domingo, 19 de julio de 2009

Lecciones

Si se me presentara la oportunidad de poder arreglar algunas cosas en mi vida que no las hice bien, no lo haría. No se como podríamos encontrarle el sentido a esta vida si es que no pasamos por las etapas más duras o más difíciles que forman parte de ella. Estoy convencido que los malos momentos que alguna vez hemos experimentado nos servirán para el futuro. Esos acontecimientos que ocurren, y a los que consideramos como nada afortunados, no son un accidente cualquiera. Son las enseñanzas que recibimos como consecuencia de haber cometido errores, además que nos brindan esa sabiduría que nos servirá para seguir recorriendo el camino de la vida. Sería una imprudencia de nuestros familiares,que nos ahorren estas malas experiencias que debemos vivir como parte de cometer errores y aprender de ellos. No es tema de terceros, es tema de nosotros el asumir la responsabilidad de nuestros hechos. Muchos comenten infinidad de errores ,y dicen aquí no pasó nada, y si pasó mucho. Hay que ver las consecuencias de estos errores en su verdadera magnitud, ya que la pena que pagamos por estos nos darán esa carta de garantía con la que estaremos seguros de hacer bien las cosas de ahora en adelante. No se deben entorpecer el proceso de crecimiento que consiste en aprender de nuestros fracasos, de esos tragos amargos que a sorbos nos hacen personas con mucha más cautela al hacer las cosas en un futuro. Mucha gente vive para amasar fortuna, pero pocas viven para llenarse de experiencia, para poder decir en la evaluación continua de la vida: yo puedo enfrentar eso, y puedo salir ganador, pues ya lo he vivido.
El hacerse responsables de sus actos es el mejor consejo que un padre puede darle a su hijo. Cuando miro atrás le doy gracias a dios por haberme montado en situaciones, de las que en una forma u otra a largo plazo he salí airoso. Gracias a mis padres por haberme siempre hecho responsable de mis actos, y hacerme saber que mis éxitos y fracaso son solo mios . Pues soy yo quien elijo que hacer a pesar de cualquiera de sus buenos consejos
P.D
No soy un sicólogo, respeto mucho a quienes han estudiado esta carrera tan compleja. Pero hay cosas que hay que saberlas por sentido común.



pAnChO