lunes, 28 de septiembre de 2015

Dos hombres y un espejo.

Y tu habías esperado que la Luna se oculte para dormirte, pero ella nunca se ocultó; estuvo hay durante toda la madrugada. De seguro no dormiste, de seguro pensaste en tantas cosas durante esas largas horas en que, una vez más, su luz  alumbraba el piso de tu cuarto. En todos los años de vida que tienes, esa Luna ha iluminado tantas noches y madrugadas en que no podías cerrar los ojos porque  pensabas en algo o en alguien. Ese alguien fue cambiando de nombre con el paso de los años hasta que adopto, estos últimos 5 meses, un nombre, cuyo rostro no puede salir de tu mente. Quizá, llego el momento de que ese alguien se quede para siempre en tu vida o salga de ahi. No te puedo desear lo mejor, porque el hacerlo es alentarte a que sigas pensando en ella, aunque te quite el sueño y eso propicie tu cansancio mental y físico durante todo el día.
He evitado querer entrometerme  en tu vida  y, así,  el escuchar tus llantos mientras la nombras y sabes que no está ahí, a tu costado. Pero te vi enamorado, como a pocos he visto, por lo cual aplaudo cada  una de tus hazañas que realizas para desafiar los miles de obstáculos que se interponen entre los dos. Lamentablemente, las cosas, hasta hoy, no han  salido como quisiste. Quizá, por la locura de enamorarte de ella o por tu inseguridad de dar el primer pasó. Sabes, el tiempo nunca deja de regalarnos sabiduría. Hoy puedo decir que he aprendido, al mirarte así de enamorado, que nadie puede predecir lo que sucederá en el futuro, pero creyendo el poder hacerlo, se  comete muchos errores creyendo que todo lo que deseamos sera nuestro  el día de mañana. Para ti el enamorarte de ella fue algo tan rápido que no faltaron tantas palabras, todo fue con un par de miradas. Ahora muchos le llaman ilusión y si perdura en tu mente aquella persona,es obsesión. Yo también lo llamaba así, pero ahora tengo mis dudas. Es que veo en ti tanto amor por ella y  he escuchado tantas veces salir de tu boca palabras tan sinceras y tan profundas como: “quiero casarme con ella”, “no me interesa luchar contra el mundo, pero quiero llevarla  de mi mano por todos los caminos que haya de caminar por el resto de mi vida", "al unirme a ella no solo seremos dos en casa, sino seremos 4; y eso me hace feliz", "Papa me dice que  al estar enamorándola, estoy jugando con fuego; él tiene razón, pero si debo quemarme por ella , que así sea", "no me importa el ilusionarme tanto al amanecer y al llegar el fin del día, mientras la luna alumbra mi habitación, matar mi corazón al ser realista y saber que ella es casi inalcanzable"…Y así, tantas frases  que he escuchado de ti en todos  tus  momentos de locura en que pensabas en ella, no me queda más que  decirte que a  veces las casualidades esconden en si lo que el destino tiene preparado para nosotros. Me contaste que, hace un tiempo, llegaste a Lima, en una mañana de domingo, sin mayor esperanza que estar cerca a tus padres, del pasar unos días divertidos escuchando vinilos, casetes y cds y el escaparte por las noches a aquellos locales donde bondadosamente hay mujeres que te elevan al cielo. Pero un día, en una confusión entre tanta gente de un local comercial, te encontraste con ella. Después de tanta conversación, sabias quien era, y ella también de ti. Pero esa ilusión que nació  en ti desde que la viste, podía más que todo; así que de seguro era momento de romper barreras y luchar por ella. Además, era  la mujer que habías estado buscando tanto tiempo, por lo que había  que recuperar el tiempo perdido.  Qué bueno que le encontraste sentido a esta visita que hiciste a la ciudad, tu ciudad. No hay razón para  criticar tu actitud. Al contrario, te aliento a que sigas luchando por ella. Yo también haría lo mismo por la chica a quien quiero. Llego el amor, ¿no? Parece que las cosas se hacen más evidentes con los días: estas en cualquier lugar y de repente  ves su rostro en tu mente. Te preguntas,¿ que estará haciendo?, ¿Como habrá amanecido? y ¿ Como le ira durante el día? También, sé que estas a punto de renunciar al placer que siempre te provoca la soledad para optar por unos fines de semana juntos, rodeados de mucha gente. Te veo decidido a emprender viajes largos para poder estar en Lima y, así, poder estar con ella. Se que deseas mantenerte en buen estado físico, porque sus niños practican deportes y tú deseas poder acompañarlos y así aprovechar en  conocerse mejor; de paso que a ella, también, la ayudas con ellos en cuanto a algunas dudas que podrían tener con respecto a temas propiamente de caballeros. Sabes, estas a punto de entregar un montón de ti por una persona que ,conociéndola bien , vale un montón y se merece todo lo que tu sientes por ella. Pero debes tener en cuenta que cuando uno entrega mucho de sí, debe de esperar lo que Dios considere le corresponde. Y estoy convencido que si ella siente lo mismo que tú, ella te entregara igual a lo que tu diste.Y eso ya es  un montón. La vida esta ahí para vivirla. Si decides optar por el olvidar, que sea una decisión bien tomada. Si decides seguir luchando por ella, cerciórate que ella te quiera tanto como tú lo haces. Solo así una relación tendrá mucho éxito  y podrá  escapar de todos las dificultades que se presentaran en el camino.
Cambiando de tema, te veo bastante gordo. Sé que no puedes dejar de comer esas galletas de sabor a  coco que compras por cantidad en el mercado. Tampoco puedes dejar de ingresar a la cocina a comerte los chocolates que tu hermana guarda en el repostero. Y  sé muy bien que jamás dejaras de pedirle a tu mama una repetición de ración de arroz y pollo tanto en el almuerzo como en la cena. ¡Fuerza de voluntad para bajar unos kilos! Ahora,  cierra  la puerta con espejo de tu ropero. Nos vemos más tarde a la hora que te laves los dientes, antes de acostarte.


