpo roto y quien sabe con una lesión que me hubiera dejado incapacitado para toda la vida. Le agradecí, le quise estrechar la mano, pero seguía tan molesto conmigo que no me extendió la mano. Parece que quería golpearme, y yo que tengo un carácter de los mil demonios no me defendí; solo pensé en la suerte que tenía de estar vivo e  ileso para semejante accidente que se hubiera producido. Pude ver su uniforme de trabajo,era repartidor de una conocida 'Pollería' del distrito donde vivo y de seguro hoy domingo con mucha más razón llevaba consigo varios pedidos. Pude observar también que los paquetes que llevaba en la canasta se habían roto. Quise darle dinero para subsanar eso, pero me dijo que me largue.Debía de aceptarlo,si él no hubiera reaccionado a tiempo, no sé qué hubiera pasado. Soy consciente que soy culpable y debo de tomar precauciones para que esto no vuelvo a suceder.Hoy  muchos transeúntes me miraban, yo me sentí avergonzado,pues  conduje irresistiblemente. Entonces y en medio de todo fue que  eche mi bicicleta a andar y no volví a colocarme los audífonos. Durante el largo camino de regreso a casa pensé en tantas cosas, mientras aún seguía con esa sensación de que estuve a poco de ser impactado por esa moto y arrastrado de seguro muchas cuadras. A decir verdad, y sin intención de salvar responsabilidades, aquel motociclista también iba a excesiva velocidad, pero yo llevaba los audífonos en el oído, por lo cual no pude escuchar nada de lo que sucedia a mi alrededor,ademas que me hice de forma tardía a un lado, y ese era lado equivocado. Si se trata de ser sinceros, no estaba escuchando música a un alto volumen, pero tan poco era a bajo volumen. Puedo decir que me he salvado de una muerte segura, porque si caía de cabeza al pavimento, ese mal golpe hubiera sido fatal. No puedo creer y aceptar que a pesar de tener tantos años de vida, aun pueda cometer esas graves faltas de tránsito, más aun  manejando una bicicleta. Puede ser que ese conductor también tenía responsabilidad por manejar a excesiva velocidad, pero debo de agradecerle también por haber frenado a tiempo. Si no hubiera hecho eso, ahora sería otra la historia y papa y mama podrían haber muerto de la impresión al saber de la noticia que yo estaba gravemente herido o muerto. Veo que mis errores e irresponsabilidades no solo me afectarían a mí, sino a mi hogar; pues no solo papa y mama se hubieran puesto mal con la noticia,también  mi hermana de la preocupación por  y por ellos .  Los accidentes están dispuestos para ocurrir en cualquier momento. Peligros hay en todos lados, pero somos nosotros quienes no lo identificamos o en caso de hacerlo,no los controlamos. Con todo lo sucedido, soy consciente de lo importante que es vivir en armonía con todos, quienes están a nuestro alrededor, porque uno nunca sabe si regresara casa vivo. El salir a la calle es parte del vivir,no podemos quedarnos enclaustrados en casa, pues debemos de salir a trabajar, a estudiar o a realizar algún trámite, pero hay que cuidarnos. Los accidentes pueden ocurrir en cualquier lugar, inclusive en casa.No nos confiemos en la buena fortuna. Si bien los eventos suceden cuando tienen que suceder, tampoco no son muchas las veces que tenemos la buena suerte de salir librado de ellos. Hoy, mañana y todos los días voy a rezar por la suerte que tengo de estar vivo. Cuando amaneció en la mañana, sentía muchas dudas sobre mi vida. Me rondaba por la mente, como otros días, si la vida me ha dado lo que merezco o tanto como le ha tocado a otros. No estoy donde quiero estar, eso me tiene desconforme a veces. No estoy con quien quiero estar, era siempre algo inexplicable para  . Siempre por mi mente pasaba el victimizarme y decir que la vida no justa conmigo. Pero que hubiera sucedido si hoy  por mi imprudencia ya estaría muerto,se hubiera ido al diablo la libertad que ahora tengo para escribir, para escuchar música, para leer y para salir a caminar y tomar el aire fresco. Todo hubiera terminado hoy para mi,pero en el mundo, salvo mis padres,a nadie hubiera importado;todo hubiese continuado y yo muerto por tonto. Ahora que estoy aquí escribiendo con planes de por la tarde ir a una feria de libros y a otra de vinilos y por la noche comer un rico ‘arroz a la cubana’ preparado por mama, sé que Dios, el destino y la vida me han regalado una nueva oportunidad para disfrutar de todo eso. Qué más puedo pedir, que el haber salido vivo de un accidente que  fue provocado por mi irresponsabilidad.

¡Que viva la vida! Mi mejor regalo de navidad es el estar vivo.


pAnChItO

miércoles, 13 de diciembre de 2017

UNA GRAN LECCION

Era una mañana de sábado de verano, y yo sudaba demasiado a pesar de haber tomado una ducha helada. Un calor intenso y una angustia en mí, que no sabía del por qué se había instalado en mí. Nada era igual al día anterior, viernes, que fue un día tranquilo y llena de inspiración para escribir canciones. Esta vez toda era un caos en mi día; no tenía nada que hacer, o no tenía ganas de hacer algo. Nada me llamaba la atención. Papa y Mama en el primer piso de la casa, y mi hermana laborando en la oficina. Para matar la intranquilidad e incertidumbre, me provine de sobres de maní picante y una bebida gaseosa de 2 litros light (aun pensando en bajar de peso, cosa que nunca hice en los últimos 6 meses, y tampoco creo que lo hare) e hice el intento de empezar a ver una película; una que la compre hace ya 9 años, cuando aún vivía en Lima y la vida me sonreía porque era un estudiante universitario y no debía de preocuparme de los verdaderos problemas que hay que resolver en esta. Cuando conectaba el televisor y el equipo de reproductor DVD, timbro el teléfono: era un mensaje de ella. Era conciso lo que me decía: “conéctate al internet, por la red social conversaremos”. Eso hice, me conecté y nos saludamos y de arranque le conté todos mis planes, como pensaba en pasar el resto de la mañana. Aunque por dentro si deseaba hablar con ella, mi momento de relajo era impostergable, esa película de hace muchos años me hacía pensar en darle prioridad y verla. Además, que me gustaba darme un aire de importante y a la vez demostrarle que estaba aún enfadado porque nunca responde a mis mensajes de saludos. “Come todo los manís picantes que deseas y tengas, tomate toda la botella de gaseosa que debas de tomar para contrarrestar lo picante que debe de estar tu piqueo, y con la otra mano conectate y lee con tus ojos lo que tengo que decirte”- me escribió en letras mayúsculas- De seguro no tendría yo que responder muchas cosas, ella me diría todo, menos una declaración de amor. De eso yo estaba seguro.

