miércoles, 29 de septiembre de 2010

MENSAJE A LA CONCIENCIA - POR EL HERMANO PABLO


CUANDO SE DESTAPAN CLOACAS
Se había desatado una nueva ola de delitos, una nueva ola de robos. Los ladrones habían empezado a robar las tapas de hierro de las cloacas, y luego vendían el metal como chatarra. La ciudad de Beijing, China, en particular, estaba sufriendo triple perjuicio.

El primer perjuicio era el robo de las tapas, que tenían que ser repuestas. El segundo era la cantidad de peatones y ciclistas que caían dentro de las cloacas. Y el tercero era el olor nauseabundo de las aguas negras que emanaba por toda la ciudad.

Donde se amontona la gente, proliferan los delitos. Y entre los delitos más comunes y más perturbadores está el robo. El detrimento es tal que ya no se puede vivir seguro en ninguna parte. Y ahora se añade a estos delitos el destape de cloacas.

Algún tiempo atrás comenzó en Madrid, España, lo que allí llamaron «El destape». Pronto se había extendido a muchos países de América Latina. ¿Qué era el tal destape? Suponía ser la liberación del espíritu humano, aprisionado por tradiciones religiosas. Pero resultó ser la introducción de toda clase de literatura. En realidad lo único que destaparon fue la cloaca de la naturaleza pecaminosa humana. Los quioscos de Madrid, y del mundo, se llenaron de revistas nocivas y pornográficas.

¿Qué ocurre cuando se destapa la mente del hombre? ¿Qué sale a la luz cuando se descartan restricciones de decencia y moralidad? Basta recoger el periódico del día, o encender el televisor, o abrir las páginas de una revista o entrar por las puertas de un cine. Es igual que abrir una cloaca y poner al descubierto lascivia, engaño, falsedad y violencia.

Cuando se destapa la mente del hombre, se expone todo lo que hay en su corazón. Y si ese corazón no ha sido purificado, lo que sale es putrefacción e inmundicia. Ya lo decía Anatole France, el novelista francés: «Si a la sociedad le diéramos vuelta, como a una media, nos moriríamos de consternación y de asco.»

A pesar de todos los logros de la humanidad, el hombre todavía no se ha limpiado de su vieja corrupción. Si en los consultorios de los psiquiatras se barriera todo lo que vuelcan los pacientes, se sacarían toneladas de basura.

No obstante, todo el que lo desee puede ser purificado. Hay limpieza total, efectiva y gratuita al alcance de cualquiera. La Biblia dice que la sangre de Jesucristo nos limpia de todo pecado (1 Juan 1:7). Cuando creemos en Cristo y nos sometemos de lleno a su señorío, Él limpia por completo nuestro corazón. No existe en el mundo entero un gusto más grande que sentirnos limpios por dentro. Eso es lo que hace Cristo. Rindámosle hoy nuestro corazón.

EN CUALQUIER MOMENTO CON GABRIELA FRIAS, SIEMPRE ALGO CORTO, PERO EFECTIVO


Hola a todos, aqui yo, compartiendo con empresarios hispanos de Florida. Casi ninguno siente que termino la recesion