pAnChItO.


lunes, 21 de septiembre de 2015

Lo que alguna vez escribí y nunca perdí.

Era uno de esos días en que uno puede hacer cualquier cosa porque ha perdido el control. Fue exactamente hace 8 año que, por primera vez, converse con ella. Un par de veces, antes, la había visto de lejos. Solo nos habíamos sonreído y nada más. Pero llego ese día y tenía la oportunidad de estar cerca y de decirle todo lo que sentía por ella. Los nervios se apoderaron de mí, no podía expresarme y temía que ella se alejara de mí sin saber lo que yo sentía. Fue cuando ella me tomo  la mano, me tranquilizo y me pidió que le escriba todo lo que yo sentía por ella en un papel. Con esa bella sonrisa, que hasta hoy posee, agrego: "escribe todo lo que piensas sin pensarlo mucho y me lo das para guardarlo en mi saco; ya que llegando  a casa lo leeré. No te preocupes, sabrás de mí y de lo que pienso". Recuerdo que nos conseguimos un lápiz y un papel, y yo le escribí todo lo que sentía por ella. Como mi memoria, con los nervios, nunca es muy buena; decidí en otra hoja copiar exactamente lo mismo que le escribí para así poder  leerlo yo, también, en casa. Termine y le di una copia ella y otra me la quede yo. Después de ese día, la volví a ver  y desde ese momento pasaron cosas maravillosas entre nosotros. Por cosas del destino no pudimos llegar a nada más, pero nuestra amistad continua hasta hoya. Ayer la vi preciosa, ya toda una mujer. Sé que nunca será mía, pero valió la pena todo lo que le escribí, de eso nunca me arrepentiré. Recordando lo que me pidió esa vez, que el escriba tal y como lo sentía, lo transcribí en la  'PC', sin ninguna alteración.  Hoy lo público porque, tal como se lo prometí ayer, hoy ella la encontrara en este blog.



Te encontré

1) Tus ojos me han visto antes y yo te había visto alguna vez
De seguro en  esos sueños que veía como pesadilla, porque al final siempre te perdía
Te pregunte algo y al  escuchar  tu voz, sabía que eras quien siempre escuche en sueños
Tu presencia recién la acabo de conseguir,  que suerte tuve
No sé cuántos días y  noches espere, pero la búsqueda termino

Eres mi,  ahora si soy feliz
Soy tu yo, y no me iré de aquí
Cuantos años pasaron para tenerte aquí a mi lado
Por favor no me lo cuentes, no sé cómo pude sobrevivir


2) Los días se encargaron de traerte, nunca deje de esperar
Con tu aparición hoy quiero volver a sonreír, es tan fácil hacerlo contigo
Te miro y veo a ese ángel de mis sueños, eres realidad
Tu sonrisa alumbrándome más que el sol, la pesadilla termino
No sé  cuánto envejecí esperándote, pero la vida vuelve a empezar

Eres mi,  ahora si soy feliz
Soy tu yo, y no me iré de aquí
Cuantos años pasaron para tenerte aquí a mi lado
Por favor no me lo cuentes, no sé cómo pude sobrevivir



PaNcHiTo.

domingo, 13 de septiembre de 2015

DEL DESTINO, TE PODRÁS ESCAPAR?

