domingo, 3 de enero de 2021

UN NUEVO AÑO.ESO NADA MAS.

 

Feliz Año 2021! Hoy empezó un nuevo año, y como en todos, muchos aun andamos cansados porque ayer nos quedamos hasta la media noche para saludarnos por el nuevo año que llego. Definitivamente esta vez las celebraciones fueron distintas, todos estuvieron en casa u otros la pasaron en su trabajo pues tenían que hacerlo. Dé seguro y mañana volverán para muchos los temores y la incertidumbre que se apoderaron de nosotros durante todo el año. Algunos o bastantes nos quedamos con mucho por resolver el año que paso, y esperamos resolverlo ahora ya con la experiencia que nos dejó el año que paso. Eso es una ventaja para todos. Particularmente hoy amanecí preocupado, me asusto el hecho que las cosas no se resuelvan o demoren en hacerlo, ya que estamos en un nuevo año y quizá las cosas sean iguales en este primer mes o en los meses que siguen. Para muchos es preocupante ver el calendario correr, pero es mejor no perder la fe ni las ganas de seguir preparando el plan, la estrategia para lograr que las cosas salgan bien. A la vez me puse a repasar los ‘1ros. de enero’ de lo los últimos 2 años, y viéndolo a primera vista no fueron buenos, aunque Dios o el destino siempre sabe porque las cosas son así. A fines del 2018 trotando alrededor del parque, cómo casi siempre lo hago, no sé por qué se me dio por acelerar el ritmo y tropecé con un sobresaliente de la vereda y caí .Por  la fuerza de la caída, pues venía a velocidad, mi brazo izquierdo sufrió una luxación, mi hueso se salió de la articulación. Justo fue el brazo izquierdo con el cual agarro los cubiertos para comer, escribo y hago casi todo pues soy surdo. Sentí un dolor increíble, me pare y a duras penas pude volver a casa. Luego de lograr colocar el hueso a su sitio, los médicos me pusieron yeso en todo el brazo para evitar pueda volver otra vez a sufrir la salida del hueso. Lógicamente pase una mala noche de fin de año. No recibí bien el 2019, era lógico eso. Los días siguientes fueron difíciles, mama y papa me tenían que ayudar en mucho por no decir en todo; recuerdo a la hora del almuerzo mama me partía con el cuchillo la carne y los trozos de papa en el plato para poderla comer, y papa me amarraba los cordones de los zapatos y me abrochaba los botones de la camisa. Pude recuperarme, pero perdí muchas oportunidades de trabajo pues estuve con el yeso por casi un mes, además que luego tuve unas semanas más de reposo. Después las cosas mejoraron, encontré empleo pero quedo ahí en mi mente de que hubiera sido de mi vida sin ese tiempo perdido. El año pasado empecé el primer día de enero con una indigestión, había regresado de viaje para pasar las fiestas de fin de año y me descontrole y comí de todo. El 1 de enero debía volver al trabajo pero gracias a Dios se postergo el viaje para el 2 de enero. Como por arte de magia, gracias a los cuidados de mis padres, por la noche del día anterior me sentí mejor y al día siguiente pude viajar para empezar a trabajar, aunque por estar mal no pude descansar lo suficiente. Siempre quedo en mí la duda si todo hubiera sido mejor en esos dos inicios del año. Bueno, son cosas que pasan y que para un futuro se pueden evitar. Lo importante es que en ambos casos tuve el apoyo de mis padres. Hoy empiezo el año relativamente bien, no tengo conmigo un yeso, puedo hacer mis cosas por mí mismo, no amanecí con problemas estomacales porque me cuide en las comidas. Claro que hoy las cosas han cambiado y llevo conmigo la preocupación por el futuro, porque tengo dos cosas aún por resolver desde hace años, y debo de reconocer que lo postergue a hacerlo pero ahora ya no. Debo también de recordar que después de esa luxación al brazo viví momentos de riesgo en el trabajo, los cuales hubiera podido llevarme hasta la misma muerte, sin ser exagerado, pero gracias a un milagro estoy aquí sentado escribiendo, lamentándome por mi situación, pero vivo. Tengo mucho que agradecer, la vida me ha demostrado que he tenido bastante fortuna y las consecuencias de los hechos no fueron fatales. Con la misma fe que siempre tuve, y que jamás la profesaba, y con la responsabilidad ahora si de cuidarme, solo me queda luchar por lo que está pendiente. Esa es la mejor forma de empezar el año, haciendo un balance de lo bueno y lo malo e identificando que es lo peor que felizmente no nos sucedió pero que podría sucedernos si no lo corregimos; además que un año puede marcar un inicio y un fin, pero los resultados no necesariamente llegaran inmediatamente pero llegaran porque ya estamos trabajando en hacer que lleguen. Gracias a Dios cuento con lo principal: salud.


pAnChItO.