viernes, 24 de septiembre de 2010

Postulando a entrar a su corazón

Hace muchos días que me prometo escribir de política, de hacer un comentario sobre las próximas elecciones municipales y regionales aquí en el Perú. Hasta ayer, estaba decidido en hacerlo hoy, en dar mi punto de vista, en reprobar lo hecho por parte de los muchos candidatos para los puestos por ocupar. Pero hoy, me sucedió algo que ha trastocado todos mis planes, que me ha puesto a merced de la preocupación por no resolver algo que está pendiente y a lo que debo darle solución de una vez, por lo que los asuntos políticos pueden esperar.
Que hermosa seria la vida si existieran asuntos que podrían esperar una eternidad para ser resueltos, si el tiempo que cada vez nos vuelve más locos por la velocidad con el que pasa, se detendría en ciertos asuntos que muchos preferimos darle un tratamiento lento y cuidadoso. Quizás terminaríamos esperando hasta cuando peinemos canas para darlos por superados. Estoy otra vez caminado por un lugar que antes creo ya lo había recorrido, pero no con tanta intensidad como lo estoy haciendo ahora. Creo que más que un recorrido, es un viaje con muchas escalas, y de el cual no conozco su destino final, y lo peor de todo es que no se si a ese- si es que existiera - llegaremos los dos. Me refiero a ella y yo. Estoy confundido, haciendo otra vez el papel de idiota, si, porque podría perder la oportunidad de mi vida o por otro lado porque estoy perdiendo la cabeza en pensar si algún día sucederá lo que en mis mejores sueños soñé junto a ella. No debo esperar el tiempo, las mejores decisiones se toman en pocos minutos.
Quiero hacer las cosas bien, quiero encontrarme frente a la puerta que me lleve a la felicidad, pero siento un cierto aire frio que corre por aquel lugar cuando se abren las ventanas, y que me traslada a esos días en que me congelaba pensando en alguien en esas noches de algunos años atrás. Quisiera saber lo que piensa ella, tener la ventaja esta vez de poder leer su mente e ir directamente a su corazón, de instalarme ahí, de ser feliz y saltar por fin de alegría como nunca lo he hecho en mi vida. Pero veo que debo arriesgarme, que debo hacer las cosas sin tener la certeza de lo que ella siente por mí. Debo de caminar por el filo de ese piso número 140 y algo más y estar dispuesto a caer al vacio. Hago la comparación de su persona con un edificio de ese número de pisos, porque así la considero a ella, la persona más sublime de la tierra. Y si fuera así, valdría la pena correr ese riesgo de experimentar esa caída, aunque por otro lado esta también la posibilidad de que ella sienta lo mismo que siento yo por ella y todo se transforme en momentos de alegría y tenga a mi lado a la persona que busque siempre en este primer periodo de mi vida- aunque no siempre uno encuentra libre a su pareja ideal, o no siempre esta siente lo mismo por uno-, a la chica que no vi al llegar a ese lugar por primera vez, pero que desde hace mucho tiempo la miro todos los días. Estoy a punto de lanzarme a la piscina. No sé si haya agua ahí dentro, no sé, si el golpe que me lleve sea grande, pero debo lanzarme, debo superar esta cobardía y sobre todo debo olvidar ese pensamiento que viene siempre a mi mente que debo ocultar las cosas, que debo dejar que este viaje continúe esperanzado en las sorpresas que puedan surgir en el camino y que sean lógicamente favorables a mí, con la probabilidad pro experiencia que no sea así. Pero si no aparecen las mencionadas sorpresas, o, si aparecen las desagradables, las que me obliguen partir lejos y por consecuencia me priven de volver a verla. Entonces debo de hacer algo, no puedo quedarme aquí meditando y esperando que todo se resuelva por si solo. Quiero seguir viéndola, quiero seguir alimentando mis esperanzas, necesito sonreír con su sonrisa, sin embargo, mi vida no puede seguir así, debo contarle lo que siento, debo embarcarme en el mejor proyecto de mi vida, debo dejar de escribir “debo” tantas veces, y poner en marcha las cosas. Repito, quiero tener el poder de leer su mente, de saber lo que siente por mí, quiero ir a ganador, aunque pensándolo bien, no tengo nada que perder, igual siempre la mirare de lejos y de vez en cuando me mostrara una sonrisa, a pesar de mi confesión.
Todo esto resulta más complicado que escribir un artículo de política. Y no porque sea difícil hacerlo en sí, sino porque no es tan fácil hacer una síntesis política cuando hay tantas cosas que suceden en estas campañas electorales que podrían llenar hojas y hojas de un libro de comedia barata. Yo no quiero convertir mi historia en una tragedia, por lo que mañana empezare con mi plan, estos próximos días serán nuevos para mi, estrenare una faceta de mi vida que nunca la mostré, esa en la cual debo empezar a tantear a la chica que me gusta y ver alguna rendija aunque sea muy estrecha para colarme y llegar a su corazón, si es que ya no estoy ahí.
Me sudan las manos con solo pensar en lo que me espera a partir de mañana, pero toda pareja feliz tiene una historia, aquí un inicio ,y ya es hora que yo viva la mía para poder contarla en un futuro. Entonces manos a la obra. Las verdaderas elecciones municipales y regionales las viviré yo. No sé, si ando favorito o no en las encuestas de su corazón, pero es bueno postular y seguir siendo un espectador ¡Si se puede!
pAnChO

EN CUALQUIER MOMENTO CON GABRIELA FRIAS, SIEMPRE ALGO CORTO PERO EFECTIVO


Llegó el viernes, el precio del oro por los US$1300 y los índices bursátiles avanzan en Nueva York.