"No te quiero molestar mucho, y si así lo quisiera, no lo podría hacer porque mi vuelo a New York sale en media hora. Estoy aquí, en San Francisco, esperando a abordar el avión y no tenía nada que hacer. O más bien, tengo muchas cosas que hacer y por eso quiero empezar por una de las pendientes: el escribirte y soltar de mis labios o de mis manos todo lo que tengo para ti. No quiero dejar nada en la valija, deseo llevar renovada a la gran Manzana. Aunque no me quedare mucho tiempo, tratare de visitar a todos los amigos que tengo por allá. Qué bueno que te decidiste por el haber visto esa película que hace mucho tiempo vienes postergando el verla. Creo pagaste una deuda con tu 'papi' y hermana. Como lo sé, esa película ellos la compraron especialmente para ti, sabían que te gustaba y era muy escasa en el mercado. Pero ellos hicieron una cuota y te la compraron. Tú se lo agradeciste, pero nunca lo viste por estar pensando, como siempre, en tantas cosas y perdiendo el tiempo en renegar y sufrir por lo que no tienes y jamás tendrás; y no porque no lo puedas alcanzar, sino porque el destino lo ha escrito así y mejor debes de guardar tus energías para otras cosas de mayor valor. ¡Acepta que hay batallas que ya están perdidas antes de empezarlas! Qué bueno hoy te vas a entretener viendo esa película, que tanto te gusta. No me demorare mucho. Todo esto empezó hoy muy temprano. Me levante preocupada porque debía de abordar el avión a primeras horas, y aun no había terminado de hacer las compras que necesitaba. Al apurarme y preparar mis cosas, antes de ducharme, se me cayeron los aretes que me obsequiaste, hace ya casi 2 años, en la ciudad del Cuzco. Uno de ellos lo encontré rápidamente, estaba al lado de mis zapatos. El otro cayo y se metió por debajo de la cama. Y caramba que me causo problemas el sacarlo. Por un momento pensé en dejarlo ahí para que el encargado del hotel al hacer limpieza los encuentre, y junto al par que le dejaría sobre la mesa de noche los lleve a recepción; aunque para ese entonces capaz yo ya esté en el avión. Pero al final lo recupere, y los tengo puestos ahora. No sé por qué te hablo de todo esto, si después de todo tu nunca me volverías a preguntar por esos aretes; y si así fuera, te diría que me quedaron fascinantes y que los uso solo para ocasiones especiales. Es verdad, no me importan como tu quisieras que sea, pero recordé como convenciste al vendedor de la joyería para que te haga una rebaja y me lo compraste porque sabias que me gustaban. Y en verdad, ese día admire tu poder de convencimiento y como disimulabas al sacar esos billetes de tu cartera para pagar, creyendo que un ladrón te miraba. No te los quise aceptar, luche para que los devuelvas. No quería deberte nada, y tampoco quería que malgaste tu dinero en obsequiarle algo a alguien, a quien volviste a ver después de tiempo, y quien sabe si volverías a ver. Pero te los acepte porque me pareció tan original todo lo que hiciste, además que son muy finos. Espero sepas que no soy una interesada, nunca lo fui. Hoy recupere el arete que cayó por debajo de la cama, me tire sobre el piso alfombrado y estire uno de los brazos y sentí el objeto perdido.  Debo confesar que eso de agacharme me puso de mal humor, y el estirar mi mano me causo dolor, pero logre el objetivo. Desde esa hora me recordé de ti, y creí conveniente el escribirte llegando a New York, pero ya vez, había programado todo ayer, por lo que esta mañana termine de hacer las compras temprano y me duche, y me embarque al aeropuerto y estoy aquí esperando en sala de abordo.  Es por eso que te escribo, de otra forma no hubiera sido así, porque en el aeropuerto de New York me hubiera encontrado con algunos ex compañeros de trabajo y no podría haberme rehusado a tomar un café con ellos y luego abordar el auto para dirigirme a un hotel para dormir unas cuantas horas hasta que me recojan para tomar el avión y empezar a trabajar. Ósea, en otras circunstancias, jamás te hubiera escrito. Pero no lo tomes a mal, es lo que hace cualquier persona que no tiene ningún compromiso con alguien, ni menos interés en ti, haria. Eso sí, he leído todos tus emails que me mandaste. No los respondí todos porque anduve ocupada, y también con la esperanza a que te canses de escribirme. Esperaba que ya no me vuelvas a escribir, al menos por mucho tiempo. En verdad, por lo que me cuentas, sí que te dedicaste a fracasar en el amor. No creo que tu destino estaba escrito así, sino que te ilusionas mucho con las personas. Y si ellas no tienen ninguna simpatía por ti, ni interés, terminas por deprimirte. Sabes no es culpa de nosotras, es tu culpa por hacerte tantas ilusiones. No quería escribirte, porque sabía que iba a decirte todo esto, pero a la vez siento que es necesario que lo sepas. No me caes mal, te conozco hace ya casi 18 años y he reconocido en ti buenas intenciones, pero yo no tengo ningún interés por ti, salvo como amigos. Aunque sé que eso nunca fue suficiente para ti. Siempre supe que estabas interesado en mí, pero nunca pensé que tantos años guardarías contigo alguna esperanza por mí. Aquella tarde de 1999, en Lima, en la Academia Preuniversitaria, cuando yo llegaba apurada del colegio y almorzaba en un rincón del salón de clases antes que lleguen todos, tu corrías al quiosco a comprarme una Coca Cola, cuando yo decía que tenía sed. Siempre te quise pagar la gaseosa, después de decirte gracias, pero nunca la aceptaste. Y al día siguiente cuando te compraba tu bebida gaseosa favorita, te alegrabas y me decías que por la noche me acompañarías a tomar el bus para volver a casa. No entendías el mensaje. No quería deberte ningún favor, porque no te lo había pedido. Hace 2 años que fui para Cuzco, acepte el programar una fecha para ir juntos, pero lo hice porque no tenía con quien ir, y era bueno acompañarnos y así poder tomarnos fotos, pero nada más. Tu insististe en ir a las mejores cafeterías y restaurantes de esa ciudad y querer pagar las cuentas. Yo te convencía de comer en algunos ‘huariques’ que conocía, de la época que volaba semanalmente ahí. Pero comiendo en cualquier lugar, donde íbamos, hacia todo lo posible para pagar parte de la cuenta. Lo que me correspondía. No sé qué maniobra hiciste, pero cuando me fui a mirar hacia otro mostrador de la joyería, ya tenías en tus manos esos aretes que al final me regalaste. Te los acepte a regañadientes porque no podía portarme tan mal contigo. Pero pensaba que yo me los podía haber comprado en otra ocasión que vaya para Cuzco. Al día siguiente, de ese último paseo que hicimos juntos, tenía que volver a Lima porque de ahí me embarcaría otra vez al trabajo, y tú en vez de seguir disfrutando del Cuzco, me mandaste miles de mensajes de texto para saber de mí, para desearme buen viaje y hasta para preguntarme que había desayunado en esa mañana. Te odié y me arrepentí de haber viajado contigo. Por eso desde esa vez nunca conteste el teléfono ni tus correos electrónicos. Un día que llegué a Los Ángeles, vi una gorra con las inscripciones de la ciudad y recordé que esa es una de tus ciudades favoritas. No me importo el precio y te la compre. Me asegure de conseguir una agencia y enviártela por correo instantemente para que esa misma noche te llegue a Lima, y así compensar el regalo de los aretes, y te des cuenta que ya no te debía nada. Pues pensaba que así ya no me seguirías escribiendo, porque yo no fui ni soy tu chica. Así que te envié la gorra con el temor que lo puedas tomar como una esperanza para conmigo. Imagino montaste en cólera conmigo al recibir ese regalo después de muchas llamadas y mensajes de texto que no te respondí. Decidí llamarte para decirte que te estaba enviando un presente, y no contestaste. Recuerdo que luego me escribiste diciéndome que no estabas en Lima por esas fechas, y que a penas llegaste a casa, le pediste a tu mama el regalo y lo enviaste a mi dirección en Lima. Y esa gorra llego también cuando yo no estaba en casa. Cuando volví, me fastidio que me lo devolvieras, y lo tire por uno de los roperos de mi hermano, y hasta hoy no lo he vuelto a ver. Hoy espere que me digas que no tenías tiempo para hablar conmigo, porque más importante es tu película, porque tú a estas alturas debes de saber que ya no tengo nada bueno que decirte, pues hace mucho tiempo te he dejado claro que no quiero nada contigo. Sin embargo, dejaste todo para comunicarte conmigo. Pero ya que aceptaste hablar conmigo, te digo todo esto. Aunque no me lo creas, todo esto no lo escribo por sentirme aliviada de ti, sino para que en futuros caso no te ilusiones con las personas, ni te obsesiones; y aceptes que a veces muchas de ellas no tienen simpatías por ti, y por estar perdiendo el tiempo esperanzado en ellas, pierdes la oportunidad de entablar conversación con alguien que podría tener   afinidad contigo. No te escribo mas, ya salgo para el aeropuerto y te cuento algo: mañana por la noche llego a Lima, pero voy con mi novio. Hasta siempre”


pAnChItO

viernes, 8 de diciembre de 2017

UN HOMBRE DE DECISION

Había decidido tantas cosas, como casi siempre lo hacía, y tenía el temor de no poder llevar a cabo todo eso. Soy temeroso a seguir siendo por toda mi vida un hombre indeciso. La tranquilidad llegara a   mi vida el día en que este seguro de poder cumplir con lo que he decidido, sea para bien o para mal. Mientras tanto siempre me atormentaran las consecuencias del no haber cumplido con lo que me he decidido o el no haberme decidido a dejar de hacer las cosas que me hacen daño o no me tienen cómodo en la vida. Soy un hombre mediano en edad: aun joven, en realidad. Pero ya debo, de una vez por todas, darle dirección a mi vida, de acuerdo a las decisiones que toma para con ella. Al día siguiente de cumplir los 35 años, decidí pasar la noche en uno de mis Night Clubs favoritos. Esa noche llegue al local y había un montón de bellas chicas, algunas en la barra y otras en las mesas de consumo. Sentí que todas estaban ahí para mí, como un regalo atrasado de cumpleaños. Pero no estaba ‘la china’, una chica con quien siempre suelo tomar un pisco sour y cervezas negras; pues desde hace muchos años no solo existe entre los dos una relación laboral, sino una amistad. Hablamos de tantas cosas, pues es una mujer con mucha experiencia de la vida, y yo entre tragos y caricias casi siempre suelo hacerles preguntas que me deja el día a día. Entre tantas mujeres, divise a lo lejos, cerca de la barra, a aquella chica, quien, desde hace un tiempo, me llama la atención por su belleza exótica. No me demore mucho en acercarme y conversarle, para terminar, bebiendo con ella. Entre varias copas de vino que le invitaba y dos botellas de cerveza negra que pedí para mí, terminamos conversando de todo. Ambos nos abrimos como un libro. Nadie oculto nada. Y ella, como todas las chicas de su oficio, me estudio muy bien y se percató que era un hombre indeciso. Que, si bien recalcaba mi madurez, acorde con mi edad, me dijo algo que me dejo pensando: “te falta decisión”. Desde ese día eso se quedó en mi mente, pues me lo decía una mujer que sabía de la vida. Pero no hice mucho para corregir ese error. Ha pasado un tiempo desde ese día, y eso me ha venido atormentando, y explicando del porque muchas cosas en la vida no me dejan conforme conmigo mismo. Pues yo siempre he sospechado que mi mayor defecto era ese: el ser un hombre indeciso. Pero era necesario que alguien me lo dijera sin el temor de herirme, como lo hizo aquella noche esa bella chica. Creo que es el momento de corregir esa actitud mía. No puedo seguir viviendo así, sintiéndome mal por hacer lo que no quiero hacer. Si deseo algo en la vida, debo de pensarlo dos veces-claro está- pero no darle tantas vueltas al asunto y decidir algo para después retractarme y terminar por no hacerlo. Tomar una decisión en la vida puede ser difícil, más no hacerlo o el dudar en hacerlo, es el peor calvario que uno puede llevar consigo.
Si estoy aquí o deseo irme, es mi decisión. El decidir qué hacer, es analizar los pro y contras de una acción a realizar. Si no estoy allá, pues así lo he decidido; y no hay lugar a lamentarme. Fue mi decisión.
Llevo casi 2 años pesando en una chica, en como conquistarla, en cómo hacer para que sea mía. Los mismos 2 años en que le hable por primera vez, y fecha en que ella fue tajante y me dijo:” no te conozco, no puedo decirte mi nombre y no puedo seguir hablando contigo” Aun tengo esperanzas con ella, a pesar que alguna vez en la oscuridad creo haberla visto caminando de la mano con un hombre que posiblemente sea su enamorado o novio. A pesar de todo eso, no me decidí a olvidarla, y sigo teniendo esperanzas en que un día me dará una oportunidad. No me decidí a buscar a otras chicas. Falta una decisión de frecuentar lugares donde conozca gente nueva, y quizás ahí las cosas caigan por su propio peso y termine conociendo a la mujer de mi vida. No, yo sigo pensando en la misma chica y mirando que el tiempo sigue corriendo sin ninguna novedad en mi vida.
Estamos a pocos días de finalizar el año, y al ser yo una persona indecisa me ha llevado a lamentarme, una vez más, por no haber podido conseguir lo que he querido. No quiero seguir así, soy joven aun y puedo cambiar todo esto que me sucede con decisiones que me permitan sentirme cómodo y peleando por los objetivos que quiero alcanzar. ‘Nunca es tarde para cambiar’ Lo sé, y espero el hacerlo ahora y no esperar a que pase más tiempo y seguir pasando un mal momento al ver el calendario por estas fechas. ¡Voy a tomar decisiones! No me queda otra alternativa si es que quiero mejorar mi vida. Sudaran mis manos y sentiré hincones en el estómago de los nervios al tener que tomar decisiones, pero todo eso será mejor que el vivir atormentado pensando que hubiera sucedido se hubiese decidido hacer lo que no he hecho. Si se presentan buenas oportunidades en el camino a seguir, habrá que aprovecharlas siendo firme en tomar decisiones para no arrepentirse por los resultados. A estas alturas de mi vida ya no sueño con ser un hombre exitoso en todo ámbito, sobre todo en lo económico. Solo sueño con ser un hombre decidido y con personalidad. Creo que, con esas dos cualidades, puedo conseguir lo elemental en la vida para vivir tranquilo. No deseo grandes cosas, solo deseo ser ‘casi casi feliz’, y poder trasmitirles ese sentimiento a los míos.