Ilusionado con cada nuevo día, con lo que sucede y con las personas que me  toca conocer. Siempre hay situaciones, lugares y  gente que se queda ahí, en mi mente. Uno nunca sabe lo que puede suceder durante el día; para bien o para mal, las cosas son impredecibles; y en el fondo ese es el sentido de vivir. Es verdad, no se puede predecir el futuro, pero se puede intuir algunas cosas que juegan en nuestra contra para así  poder prevenirlas, en la medida que podamos ,  y cuidarnos de ella; mas no, vivir pendientes a tiempo completo del mañana.  Se bien se  puede jugar con la malicia y evitar ciertos eventos que podrían poner nuestra entidad en riegos, jamás podremos  asegurar el poder evitar un incidente una situación desafortunada para con nosotros. Por eso y por mucho más, siempre es bueno el andar con la conciencia limpia, el estar bien con todos, el decirle ‘te quiero’ a quienes nos inspiran ese sentimiento; y, sobre todo, el estar bien con nosotros mismos. Y eso es para todo ámbito de nuestros días. Si conoces a alguien y te da esa sensación  que deberías de hablarle,  de saber de ella, de  pasar de ser un perfecto extraño a un conocido para ella, entonces debes de hacerlo. La vida no espera. Siempre  es bueno el aplicar aquel viejo dicho:” nunca dejes para mañana lo que puedes hacer hoy”, porque  cuando meditas del destino y de sus sorpresas, también debes de incluir en tus cartas a jugar: “la de la muerte” No con el sentido de ser pesimista o una persona que piense en lo peor que pudiera suceder , pero si para tomar decisiones rápidas, bien pensadas, tampoco no tanto, y que apunten a esa persona que pudiera ser la persona de  tu vida u otra oportunidad en tu vida. Y eso solo pasa una vez en la vida. Todo esto puede que suene a uno de esos consejos baratos, que cada vez se abaratan más porque todo el mundo los dice sin la mayor conciencia de lo que están hablando, pero que van tomando forma cuando vemos que lo único y  mejor que podemos hacer. Es verdad que muchos andamos locos, que hablamos y opinamos de muchos temas, que reflexionamos de todo  y  también terminamos haciendo todo lo contrario a lo que predicamos. Pero llega un momento en que  después de tantas reflexiones sobre lo que nos ha sucedido  en  la vida, en que después  que comparamos tantas circunstancias vividas, tomamos decisiones a lo que inicialmente pensábamos y por ende, los resultados son distintos más paras  bien que  para mal. Entonces, la vida se desarrolla por el azar? Yo diría que no, que el destino te hace parecer que las cosas son al azar, pero  solo él sabe que es lo que está escrito para ti. Razón por la cual , pase lo que pase y hagas lo que hagas, llegaras ahí, a  donde perteneces, a  donde te esperan. Sabiendo esto, solo nos queda luchar por batallas que pueden ganarse y aceptar las derrotas de las que posiblemente perdamos; pues el arte del buen perdedor es saber aceptar la derrota y el tratar de sufrir lo menos posible  por las  secuelas que deja esta. Después de todo, analizándolo bien, hemos ganado: ganado  la experiencia, la cual puede  considerarse como  un premio consuelo. Pero un premio que crece en valor con el paso de los años. Analizando todo eso, podríamos atrevernos a decir con toda seguridad que  no existen los perdedores?  No, porque en la vida no importa quién  sea el que se acerque a ser más perfecto; importa el que haya cometido menos errores, pues para todos es permitido el cometer un error para aprender y no volverlo a cometer. Y si, por último, nos volvemos a equivocar, siempre habrá una oportunidad para volver a hacerlo de nuevo, esta vez sin fallar.
Si en todo el transcurso de la vida, alguien se quedó en tu mente: acomódala ahí, en un lugar privilegiado. Y  si la vuelves a ver, haz que tú también ocupes un lugar en su mente, aunque sea inténtalo. Si no es así, que se hace? el destino lo quiso así, hay que aceptarlo. Siempre debemos de poner empeño en algo que deseamos; eso sí, sin gastar más energías que las que son necesarias. La vida nunca esconde misterios, todos sabemos que debemos de morir; por eso es que debemos de hacer las cosas que nos nazcan del corazón hacerlas. Siempre debemos buscar el placer en todo lo que hacemos. Si el destino no nos ha preparado esa suerte de estar donde queremos estar, al menos tratar de pasar lo mejor posible en aquel lugar. Cada momento tiene su explicación, cada persona que aparece a tu alrededor está ahí por algo.  Y ya que hemos tocado la muerte, muchos aun no le hemos perdido el miedo. De seguro reflexionado con mucha seriedad y calma, habremos de mirarla con más serenidad y hacer lo que debemos hacer en vida, sin lugar a postergarlo.