Mi mejor regalo que puedo recibir en esta Navidad por parte de Dios y la vida misma, es que me convierta desde ya en ‘Un hombre de decisión’



pAnChItO

miércoles, 22 de noviembre de 2017

LA MUJER PROHIBIDA



La mujer prohibida no es solo un nombre de telenovela o hace referencia a la mujer de un narcotraficante o un avezado delincuente, que de por si es difícil de alcanzar por obvias razones. La mujer prohibida es aquella que ya tiene una relación, sea como enamorada, novia, esposa e inclusive amante; pues ella con toda seguridad ya tiene la mente completamente invadida por ese sentimiento llamado ‘amor hacia él’; salvo excepciones, pero que son muy pocas. Si alguna vez te has fijado en una chica, y después descubres por boca de ella misma o por intermedio de conocidos que ya mantiene una relación con alguien, trata de olvidarla, pues nada bueno obtendrás en insistir por ella. Si en una ocasión aquella chica, de la cual estas interesado, pero ya sabes que tiene a alguien, te muestra una sonrisa, podría ser por cortesía o por coquetería. Pero si ella misma ya te hablo de su situación amorosa, entonces ya te puso una barrera que no deberías de cruzar; no tanto por respeto hacia ella-que también lo merece-, sino por respeto a ti, porque no podrías verte al espejo de manera consciente sabiendo que estas detrás de una mujer con compromiso y que es casi seguro que ni piensa en ti. Como en esta vida existen los casos especiales, y que abundan muchos, también una sonrisa de ella podría abrirte una puerta que solo tu podrás evaluar si eres capaz de entrar para luego salir en un amanecer en que nadie te vea. La mujer prohibida no nace, eso sí tenlo por seguro; pues las clases sociales, razas, edades y culturas nunca podrán ser impedimentos para el amor. Pero ten presente que   una mujer que mantiene una relación con alguien, será la menos indicada para ti. Allá aquellos hombres que quieren luchar en batallas perdidas, aquellos que empeñan su entusiasmo a lo que aquella chica, quien ya tiene pareja, pueda comportarse. Pues muchos de aquellos sonreirán cuando un día ella les regale una sonrisa, y se entristecen hasta llegar a la depresión cuando ella ni los mira o a las justas los saluda. Es que la mujer prohibida será un vaivén de reacciones ante ti, ya que a ella no le interesa el quedar bien contigo, pues lo más probable es que en todo momento esté pensando en su vida diaria, y el resto de tiempo en la persona que le robo el corazón y que con seguridad cada día se va ganando más a este. Si te ilusionas con la mujer prohibida, vas a perder. Si te enamoras profundamente de ella, vas a terminar con el corazón lesionado; y si no eres lo suficientemente fuerte puedes caer en un cuadro depresión, del cual solo te podrá salvar un especialista. Tú tienes el poder de tus sentimientos en la mano, nunca dejes que otros lo tengan, ni muchos menos que por este motivo te puedan arrastrar hacia la depresión y tristeza. Tú decides a quien amar, a quien no, e inclusive a quien dejar de amar. Si crees en el amor a primera vista, o más bien como yo le digo, en la atracción a primera vista, tomate un tiempo para ponerle freno a ese sentimiento e ir indagando poco a poco sobre la relación sentimental de esa persona. Si te comportas con inteligencia y prudencia, es muy probable que no llegues a gastar energía, ni años de tu vida en alguien que nunca te va a corresponder y que muchas veces sin intención, solo te va a refregar en la cara que ella es muy feliz con su pareja. No confundas una simple caminata como amigos, donde puede existir intercambios de sonrisas, bromas, paradas para tomar una taza de café, comprar muchos dulces y todo lo demás con un paseo por el camino directo al paraíso; porque con la mujer prohibida -tenlo por seguro- ahí nunca llegaras. La mujer prohibida tiene muchos amigos, salvo que sea muy coqueta y demasiado bella para que su pareja le prohíba eso, y todos esos amigos saben que con ella no tienen posibilidades. Puede que haya uno más astuto que los otros y  que solo la vea como una relación fugaz de un día o una relación clandestina, y sin ningún compromiso; ya que la mujer prohibida si está enamorada, no pondría en riesgo su relación por alguien por quien no siente nada ¡Hey!, puedes ser amigo de ella, pero nunca serás algo más, salvo que la otra persona la deje y ella se fije en ti. Si no puedes dejar de sentir lo que sientes por la mujer prohibida y mucho menos dejar de soñar con ella, es mejor que no mantengas una amistad muy cercana con ella. Es recomendable que te alejes de una manera disimulada, ya que siempre hay un buen pretexto. Y nunca no lo hagas con la intención de que logre que te extrañe, pues puede que no sea así y tu estés esperando para toda la vida que te llame para decirte que le haces falta. Es más probable y seguro que tú puedes irte hasta la China y ella no te extrañara. No es recomendable el tener una amistad con la mujer prohibida si eres débil de carácter cuando se trata de olvidar a alguien, pues observaras que tus ilusiones hacia ella no solo se mantendrán, sino que crecerán de una manera incontrolable al interactuar con ella día a día, y llegara el momento en que habrás creado tantas historias de felicidad con ella que al mírate al espejo ya peinaras canas y aun con la misma ilusión de que eso se pueda cumplir. La mujer prohibida no es mala, salvo que quiera sacar provecho de ese sentimiento que sientes hacia ella; por eso nunca la llegues a odiar ni maldecir porque ella no tiene la culpa que tus sentimientos no puedan ser correspondidos. Se inteligente y aprende a renunciar a alguien, o en todo caso alejarte. Más bien, mira a tu alrededor y te darás cuenta que hay muchas mujeres que no son prohibidas y que es casi seguro que unas de ella tienen interés en ti. De repente con alguna de ellas te toque ponerte en los zapatos de la mujer prohibida, pues puede ser que tú ya estés con otra persona, y en ese caso te corresponderá poner las cosas en claro. El amor es un sentimiento tan grande y maravilloso que no merece estar entre estos enredos de amores y desamores. “Si alguien es de otro, no es para ti”. Si quieres conquistar a alguien que ya tiene un dueño de su corazón, más que ser un hombre de lucha, eres un verdadero tonto. Y esta sabido que el tonto siempre está destinado a perder oportunidades en la vida y a sufrir decepciones. Siempre se te presentara en tu camino una mujer prohibida, y no podrás huir de ella. Pero tendrás que ser fuerte para aceptar su situación de ella. Ya que hablamos de prohibiciones, debería ser nuestra misión el ponernos como prohibición el sufrir por amores que nunca serán para nosotros, y el prohibirnos también el no seguir buscando a esos amores que el destino nos pondrá a nuestro favor.



pAnChItO

sábado, 18 de noviembre de 2017

FOTO DE RECUERDO

Y en mi PC aparecen muchas fotos que escanee en alguna oportunidad, hace mucho tiempo, y en una de ellas veo aquella foto, de hace ya 30 años, en que estoy junto a mis primos y hermana. Somos 6 personas, o niños:3 hombres y 3 mujeres. Que épocas esas en que, para lo cumpleaños, cuando se hacían fiestas en la casa, venían mis tíos con sus hijos contemporáneos a mi hermana y a mí! y todos juntos armábamos un laberinto   dedicándonos a jugar y a divertirnos. En la foto-que seguro las tomo uno de mis tíos que paraban con cámara en mano, o mejor dicho colgada en el hombro- veo a mi hermana Nataly, mis primas Paula y Jurka, y a mis primos Dante y Beto. Mis dos primas son hermanas, y mis dos primos también. Y que coincidencia, cada una ellas son de la misma edad de mis primos; y mis tíos-padres de ellos- en broma siempre decían que de grandes se casarían cada uno con su contemporáneo. Ya que eran mis primos, unos por parte de madre y otros por parte de padre. Recordar tan buenos momentos de los 6 juntos. Ellos 4 todo un torbellino, y mi hermana y yo siguiéndolos en cada travesura, con consecuencias fatales para el orden y limpieza de la casa al siguiente día. Lo pase también en compañía de ellos, que hoy pienso en cada uno de los de la foto, y sé que a todos les va bien en todo aspecto de la vida, y eso me alegra. Paula vive en Montreal, está casada y tiene 3 niñas. Y ahora buscándola en Face’ la veo contenta junto a su esposo y sus hijas en un parque de su ciudad, en una foto que acaba de postear hace 3 horas. Yurka,su hermana, igualmente vive en Montrela, pero ahora se encuentra de vacaciones en la tierra de su esposo, México, junto a sus dos niñas y su niño. Se le ve muy contentos a los 5 afuera de la Basílica de Guadalupe. Dante y Beto, quienes son hermanos, viven en Chicago, aunque Dante por trabajo-veo en el face’-se encuentra este fin de semana en New York, y sus hijos y esposa se quedaron en su ciudad esperándolo de seguro con un gran recibimiento porque él es un gran padre, y eso me consta porque vino hace un par de años a Lima y me presento a su linda familia. Beto, quien es más contemporáneo conmigo, y fue mi compinche en más de una travesura, pasea de lo más contento por todas las calles de Illinois junto a su novia, una guapa chica de ascendencia austriaca. Y mi hermana que me acaba de escribir, hace unos instantes, me cuenta que está muy bien, en Madrid, junto a sus Esposo ¡Me alegro por ellos! Siento que, más allá de haber emigrado a otro país, han logrado una vida plena en todo sentido. Gozan de un buen empleo, de salud, pero sobre todo de una familia, o por lo menos, algunos de los que no, ya están camino a eso. Y yo aquí, en mi ciudad, aun con ese pendiente. No es que viva en competencia con ellos, ni tampoco que ellos me hagan preguntas maliciosas de cuando yo les doy la noticia, es que siento cierta tristeza y un vacío por no tener a nadie a mi costado que me provoque sentir esa alegría que veo en ellos, la cual no sé hasta cuando demorare en experimentarla. Creo que por haber siempre acariciado la soledad, y por otras circunstancias, no supe aprovechar las oportunidades que se me presentaron la vida para compartir esta con alguien. Ahora aquí en esta habitación me albergan tantos buenos y malos recuerdos de lo que ha sido toda mi vida después de esa foto, de hace ya casi 30 años. Trajiné por la vida al igual que todos ellos, y de hecho que conocí a muchas personas en mis años de secundaria y estudiante universitario, y lo sigo haciendo ahora en el trabajo, pero no pude abrazar toda posibilidad que se me presento en la vida de tener una pareja; esa persona que uno reconoce en los ojos- y que yo si la pude reconocer- que estará a tu lado para toda la vida. Yo sigo pensando en tantas cosas, y sigo con una timidez que solo me regresa a la misma posición: solo en este mundo. Mientras todos ellos, los de la foto, hacen sus vidas, yo, en la ciudad donde radico por trabajo, sigo nervioso e indeciso si regalarle aquel chocolate que he comprado para la bella y noble chica que me sirve los alimentos, quien es hija del dueño del restaurante donde como a diario. No se cómo demostrarle mi interés por ella, ni tampoco sé si haciéndolo, ella me lanzara una sonrisa que me dé una esperanza. No me considero el único hombre que vive esto, ni tampoco lo considero un motivo para estar desanimado, ni menos deprimido, pero algo en mi me dice que debo de apurarme y que esta podría ser la última oportunidad para lograr lo que desde hace poco deseo: tener a una buena mujer a mi lado y planear en construir un hogar con los hijos que Dios no quiera obsequiar. No sé si esta noche pueda dormir, son tantas cosas en mi mente; pero lo que tengo claro es que ver a mis primos y a mi hermana en una etapa de la vida, la cual todos queremos y   debemos de vivir, me llena de alegría y despierta en mis esas ganas de querer vivirlo ya. Nunca pensé que hay decisiones u obsesiones que te pueden costar muy caro. En el penúltimo año de la Universidad, casi siempre yendo a la misma hora al paradero de buses para subir a uno para irme a estudiar, conocí a una bella chica, de quien me enamoré perdidamente. Esa tarde vencí todos mis miedos y le hablé. Si bien ella en primer instante se mostró reacia a contestarme, poco a poco lo hizo, pues sospecho ya me conocía de vista también, pues hemos vivido en el mismo vecindario toda la vida. Y desde ese primer instante que conversamos, ella fue sincera conmigo y me conto que tenía su enamorado. Yo tontamente pensé que podría dejarlo a él y yo así poder estar con ella. Las cosas no fueron así, y yo viví obsesionado con ella. Fue hace 6 años, cuando me tocó vivir fuera de Lima por trabajo, que conocí a una simpática y gran muchacha, quien me llamaba mucho la atención, y lo mejor de todo: ella mostraba interés en mí. Pero yo, porque casi siempre que iba a Lima, mantenía comunicación con mi vecina, y un par de veces habíamos salido a pasear como amigos, aún conservaba esperanzas de estar con ella, y por eso a la chica, quien, si tenía interés y nunca lo oculto, jamás la pude ver como la chica de mi vida, y por eso dejé morir esa posibilidad. Ahora se me pesa todo eso que hice o que dejé de hacer. Ella me quería tanto como yo ahora estoy dándome cuenta también la quería. Volví a esa ciudad y en una tarde la encontré, quise que las cosas sean como antes, pero ella me contó que ya no vivía en la ciudad, que venía de vez en cuando a visitar a sus padres y que acababa de casarse, y por eso se había marchado a la ciudad donde trabajaba su esposo. Ya no me guardaba rencor por tantos desplantes que le hice sin querer; pero en su mirada notaba que me quería decir: “no podía esperarte toda la vida, ¡lo siento! Ahora, cada vez que voy a Lima, he dejado de frecuentar a mi vecina, más que sé que viaja por todo el mundo junto a su ya novio, y de seguro en cualquier momento me enterare que se casara. Además, esta tan ocupada y enamorada que hasta se olvidó de mandarme un saludo por mi cumpleaños. Hoy, después de ver las fotos de mis familiares más contemporáneos, y tan felices felices, he decidido que debo de olvidar a mi vecina y a otras chicas que solo viven como una posibilidad en mi mente, más-siendo sincero- no lo son en la realidad. Me cuesta aceptarlo, pero me estoy dando cuenta que la vida lo que una vez te dio, ya no te lo vuelve a dar. Creo en el destino, pero no creo que pueda soplar a favor de mí una vez más. Solo sé que es difícil o imposible que aquella chica u otras por quien tengo interés, dejen a sus parejas para mírame a mí como a el hombre de sus vidas. ¡Que buenos recuerdos de niño cuando jugaba en todas las fiestas familiares con mis primos y hermanas! Esa era nuestra alegría para ese momento. Hoy en día ellos ya encontraron la verdadera alegría. En cambio, yo ya no encuentro luz, pues esta soledad cada día mas me acorrala. Solo me queda tener paciencia y saber identificar a la persona que llegara para estar a mi lado, y así dejar de pensar en un imposible amor para no dejar escapar a quien me quiere con todo el corazón. Y sin caer en la ridiculez de publicar toda mi vida en redes sociales, podre mostrarle a mis primos y hermana que también empiezo a vivir la vida; y seguro que ellos sentirán la misma alegría que siento al verlos tan contentos con sus familias.




pAnChItO

domingo, 24 de septiembre de 2017

EL AMOR SI ESTUVO AHI

No puedo negarlo, desde que regrese a vivir a esa ciudad, en dos ocasiones fui a buscarla con la tonta idea de que todo sería como antes, de que ella me seguiría esperando, pero no fue así. No sé si ella me siga queriendo, pero lo que sé es que ella quiere seguir viviendo, haciendo su vida y por eso puede que ya me haya olvidado.
La vida supo enseñarme, y de la peor manera, de que las oportunidades se presentan solo una vez. Es doloroso todo eso, pero no puedo quejarme ni renegar con Dios ni menos con el destino. Tuve mi oportunidad, ella me demostró cuanto me quería y yo, a pesar que me sentía atraído por ella, solo seguía teniendo la cabeza en aquella muchacha que vive en Lima, cerca de mi casa, mi vecina, y quien hasta el día de hoy la veo abrazada a su novio de hace más de 10 años, a quien nunca dejo ni dejara porque su amor por él es verdadero; tanto como aquella chica me tuvo a mí, y yo me di cuenta que al final también la quería. Han pasado los años y yo me he envejecido, he madurado y he comprendido que con aquella chica hubiera existido una vida juntos un futuro que hoy sería mi feliz presente. Estoy en Lima, unos días de visita, y veo a mis vecinos contemporáneos y compañeros de la escuela, con quienes me encontré de casualidad, con una vida ya lograda, con sus respectivas familias y yo aquí lamentándome por todo lo que hice y lo que dejé de hacer. He decidió no volver a insistir con ella. No quiero que me vea como un acosador, ya sé que la perdí, como seguiré perdiendo a próximas personas que conozca por pensar en personas que no son ni nunca será para mí.
No puedo seguir escribiendo más, no puedo soportar ver tanta felicidad de mis amigos, a quienes lo he felicitado de corazón, pero sé que también sería feliz como ellos.

Solo puedo decir que El amor sí estuvo ahí.



pAnChItO

jueves, 29 de junio de 2017

YO PENSABA

Yo pensaba que sería fácil el enamorarse y decírselo a ese alguien, porque creía que al mostrar uno sus sentimientos de la manera más sincera y autentica, el otro te correspondería. Yo pensaba que era fácil el hacer planes en esta vida, porque no pasaría mucho tiempo como para ver que las cosas se presenten favorables como para que todo salga como uno lo desea. Yo pensaba que era dueño del destino, hasta que me di cuenta que no es así, pues no muchas veces las cosas marchan como uno quiere; y si deseo que todo salga como yo quiero, pues debo de entender que muy a parte de ponerle ganas, dedicación y sacrificio a las cosas y encomendarnos a Dios, siempre hay sorpresas. Entonces, solo me quedaría decir que de lo  único que soy dueño es de mi felicidad, ya que esta debe de existir muy a parte de quienes somos, de que hemos ganado y de cuantas victorias y reveses hayamos vivido . Yo pensaba que pensaba bien hasta que me di cuenta que las cosas no me salen bien porque no pienso bien antes de hacerlo. También yo pensaba que podía ser más claro en estas líneas hasta que leo esto y me confundo y por momentos me pierdo, aunque al final concluyo que leyéndolo detenidamente si se entenderá la idea. Cuando era niño yo pensaba que la vida era fácil hasta que crecí y todos me hicieron creer que como ya era un adolescente, debía pensar que la vida era dura y muy difícil. En verdad, no es que crea que uno hasta adulto debe seguir tomando la vida como un juego, pero tampoco tan en serio como para vivir tantos años preocupándome por ser el mejor y ver que la vida entera no alcanza para eso. Hoy no pienso ni el en lo difícil ni fácil que es vivir. Solo sé que se puede ser ‘casi, casi feliz’ haciendo las cosas bien, lo mejor que se pueda y sin dañar a nadie. Las cosas cuestan en esta vida, eso no lo dudo, pero tampoco hay que hacerse un mundo para lograr algo, ni menos sentirnos mal cuando no lo hemos logrado; por eso sostengo que a veces no es bueno el gastar nuestras energías. Estoy de acuerdo que hay momentos en que requerimos nuestro máximo esfuerzo, pero son solo momentos y en otros hay que dejar que ciertas cosas sucedan naturalmente sin importar si henos alcanzados los objetivos, que en realidad nunca debíamos habernos planteado para nosotros. No quiero confundir a nadie de los que me leen, pero estoy seguro que la vida es para vivirla y para tratar de pasarlo lo mejor que podamos; por lo que pienso que si se puede evitar un mal momento, hay que evitarlo. Pero si no es así, hay que afrontar esos eventos, que no son de nuestro agrado, con mucha sabiduría, calma, y con la mejor sangre fría porque es la única forma en que podemos salir airosos de cualquier revés que nos prepara la vida. Si yo pensaba algo o muchas cosas, hoy ya nos las pienso. Vale la experiencia, lo vivido para que hoy piense distinto. Y este presente valdrá para que mañana también lo diga, aunque en menor medida: yo pensaba. Lo importante es siempre dejar de pensar algo que creíamos que era así, y renovar nuestra mente. Si piensas mal-dice el dicho-acertaras, pero si piensas bien o muy ligeramente, habrá más posibilidades de cometer errores y decepcionarse de muchas personas en quienes confiábamos. Y si no piensan mucho en las cosas hasta que te toque vivirlas, todo será mejor. No voy a hablar de fracasar, porque esta palabra suena muy mal y se siente peor. Yo pensaba que ‘el fracasar’ era definitivo en esta vida, ya que era como decirle a alguien que su vida se terminaba con eso y no había otra chance para hacer bien las cosas. Hoy no lo creo así, porque sé que la vida si bien te da pocas oportunidades, nunca te encontraras con la última, y uno tiene derecho a volver a hacer cosas nuevas y –gracias a la experiencia de fracasos- encontrar los resultados que uno desea.
Cuando era pequeño, yo pensaba que el romper la luna del auto del vecino, sea por casualidad o malcriadez, era el motivo para que empiece un cataclismo en casa, si es que el dueño del vehículo se quejaba y decidía que le paguen más de lo que vale la reparación. Estoy convencido que uno debe de aprender, y para eso están los padres, pero el hacer de ese momento el mas bochornoso no era lo mejor que ellos podían hacer. A veces los padres, en general, hacen sus mejores esfuerzos para corregir a sus hijos, pero muchas veces no siguen los procedimientos adecuados y terminan creando en el niño la idea que una malcriadez o un acto casual, es como si hubieran cometido un asesinato.
Yo pensaba que en el mundo uno podría vivir esperanzado a que otro salve a todos, y uno ser beneficiado por eso, hasta que te das cuenta que si las cosas no funcionan en el mundo es porque uno no está haciendo su función bien; y por eso y a pesar que nada es perfecto: un trabajo casi perfecto es producto del trabajo en conjunto de todos. Todos tenemos un rol en el mundo, eso ya está comprobado.
Yo pensaba que las líneas que he escrito aquí e inclusive estas que estoy escribiendo, serian leídas por un montón de personas, mas no me puso a pensar que quizás muy pocos la lean e incluso no lleguen a terminar de hacerlo .Yo pensaba-cuando empecé a escribir-que era un buen escritor, que mis columnas serian un éxito, pero hoy me conformo y me siento tranquilo que al escribir, yo me siento bien. Mejor, hoy ya no pienso nada, Sé que el pensar mucho en la realidad duele, y no pensarla puede ser más doloroso en el futuro; por lo que es mejor pensar solo lo necesario como para direccionar nuestra vida y sentirnos bien, que es en realidad lo que siempre debemos pensar y creer.