Por eso, cada nuevo día es la oportunidad para hacer lo que nos falta cumplir en la lista de todos los planes que tenemos. No sé si cumpliremos al 100% todo lo que tenemos en mente hacer, pero habremos de hacer mucho al final del día.


pAnChItO.

domingo, 6 de septiembre de 2015

EL DE LA MALA SUERTE

Era una noche en que el aire empezaba a enfriar todos mis pensamientos. Mis locas ideas de vencer en una batalla perdida, se iban  poco a poco. Era una de esas noches en que estando en la intemperie, era lo mejor para ver las cosas con claridad, lejos de todo falso calor que tenía sin estar con ella. Estaba  parado cerca de una banca de un conocido parque  a la espalda de su casa.  A pesar que sabía que estaba perdido sin ella, estaba ubicado en un lugar estratégico, lejos de bancas donde estaban parejas, bien ubicado para poder hablar  en voz baja, mirando al cielo, que no podía olvidarla, que aun  pensaba en ella. Estaba a la vuelta de su vivienda con las esperanzas de buscarla, de gritarle que no me resignaba a ese nunca de ‘besar su  boca’. Pero me quedaba un poco de cordura, y me quede ahí parado en medio de todos esos árboles que hacían un poco de oscuridad, y seguí lamentando mi mala suerte. Habían pasado ya dos horas y yo  me negaba a moverme de ahí; cuando estaba algo cansado, me sentaba en una banca e inutilmente pensaba  la forma de como tocar su puerta y plantearle una nueva forma de hacer que el amor que sentíamos  funcione y  supere cualquier dificultad que ya se había presentado.
La ciudad estaba en pleno movimiento; los autos en plena noche de fin de semana iban de un lugar a otro; las parejas, que estaba cerca de mí, hacían escuchar su risa; y en mi mente y en mi vida había siempre esa desolación. Quizá, como siempre fue mi vida, mi gran problema es que todos mis sueños siempre fueron mentira; y cuando estuve a punto de hacer realidad de uno, como me sucedió con ella, aparecieron esas sombras y esos factores que siempre  expiran toda nueva ilusión.
Nunca en mi vida me había sentido tan mal como la noche de ayer. Nunca había querido no regresar a casa, por el temor a aceptar echado en mi cama viendo el techo de la habitación, que la había perdido, que era imposible el estar con la chica, a quien, quiero de veras.
Las horas pasaban y mirando el reloj, ya estaba a dos horas de la media noche. Aun guardaba, antes de que acabe el día, alguna esperanza de verla, de animarme a ir a su casa o, por lo menos, que ella pase por el parque; y  yo con un grito decirle que estaba ahí para que  sepa que la quería, que deseo que sea mía.  Que todo esto fue lento, pero al final termine enamorado de ella, que no me importaba perder la cabeza por ella. O por lo menos, que me dé un beso; aunque luego olvide que me ha besado, algo que yo nunca olvidare.
Ya no podía hacer nada más, solo me quedaba iniciar el camino para retirarme, para irme directo a casa y llegar derrotado. Y ahora si con la idea de que nunca la volveré a ver, que lo nuestro no podía ser; aunque yo crea que pueda lograr lo contrario. Si la podre olvidar un día, lo dudo. Si  podre ser feliz, creo que sí. Pero ahora me siento triste y sin ninguna gana de prometer olvidarla y no acordarme del ayer.
No voy a decir que no poder vivir sin su amor, pero puedo decir que un instante fue suficiente para darme cuenta que ella era la persona con la cual toda la vida soñé y con quien soñé dándonos tantos besos, y creo que nací sintiéndola dentro de mí. Mis esfuerzos no fueron suficientes, al final el destino apago toda mi ilusión. Quizá, la vida tenga una explicación para mí, porque hasta este momento no puedo olvidarla, no puedo aceptar el adiós.

Llegando a casa, acostado y mirando el techo de mi habitación, solo me pregunto, una vez más, pero esta vez con dolor, porque la quiero de verdad: por  que soy yo el de la mala suerte?

pAnChItO.