pAnChItO


miércoles, 31 de mayo de 2017

HASTA PRONTO, MAYO!

Se muere el mes de mayo, y yo estoy en Lima, mi ciudad, aquella que amo y siempre amare, pero que por muchos motivos no me gusta en este mes. Parece que esta vez el destino hizo bien las cosas; ya que en este mes, la mayor parte del tiempo estuve fuera por trabajo. Aunque también debo de agradecer a Dios que no estuve el mes completo fuera, porque hubo muchos momentos que no me hubiera gustado estar lejos: como fue un pequeño accidente que sufrió papa, del cual felizmente está recuperándose, y del día de las madres, que es una fecha en que siempre trato de estar junto a mama, mi verdadero motivo de vida. Esta penúltima noche del mes está lloviendo, parece que quiere proclamarse como el verdadero el inicio del invierno. Yo sabía que sería así, ningún mes de mayo en Lima es un día tropical; y si lo es, es tan corto como también duraron muchos noviazgos que tuve en este mes, y que es la explicación de mis huidas de Lima para estas fechas. Pero yo sabía que el inicio del invierno, en esta nueva década, con todas sus características definidas ya no se tumba a nadie, como lo hacía antes. Sé que hoy hay un grupo que le da la contra a estos días de frió y de lluvias, y continúa con sus actividades con normalidad. Por eso en esta noche y en medio de la lluvia, luego de cenar, decidí ponerme una chompa para abrigarme bien, ponerme las zapatillas e irme a caminar por el centro del distrito, por la plaza principal, y ver, como en el verano, a todos esos jóvenes ensayando bailes, a otros con guitarra en mano cantándole a sus enamoradas, y a parejas conversando de los más entusiasmadas en las bancas. Aunque yo sé que ya no puedo formar parte de esa generación, me da placer el verlos y saber que disfrutan de la vida y no se dejan vencer por la oscuridad de fracasos de amores pasajeros, esos que me atormentaron hace 10 años e hicieron un perfecto juego con este invierno que nunca dejara de ser pesado en esta época del año. Con un cigarro en mano, meditando, me doy una y otra vuelta alrededor de la plaza y mirando todo este espectáculo de felicidad, me recargo de energías, y aunque sé que lo pasado ya no se puede cambiar, al menos estoy seguro que no volveré a sufrir por amor, que si la vida otra vez me vuelve a jugar mal en aquel tema de amores, podre venir aquí y en medio de una gran lluvia sentarme a leer un libro u observar los autos que van y vienen como también lo hacen los amores que no están destinados para ser eternos. No vale la pena el especificar cada caso que me hizo dejar de creer que el mes de mayo es bueno en Lima, solo puedo decir que 2 relaciones empezaron en este mes, hace ya 11 años y 10 años respectivamente, y ambas fueron como si no estuviera con nadie, pues me sentía solo y para colmo veía por mi ventana un cielo como el de hoy: en la mañana muy oscuro y por la tarde nubes que anunciaban que iba a llover. Esas relaciones empezaron mal y terminaron así; creo que esa fue una buena lección y por qué no pensar que lo que sucedió conmigo, podría haber sucedido en cualquier mes del año, pero al ser en mayo, yo relaciono las amargas aventuras con este mes oscuro propio del invierno. Recordar que por pensar así, hace 2 años, justo para  en el mes de mayo, postergue una decisión que había tomado: la de declararle mi amor y pedirle  que sea mi enamorada a una chica, con quien me había reencontrado después de tiempo y  con quien habíamos empezado a tener comunicación a diario. El tomar esa decisión de no contarle lo que sentía por ella fue un gran error, pues era el mejor momento para los dos, sintonizábamos en la misma frecuencia y no había un solo día en que ella o yo no busquemos un pretexto para conversar. Era necesidad el estar juntos, era esa sensación de que por su propio peso las cosas caían y ese sentimiento no se podía enfriar, y yo muy tonto metí mis sentimientos a una congeladora esperando a que llegue junio. Estos prejuicios tontos del mes de mayo deben de salir de mi mente, porque solo lograron que después de haber desperdiciado esa oportunidad, hace 2 años, hoy este solo lamentándome por esto y enfrentando el intenso invierno sin nadie a mi lado. Lamentarme por lo que sucedió, no vale, y no debo de hacerlo. Más bien, debo de pensar en ser como todos esos jóvenes que están en la plaza principal continuando con sus vidas, tal como lo hacían en las noches de verano. Quiero verlos a ellos  una vez más para captar como se hace para poder vivir en estos meses en que la calor desparece y el invierno es crudo pero no tanto como para cambiar el rumbo de la vida, ese que debe de ser el  ir con dirección a la casi, casi felicidad. No sé si en los próximos mayos ande en lima o en otro lugar, pero lo que si se es que el clima nunca será un arma suficiente como para derrotar a alguien, ni mucho menos como para hacer huir a una persona. Mañana que se termine el mes de mayo y que, como se pasa tan rápido el tiempo, vengan más meses de mayo y que yo estando aquí  la pueda pasar genial, y ojala que la experiencia me permita tener amores mas  duraderos y sin finales tan rápidos y tristes.



pAnChItO.

domingo, 23 de abril de 2017

UNA LINDA TARDE

Hoy es un día triste, no hay motivo para que lo sea pero lo siento así. Hoy el desgano me ha vencido, debo de reconocerlo. Pero de solo ver la fecha de hoy en el calendario, renace en mi cierto animo porque recuerdo un 18 de abril, de hace 2 años, cuando inesperadamente pase uno de los mejores días de mi vida. Sé que vivir de recuerdos no es bueno, pero en esta ocasión en que veo todo negro y no sé cuándo encontrare una salida, es bueno el refugiarme en los recuerdos, y que mejor que en uno que sucedió hace exactamente 2 años, cuando yo menos lo esperaba. Esa tarde viví la casi, casi felicidad.
Era sábado 18 de abril del 2015  y yo estaba en Lima. Ese día empezó relativamente bien. Siempre mis preocupaciones buscan controlar mi mente, como hasta hoy, pero en esa oportunidad me impuse yo y me propuse el no perder el buen ánimo y dirigirme, por la tarde, a un feria de vinilos que se realizaría en un local de ventas en el distrito de Miraflores. Esa mañana cumplí todo lo pendiente en casa y ya estaba listo para ir a esa feria de ventas de vinilos, que se hacía prometedora porque muchos álbumes de grandes cantantes se venderían a un buen precio. Prepare mi camisa de calle, mi pantalón jeans domingueros y mis zapatillas nuevas. Siempre suelo ir bien presentable a este tipo de reuniones porque en todas mis incursiones a tiendas de vinilos me he encontrado con guapas melómanas, quienes muchas veces asisten solas a comprar sus discos favoritos.
Luego del almuerzo me di un rápido duchazo, me vestí, me acicale y me hice una señal de la cruz por dos motivos fundamentalmente: primero, el encontrar buenos discos y a precios baratos; y segundo, el encontrar una chica linda con quien conversar de música y otras cosas más. Salí rápidamente de casa y tome un ómnibus hacia la central de buses, que es la que lleva más rápido al lugar donde se realizaría el evento. Llegando ahí empecé mi recorrido y camine por la avenida principal del distrito. Siguiendo avanzando y habiendo entrado ya a un par de tienda de discos musicales, llegue a la calle donde quedaba la oficina de una buena y bella amiga. No podía creerlo, estaba cerca de donde trabajaba ella, aunque recordé que ya era un poco más de las 4 de la tarde, y de seguro por ser sábado ya estaría en su casa. Yo recién había vuelto a  Lima y por circunstancias de la vida supe de ella y volví a mantener el contacto telefónico. Yo la conocía a ella desde hace ya 18 años, pero habíamos perdido el contacto hasta que me entere, en esa fecha, que había sufrido un accidente, el cual felizmente fue leve, y la llame y empezamos a conversar como si nunca hubiera pasado el tiempo que dejamos de vernos. Al recordarme de ella en esa avenida, pensé en llamarla por teléfono para contarle que estaba cerca de su oficina, quizá era un perfecto pretexto para conversar con ella. Aunque me preocupaba el  no haberle comentado  nada de esa feria de vinilos e invitarla a venir conmigo , pues en realidad a ella no le gustaba mucho eso, además que no estaba seguro si ella  hubiera aceptado salir conmigo, ya que los fines de semana lo pasaba con sus hijos. Me anime y la llame por teléfono. Me contesto: “que haces ahí?”. Le explique de la feria, mintiéndole que me entere de último minuto porque hasta hoy por la mañana tampoco lo sabía. Me dijo si estaba solo o con un grupo de amigos. Le conteste que solo .Me dijo si ya estaba por irme. Le dije: "No, aun siquiera he llegada a la tienda". Ante tantas preguntas sospeche algo y quise salir de dudas. Quiere venir? –le pregunte-Claro, me contestó. Hoy mis hijos se fueron a  pasar el sábado a casa de su padre, y yo estoy sola aquí . Dame unos 20 minutos que llego para allá. Se despidió y colgó el teléfono. Yo me puse nervioso. Recuerdo que cruce la avenida y pedí en un exclusivo grifo que me presten los servicios higiénicos, pues por la caminata mi cara estaba sudando y necesitaba lavármela. Ahí hice usos del jabón en liquido del baño me lave la cara, me seque con papel secador e inmediatamente me fui al parque, donde habíamos quedado en encontrarnos, y me senté bajo un árbol para así ya no sudar más por el sol. Miraba mi reloj y esos 20 minutos ya no eran 20, eran menos. Estaba nervioso esperándola en el famoso Parque Kenedy de Miraflores. Desde la banca del parque miraba hacia la avenida, pero ella no aparecía. Casi 20 minutos luego de la hora citada, hizo su aparición una camioneta Nissan Patrol  color gris nueva y ella descendió de ahí. En ese momento pensé que me había malogrado la película, porque la idea era ir caminando hacia la tienda de discos, pues así había la oportunidad de llevarla disimuladamente de la mano e intentar y, finalmente, lograr abrazarla.
Me dio alegría el verla y me olvide de que había venido en auto. Igual, estaba a mi lado y pasaríamos juntos esa tarde. Eso era lo que importaba. Le pregunte como estaba. Como había quedado del accidente en su pierna. Ella me respondió que bien. Y en verdad, eso se le notaba. Esa tarde me llene de valor y de la manera más natural le dije: “te ves hermosa hoy”. Ella sonrió y solo atinó a decir: bueno, vamos a iniciar el recorrido. Como recién me estoy recuperando, deseo descansar mi pie, entonces,¡ ahora tú manejas! No podía creer lo que estaba escuchando, quería que yo maneje. En ese momento saque mi cartera con la esperanza  que no esté ahí mi licencia de conducir, aunque yo sabía que últimamente a todo sitio que voy la llevo esta por si hubiera alguna emergencia. La encontré y sabía que no  tenia excusa para no  manejar tremenda camioneta en un tráfico infernal de un sábado por la tarde. Tengo licencia de conducir desde hace ya casi 10 años, pero no me gusta conducir. Prefiero siempre ser un pasajero y que otra persona me lleve, ya que yo soy 'casi, casi feliz' yendo en el viaje leyendo o durmiendo. Aunque algunas veces por el trabajo he manejado, siempre lo he hecho en pequeños poblados, en donde hay poco tráfico. Ese día no me sentía seguro de hacerlo, mucho menos en una avenida con tanto tráfico, como era la avenida Larco. Pero al verla tan linda y con ganas de descansar y que yo la lleve, no me negué a asumír el reto. Ella me palmoteo el hombro y me dijo que sería mi copiloto. Subimos al auto, yo me acomode en el asiento, me puse el cinturón de seguridad y encendí el auto. Solté suave el embrague y acelere para salir hacia la avenida. Mi primer reto era el concéntrame al manejar, pues ella iba a mi costado con unos cortos shorts que resaltaban sus hermosas piernas. No era ni soy de piedra, pero estando en el volante tuve que controlarme y poner atención en la pista. Antes de ir a la tienda de discos, la convencí para tomarnos un lonche. Un café cappuccino con unas donas seria el inicio de una de las mejores tardes de mi vida. Esas tres cuadras que maneje hasta ahí me parecieron una eternidad y una prueba extrema, pues tuve que sortear muchos autos y también peatones, pero valió la pena. Saliendo de tomar lonche, yo ya agarrándola de la mano me sentí con más valor para seguir manejando e ir por todas esas rutas habidas y por haber. Me comprometí a llevarla hasta la puerta de su casa luego de hacer las compras. Recuerdo que maneje y maneje, y al final lo que ambos queríamos era bajarnos en el bello distrito de  Barranco para pasearnos .Parece que a mí ya no me importaban los vinilos, solo  me importaba el estar junto a ella. Luego de una buena caminata, decidimos sentarnos en una banca para contemplar la ciudad y poder percibir el olor del mar. Esa tarde me sentí ganador, pues conversando conmigo, contándome mucho sobre su vida, cosas que no sabía que le habían sucedido en estos casi 17 años que dejamos de vernos, y ella escuchando también mis anécdotas, inclino su cabeza y la puso  sobre mi hombro. Fui feliz en ese momento. Ella se sentía que estaba protegida por mí. Yo la engreída, y eso nos hacía felices. Ella era mi reina, y yo le compre todas las flores que venían a ofrecernos los vendedores que pasean por el parque y en parte sirven de cupido para algunos amigos que aún no son pareja. Perdía todos los temores y me esmeraba en complacerla en todo y en dejar en evidencia que estaba enamorado de ella. Terminando nuestro paseo, llego la hora de volver a casa. Me ofrecí llevarla. Ella no acepto, me dijo que era muy lejos para conducir hasta allá. Le dije que no había problema, que yo conduciría hasta donde sea con tal de llevarla.  Insistí, pero comprendí que no era recomendable que sus hijos me vean llegando con ella a su casa y sobre todo el manejando su camioneta. Nos abrazamos, le di un beso en la mejilla y cuando menos lo esperaba, ella también lo hizo. Le dije que la quería y que pase lo que pase, sería mi gran amiga por toda la vida. Me baje del auto, ella paso al timón y nos volvimos a despedir. Yo tome un taxi hacia la tienda de discos; al entrar, luego de revisar muchos vinilos, compre un par de estos así  no estaban en un verdadero precio de oferta, como lo anunciaban. Ese día ya nada me importaba, no quería discutir con nadie, todo era alegría para mí. Estaba tan contento que no tenía tiempo para preocuparme por regatear precios. Volví a casa y encontré a papa y mama tomando aire parados en la puerta. Me vieron contento, sabían que era por los vinilos que traía. Pero cuando mama entro para preparar la cena, papa me miro y me dijo que mi sonrisa y la alegría que se había apoderado de mi era por otra cosa. Él sonrió y me dijo: es por ella, verdad? La viste, ¿no? Si, le respondí. Solo ten cuidado cuidado, sabes  que no tengo nada en contra de ella-me dijo- 
Esa noche comprendí que papa pensaba en mi felicidad, y esa era el salir a comprar discos musicales los fines de semana, como lo hacía con el cuando yo era un niño, pero ahora  también mi alegría se complementaba con ella, quien aunque aún no tenía nada conmigo,  me hizo sentirme como en el cielo; como ahora que empecé triste  escribiendo este texto en una mañana fría en Lima; pero no sé  si por coincidencia empezó a calentarse por la aparición del sol, y yo comprendí que no debo sentirme del todo desanimado, pues ella debe de estar por ahí esperando que otra vez el destino nos junte en una tarde mágica que si él  lo quiere, puede ser para toda la vida.


pAnChItO.

 



lunes, 10 de abril de 2017

A VECES SI,A VECES NO

Cuando piensas estar en muchos lugares para el fin de semana, y al final no estás en ninguno. Cuando en la semana te entusiasmas con las diferentes actividades que se ponen en la agenda cultural para el sábado y el domingo, pero llegando esos días buscas un pretexto en tu mente para quedar contigo mismo satisfecho de no ir a ningún sitio y quedarte en casa, aunque por momentos pesando que hubiera sucedido ahí, si es que hubieras ido puede que te estarías divirtiendo. Es lógico que uno vaya a donde piense que pasara un buen momento, pero es ilógico que a pesar que uno lo sienta así, al momento de alistarse para ir hacia ese lugar lo invada un sentimiento de desgano y desanimo de realizar lo planeado y en ese instante no encuentre una explicación hacia esa actitud. Son ya 3 fines de semana en que ando en las mismas: durante la semana con mucho entusiasmo y ganas de asistir a diferentes actividades culturales programadas para el fin de semana, y son esos mismos tres fines de semana que me quedo en casa pensando en el por qué no tengo ganas de ir, a pesar que son de mi interés por eso, además de creer que puedo conocer gente nueva ahí.
Esta semana empezó bien, pude resolver algunas cosas que estaban pendientes, y eso me alentó a continuar con los planes para los días siguientes. A mitad de semana, recordé de un antiguo empleador, quien hace mucho tiempo me ofreció un buen empleo, pero yo lo rechace porque andaba, en ese entonces, laborando en una empresa y con un buen contrato, no mejor que ese, pero la palabra de caballero vale mucho en estos casos, y lo llame por teléfono. Al conversar con el me cito para le día siguiente, muy temprano, en su oficina; parecía que las cosas serían simples, que luego de una conversación y plantearme mis funciones y yo decirle lo que podría aportar en su empresa, me contrataría y trabajaríamos juntos. Nada fue así, llegue temprano a la cita- por la distancia del lugar, tuve que hacer malabares para llegar ahí, ya que su oficina queda en las afueras de Lima, sin exagerar a 2 horas por carretera, pero igual llegue 8:00.p.m. - y pedí entrevistarme con él, pero el encargado en recepción me dijo que debía pasar por el departamento de selección de personal para empezar con una prueba psicología, psicotécnica, y finalmente una entrevista propiamente de trabajo con el jefe del área.  A pesar que me pareció muy extraño todo eso, pensé todo sería un formulismo, que las cosas se resolverían rápidamente a la hora que me  encuentre con él, donde me indicaría del día que empezaba a trabajar y a quien debía de buscar para que me enseñe donde sería mi área de trabajo. Rendí mis exámenes, y cuando me toco entrevistarme con el jefe del área, salí –creo yo- bien de la entrevista, pues es el trabajo que siempre he realizado, por lo cual ya tengo bastante experiencia en eso. Estaba contento porque sabía que, además de la supuesta recomendación que tenia del mismo dueño de la compañía, en la entrevista pude explicar con fundamente las mejoras que podría realizar ahí. Al promediar la hora de almuerzo, puede ver por fin a mi amigo, el dueño de la compañía y hombre fuerte en las decisiones. Me dijo que todo estaba bien, que a al día siguiente me escribirían un e-mail indicándome la hora para acercarme a firmar contrato y ponernos de acuerdo para ver los beneficios laborales y otras cosas. Me llamo la atención que todo eso no se resolviera el mismo día, pero creí en él. Al día siguiente me llego un e-mail donde el representante de recursos humanos me agradecía el tiempo que había gastado en entrevistarme con ellos y el haber invertido mi tiempo en haber pasado todas las pruebas, además que me deseaban éxito en mi vida profesional y recalcaba   que cualquier nueva oportunidad   de trabajo que se presente acorde a mi perfil me lo comunicarían. Estaba claro que ya tenían a alguien que cubriría ese puesto. No sé si desde antes de que yo me comunicara con la empresa o quizá durante el proceso de selección encontraron a alguien mejor para el puesto. Sea lo que sea, ya no me debería de importar, igual no estaba contratado y me quedaba con la conciencia que realice una buena evaluación. Lo que si importaba es que no tenía empleo y que seguía en las mimas de antes.

En esa noche decidí quedarme en casa, no me sentía deprimido, pero si un poco decepcionado del destino porque las cosas no salieron como yo quería, sin embargo, tenía la idea que al día siguiente- hoy- iría a ese evento cultural, del cual estuve leyendo toda la semana y entusiasmándome con participar; además que presentía que sería una oportunidad para conocer nueva gente. Las cosas se presentaron diferentes hoy, pues a pesar que amanecía con todas las ganas de ir y aliste desde temprano mi pantalón, mi polo nuevo, mis zapatillas de calle, y me duche y me lave el cabello con un champú oloroso que lo guardo para estas ocasiones especiales; al llegar la hora de almuerzo, empecé a sentir la inseguridad de que si quería o no ir a ese lugar, mejor dicho si quería salir de casa. No sé qué me pasaba, pero después de almorzar hice la siesta y no me importo si me quedaba dormido y no me levantaba para ir a ese evento. Parecía que algo en mi me decía que no debería ir. Y fue así, al final no fui. Me ampare en que mama y papa esperaban a un cerrajero para que arregle una puerta de fierro en el segundo piso de la casa, y debía de esperar al trabajador para hacerlo subir al lugar del trabajo, aunque en realidad, el trabajador era de confianza y no era necesario que nadie le indique nada y mucho menos que lo vigile. Pero era la justificación que me la repetía frente al espejo una y muchas veces. Parece que en la balanza peso más la decepción de aquella fallida reunión para conseguir empleo que el entusiasmo por salir, divertirme y conocer nueva gente. Pensando tanto y estando entre un conflicto conmigo mismo por sí estuvo bien o mal en no ir, concluí que esa era la explicación para todo esto que me estaba sucediendo. Y si me pregunto de las semanas que pasaron y también me gano el desgano por ir, hubo algo de eso. Después de haber pasado un mal rato en casa e innecesariamente, me doy cuenta que todo lo que uno no puede conseguir en esta vida, no debe hacer que nos sintamos tan mal como para dejar de hacer lo que nos hace sentirnos bien. Si bien la preocupación se apodera de nosotros y muchas veces implica del pensar en nuestro futuro, hay cosas que debemos de aprender a llevarlas independientemente. Si tenemos una actividad pendiente que nos hace sentirnos bien, ¡por que dejarla del lado por el hecho que otra cosa nos haya salido mal o no la hayamos podido alcanzar! Es mentira que si tienes una preocupación-salvo que sea una de vida o muerte- no puedas pasar un buen momento haciendo algo que te gusta, y en donde pasaras un momento relajante alejándote de todo lo que te preocupa. A estas horas de la noche, cuando ya todo ha pasado, me siento mal, y con justa razón, pues  no conseguí el empleo y de seguro al iniciar una nueva semana tendré que seguir buscándolo; sino que me perdí ese buen momento que hubiera pasado hoy al haber  asistido a ese evento cultural. Nada en cuanto a lo del empleo se solucionó hoy al quedarme en casa. Muy por lo contrario, empezare una semana con el mismo estrés de siempre. Ahora tengo el reto que pase lo que pase en esta semana, mis planes no serán cambiados por ningún tipo de depresión que aparezca, viva  y se despierte en mí.





pAnChItO.

jueves, 30 de marzo de 2017

PIÉNSALO!

Estas haciendo bien las cosas, pero retrocedes. Parece que tu inconsciente te lleva a vivir de falsas esperanzas que te hacen pensar y actuar de forma destructiva; y cuando eres otra vez consiente de lo que sucede, ya has perdido tiempo de tu vida en pensar en eso, en ella y en toda esa situación que creaste en tu mente. Vives pensando en un supuesto que nunca se realizara y que te está quitando tiempo de vida y parte de tu tranquilidad. De que te sirvió haber hecho tantas cosas placenteras para ti en el día, si al final con una actitud tonta manchaste todo. Ahora no puedes ni dormir porque estás pensando en ella, en el por qué no será para ti, en el por qué no la puedes abrazar.  Tú tienes todas las repuestas a todas esas interrogantes que rondas en tu mente, pero te sigues haciendo daño viviendo en la duda de que si las cosas serán como tú quieres. No sé hasta cuando podrás aguantar todo esto que te llena la mente y en cualquier momento te explotara en la cara? Este tipo de amor-dicho sea de paso, tú solo lo sientes- te rompe el corazón al toparte frente a frente con un ‘No’; te aplasta como persona, ya que pierdes tu dignidad porque haces tantas cosas estúpidas por conseguir lo que nunca conseguirás; y te oprime en querer cumplir otros deseos, porque no te permite en pensar en mirar hacia otro lugar. Dímelo tú, pues sabes muy bien la respuesta. El amor es un sentimiento hermoso, es un impulso que te da una sensación de que todo puede salir bien si te empeñas en conquistar a la persona que amas. Pero existen señales que deben de hacerte pensar que de repente no vas por buen camino; que es casi seguro que aquella persona, en quien andas interesado, no muestra el mismo interés por ti; e incluso, en una casualidad de la vida, abriste una puerta y encontraste a esa chica con su enamorado besándose, y luego los viste yéndose caminando de la mano. Después de saber todo eso, hay algo que te haga pensar que ella lo dejaría a él por ti? Hay un motivo para creer que tus intentos por conquistarla darán resultados, y por supuesto no son en vano? Por último, crees que el amor puede ser de tres personas? Son muchas cosas para pensar, pero es una sola decisión: renunciar a conquistarla y dejar de pensar en ella. Quizá, el empezar a olvidarla va a ser un complicado trabajo, pero más lo será si lo haces más adelante cuando hayas gastado energías pensando en ella, soñando que están juntos, y lo peor de todo: haber perdido la oportunidad de conocer a otras personas que pasaron a tu alrededor, pero tu ni las viste por pensar en lo mismo, en ella. No creo en la felicidad, por el simple hecho que veo que la vida consiste en constantemente superar obstáculos; y si alguien sería feliz, es porque ya no encuentra obstáculos, y la vida ya no sería vida sin ningún problema ni ese reto de poner a prueba todos tus sentidos para cada día salir airoso. También creo que todos podemos acercarnos lo más próximo la felicidad, y para eso debemos de evitar al máximo el sufrir, y muchas veces, como es este caso, hacerlo por gusto; ya que si sabemos que para esa persona existe alguien, y por eso ni se fija en ti, para que seguir detrás de ella. Es la hora de que empieces una batalla contra ese sentimiento destructivo del querer a quien no te quiere, y de gastar tu vida en pensar que estará haciendo, a donde ira, y si en esos avatares de su vida te dará alguna oportunidad. No te aconsejaría que de la noche a la mañana la olvides, pues eso es imposible, pero si te diría que tengo la seguridad  de que si lo intentas, poco a poco vas a pensar menos en ella, y llegara un momento que así la veas, no te detendrás más de 2 minutos en recordarla, y luego seguirás realizando tus actividades con normalidad. Empieza a olvidarla hoy, que aun tienes fuerzas, que aun tu corazón puede latir por otra persona. Solo detente a pensar cuanto tiempo ha pasado desde la primera vez que pensaste en ella, desde aquella vez que te propusiste ser su amigo y algo más. Veras cuantos días y meses, y hasta más de una año ha pasado, y las cosas siguen igual en el mundo, pero en tu mente ya no, pues todo ha cambiado para mal: te sientes decepcionado, triste y hay días que no tienes ganas de divertirte. ¡Que tontería, no! Ella no es nada de ti, ni nunca lo fue, pero te sientes devastado por verla con otro, por ver una sonrisa en su rostro que no ha sido inspirada por ti. Ya no la sigas en la calle, ya no andes detrás de cada actividad que ella realiza; haz tu propia vida y vívela con lo que tienes y con quienes están a tú alrededor. Más bien, trata de que de la manera más natural y espontánea aparezca esa persona que si demuestre tanto interés por ti, así como el que tú tienes por ella. Recuerda que esa persona que soltara una carcajada por algo gracioso que tú le digas, y que cuando menos lo esperes, te acaricie las manos y te abrace sintiéndose bien por eso, y haciéndote sentir a ti lo mismo, es la mujer-no sé si de tu vida- que estabas buscando. Ves que el objetivo a alcanzar no es tan complicado cuando el amor es mutuo, y cuando las palabras salen del corazón. Temprano, te veía yendo detrás de ella, despreocupado de cruzar la pista y no ser arrollado por el único hecho de darle el alcance y con todo esto provocar en ella un mayor rechazo, ya que se cansó de decirte tantas veces ‘No’. Vale la pena  perder tanto tu dignidad, dejar de hacer tu vida por otra persona, que no siente nada por ti? Piénsalo bien, la vida es tan corta como para malgastar nuestro tiempo en quienes no están dispuestos-y con justa libertad- a gastar ni unos minutos con nosotros.



pAnChItO.

domingo, 26 de febrero de 2017

¡QUE MAS DA!

Hay noches que son más oscuras que otras. Hay momentos en que el cielo está completamente negro, y no se ve ni una sola estrella. Hay días en que todo está claro, pero tú no tienes claras las cosas. Esta noche de viernes, en Lima, mi ciudad, pienso tantas cosas; algunas de importancia, y otras nada importantes. Tengo el deseo de quedarme aquí con mis padres y así también estar cerca a la casa de aquella chica que muchas veces me dijo que no; pero de la cual, aún guardo la esperanza que de tanto insistir me diga que sí. Pero siendo realista y en aras de respetar mi contrato de trabajo, deberé de abordar ese avión el día martes y volverme a ir, siempre con el consuelo de poder venir el próximo mes, aunque sea unos días, y sé que eso diluye cualquier ilusión de que las cosas sean como antes.
Esta noche es oscura para mí. En realidad no sé del porqué de esta afirmación, pero para mí no es la mejor noche de viernes que he tenido. Para empezar, llegue a Lima con la consigna de comer sano y poco, pues, en los últimos días en el trabajo, tuve  cólicos, estuve con el estómago flojo, y no pude dormir bien porque sentía pesadez en el estómago;  ya llevo 4 días en mi ciudad, y a medida que han pasado los días, he incrementado la  cantidad de comida hasta el llegar al  día de hoy en que aun después de haber cenado un montón, me di el lujo de tomarme un par de tazas de café con una galletas rellenas de fresa. Todo estuvo muy delicioso, lo disfrute, pero ahora no puedo dormir y me siento frente a la PC para exigirle que tome nota de lo que le voy a dictar, que aunque suena jalado de los pelos, es algo que quería escribir, y no sé deba de hacerlo, pero lo hare porque la escritura siempre será para mí como un alivio para cualquier mal de amor o de salud. No sé si he nacido con la habilidad suficiente para hacer de mis columnas divertidas y de aceptación de la gente. No sé si los ‘blogueros’ más afamados de la ciudad hayan leído alguna vez estas líneas que –aunque no parezca-me cuesta escribir, porque para  hacer todo esto me vuelvo  un perfeccionista, o mejor dicho un hombre que está a punto de la locura. Lo único que sé es que cada vez que algo dentro de mí me exige escribir, encuentro suficiente material en vivencias recientes, y lleno líneas de líneas, que al final deben de ser recortadas.
Creo poder controlar esa tendencia a la locura cuando estoy escribiendo, cuando estoy plasmando en un papel todas esas ideas que a diario dan vuelta a mi cabeza. A estas alturas de la vida, puedo seleccionar todo lo que quiero decir, y solo escribir lo que suene bien y este dentro de la decencia, pero sin ocultar la idea central ni dejar la esencia de lo que siento y que pueda ser algo de utilidad para los lectores, o de entretenimiento para ellos. Por qué empecé hablando de que hoy la noche es más oscura que de siempre? Pues hoy es así, o de repente, soy yo quien lo ve todo de esa manera, ya que no está conmigo aquella chica que tanto me gusta. Si debo de agregar algo a todo este párrafo, debe de ser esto: ¿hasta cuándo seguiré pensando en ella?

Aquí en Lima cada noche es distinta, pues siempre puede aparecer una ocasión para conocer a alguien, o para cruzarse por cualquier camino, por donde vayas, con la persona quien te gusta. Veras que no es inevitable que vuelvas a ver a esa persona que te dijo que no, ni tampoco será inevitable el enfrentar la situación y mirar con resignación que no será para ti. Aunque estos caminos también son la oportunidad para conocer o querer conocer nuevas personas, y eso puede que lo he querido evitar, pero no por mucho tiempo. Y solo así conociendo a nuevas personas y mirando hacia adelante es que la noche ya no es oscura, por lo contrario, está encendida y brilla con luz propia.
Después de escribir todo esto, me paro del escritorio y miro, a través de la ventana, como luce la calle a casi la medianoche, y no puedo dejar de ver el edificio de enfrente, donde, en el tercer piso, viven dos bellas modelos publicitarias, quien esta vez lucen hermosas mirando la tv, pero con el único inconveniente que junto a ellas, sentados en el sillón, están sus respectivos novios. Es ahí que en mi mente otra vez mueren las ilusiones, pero también nace en mí una sonrisa porque me atreví a mirar a otras personas y deje de pensar en una sola; y a la vez, si estas chicas ya tienen sus chicos, es la señal para mirar a otro lado y no detenerse en eso.
Una vez más encuentro con la soledad, con las pocas alternativas de acompañar una noche de viernes con alguien. Pero estoy convencido que el mundo es amplio y que buscando peces en el gran océano tengo muchas posibilidades que en las próximas noches, no muy lejanas, no vuelva a quedarme solo frente a la soledad.

De repente me entra un entusiasmo y por una cuestión de sentido común, pienso que mañana sábado debe ser un nuevo día, una ocasión para visitar un club de música, literatura, teatro o religión, y el conocer a nuevas personas. Quizá no me queden muchos días en Lima, pero si los suficientes para empezar una nueva historia. Quiero cumplir mis sueños, aquellos simples pero fundamentales para la vida, como ese del  tener a alguien junto a mí; a  esa persona que hable el mismo idioma que yo, y que me comprenda tanto como yo a ella. Estoy seguro que no importara la distancia, ella aquí, yo allá. Yo vendré todas las veces que pueda, y de seguro algunas veces ella ira para allá. Estoy en una edad en la que ya no vale la pena el esperar por las mismas personas que dan señales que nada pasara. Es hora de pensar en la verdad, y esa es buscar nuevas alternativas, quizá porque ha llegado la hora de hacerle caso al destino y aprender a ir hacia donde te lleva el viento. Aunque para eso también deba de estar un poco más liviano; por lo que esta vez en verdad, dejare de comer un montón y dormiré lo suficiente. ¡Que más queda!


pAnChItO.

viernes, 13 de enero de 2017

De la Noche al Dia

Pensabas que la noche no sería tan larga y que el día vendría muy pronto, pero las cosas no fueron así: cada minuto, desde la hora en que te fuiste a dormir, pasaba con tanta lentitud que ya no podías dejar de ver el reloj y aceptar que faltaba aún mucho para amanecer. Para colmo, estabas con el estómago lleno y no podías capturar le sueño, y si lo hacías era por algunos minutos, en los cuales tenías pesadillas donde te veías víctima de asaltos, de persecuciones, de violencia, y felizmente despertabas cuando estabas a punto de ser asesinado. ¿Qué sucedía contigo?, ¿Por qué no podías dormir con tranquilidad y dejar que el sueño te renueve y te haga llegar al siguiente día de la mejor manera? De seguro en estos días estas comiendo  un montón; quizá por la ansiedad, esa misma que te está matando día a día, pues las cosas se van complicando con el tiempo, y  como no puedes satisfacer algunas de tus necesidades, porque no dependen solo de ti el hacerlo, si satisfaces lo que está a tu alcance, y es  al  estómago; aunque  ves que  a la larga te hace daño a tu salud  y en esa noche te impide el dormir,  o por lo menos el hacerlo lo máximo que puedas, pues ya sé que me vas a decir que con  tantas preocupaciones tampoco podrías dormir así solo hayas tomado una taza de té por la noche.
Todos queremos que amanezca más rápido porque siempre guardamos la esperanza que un nuevo día traerá buenas noticias, pero cuando eso no sucede, esperamos un nuevo día, y ese día en que no hubo ninguna novedad lo consideramos como perdido, como nulo en nuestras vidas. Y eso no es justo para ti, porque la vida es el conjunto de los días vividos, y cada día en que vives aprendes algo nuevo, haces algo que está por hacer, y encuentras un motivo para sonreír y sentirte bien por todo eso. Aunque en ese momento la mayoría  no lo pensemos, tenemos tantas cosas por hacer en la vida, que cualquier día es el propicio para hacerlo; y desde la cosa más pequeña hasta la más grande que hagamos, pasara a la historia de nuestras vidas; y así ningún día será desperdiciado ni considerado como en blanco en nuestra existencia. Solo así, viviendo la vida, haciendo lo que está por hacer y encontrándole el sentido a nuestras vidas, llegaremos al final del día con ganas de meternos a la cama con las satisfacción de haber avanzado en algo, y el sueño se apoderara de nosotros y nos renovara para un nuevo día en que pudieran llegar las noticias que estamos esperando, y si nos es así, será otro día en que nosotros seguiremos haciendo lo que está pendiente, y eso nos terminara de satisfacer y saber que el sentido de nuestra existencia jamás estará en duda.
El destino siempre impone e impondrá su ley, y aunque a muchos no nos parezca agradable, es así, y nosotros como los dueños de nuestra vida, y por ende de nuestros sentimientos y estados de ánimos, tenemos la libertad de inventar la forma de sentirnos bien con los recursos que tenemos en mano, con el sacrificio que podamos hacer, pero sin gastar energías en algo que ya escapa de nuestras manos, pues es el destino que quiere que las cosas sean asi. No sé si esta noche tu podrás dormir, no sé si hoy empieces a pensar en positivo, no sé porque hoy he empezado a creer en esa bendita palabra de ser positivos, pero sin exagerar ni sacar del todo los pies de la tierra. Lo único que sé es que si empiezas por hacer una lista de todas las cosas que tienes pendientes, y luego las evalúas y hay cosas que las puedes empezar a hacer de una vez, porque están a tu alcance, sentirás que en el día estas ocupado y a la hora de la cena premiaras a tu estomago con una merienda moderada que te permitirá dormir muy bien. Recuerda que nosotros y nadie más que nosotros debemos de ingeniarnos para hacer de nuestros días los momentos más placenteros. Nadie más que nosotros nos conoce bien como para poder saber qué es lo que nos afecta, que es lo que nos impide sentirnos bien, y el comunicárselo a otra persona de nuestra entera confianza o un profesional en el área, nunca va a ser una mala idea. No existen los días para pasarla preocupados al extremo- pues todo ser humano se debe de preocupar por algo-, deprimidos y pensando que vivimos el peor momento de nuestras vidas. Existen los días para ser héroes de nosotros mismos, para ser ingeniosos e innovadores con nuestros quehaceres y por qué no con quienes están a nuestro alrededor.
Mira los triunfos de los demás para poder incentivarte y lograr los tuyos, mas no mires en los triunfos de los demás la razón para sentirte mal o para sentirte con la obligación de alcanzar el mismo éxito. Recuerda que todos somos únicos y todos logramos diferentes cosas que son triunfos, pero, a veces, por cosas de la vida no son reconocidos de la misma forma. La peor manera de poder afrontar tu fracaso es el envidiar a los demás lo que tú no has alcanzado. Eso siempre te hará más daño a ti que a ellos. Se tú mismo, corrige algunas cosas, pero no dejes tu esencia, pues nunca debes de olvidar que alguien te observa y le gusta cómo eres. Jamás te sientas menos que alguien, salvo estés haciendo algo al margen de la ley o seas agresivo, o estés haciendo mal al alguien por tu bienestar. Haz lo que tienes que hacer y veras que en estos días empezaras a conciliar el sueño. Veras que aquellas pesadillas desaparecerán y que jamás esperaras con tanta ansiedad que amanezca, pues tú ya sabes que tu cuerpo merece un descanso, y ese sueño reparador debe de durar lo que tiene que durar y amanecerás de la mejor manera, y sabrás que aunque todo el día de nuestras vidas no pueden ser de color rosa, si pueden ser una oportunidad para realizar pequeñas hazañas que nos ayuden a sonreír y ser mejor personas para nosotros mismos y como consecuencia para los demás.


pAnChItO