LA COLUMNA DE GUILLERMO GIACOSA :La industria del lobby en los Estados Unidos


Shamus Cooke, trabajador del servicio social y sindicalista y columnista en Workers Action de EE.UU., opina que las elecciones de noviembre en las que se renovarán los 435 escaños de la Cámara de Representantes y los 100 escaños del Senado –además de 38 gobernaciones, varias legislaturas estatales y otros cargos– no le interesan a los ciudadanos de su país. Ese desinterés, según Cooke, es una prueba de cómo la población interpreta la importancia de la mayoría de 'sus’ representantes políticos. “Millones de personas entienden que ni demócratas ni republicanos expresan sus intereses en el Congreso”. Saben, como cualquier persona informada o sensible a lo que ocurre en su entorno, que hoy más que nunca los hombres del Legislativo gringo responden a los intereses de las grandes corporaciones.

Cita Cooke un artículo actual del New York Times y un artículo de 2008 del Wall Street Journal, que es un diario que sale del riñón de las corporaciones. Ambas notas periodísticas son patéticas desde la óptica de quienes creemos que la democracia es un sistema de gobierno que representa la defensa de los intereses de toda la población de un país y no solo la de los sectores económicamente influyentes.

Dice el New York Times (9 de septiembre, 2010): “Los lobistas, consultores políticos y reclutadores han aumentado significativamente el costo para los republicanos durante las últimas semanas, con salarios mínimos de 300,000 dólares que pueden llegar a 1 millón para posiciones en el sector privado [los lobistas corporativos]”. Y revela más adelante que las corporaciones gigantes, desde Walmart hasta los fabricantes de armas, “planean el cambio de las prácticas de contratación de lobistas, pasando de ex congresistas demócratas a republicanos, en preparación para el aumento de los escaños de los republicanos en las próximas elecciones en noviembre”.

El dinero que se invierte en este trabajo de 'cabildeo’ –que Cooke identifica como compra o soborno– es de 3,500 millones de dólares y el número de lobistas asciende a 13,000. A esto unamos el número de personas que además del personal burocrático se mueven, influencia, en el Congreso de los EE.UU.: 435 representantes, 100 senadores, 13,000 lobistas. ¿Qué defienden los lobistas? Defienden, salvo excepciones, intereses sectoriales que rara vez sintonizan con las necesidades del pueblo estadounidense.

El otro artículo mencionado pertenece al Wall Street Journal del 5 de noviembre de 2008: “La industria del cabildeo de Washington, que asciende a 3,000 millones de dólares, ha comenzado a despojarse de personal –político– republicano, comprando rápidamente operadores [políticos] demócratas. El cambio comenzó incluso antes del recuento de las boletas del martes y de que el demócrata Barack Obama ganara la presidencia”.

miércoles, 22 de septiembre de 2010

MENSAJE A LA CONCIENCIA - POR EL HERMANO PABLO


CUANDO EL INFIERNO ABRIÓ SU BOCA
Era un simple tubo de metal. Pero era un tubo que transportaba petróleo venezolano. El tubo estaba al descubierto, a unos 500 kilómetros al sureste de Caracas. A fines del mes de diciembre, un autobús se salió de la ruta y chocó contra el tubo, y el tubo estalló.

En cuestión de segundos, el vehículo se vio envuelto en enormes llamas. Treinta personas perecieron en aquel infierno. Alberto Restán, un joven pasajero que por milagro escapó vivo, dijo a los diarios: «La gente gritaba desesperadamente cuando se produjo el choque. Pero cuando el infierno abrió su boca, cesaron todos los gritos.»

«Cuando el infierno abrió su boca.» La frase es impactante. Por eso se usa con frecuencia en la literatura universal. La boca del infierno representa todo peligro genuino, toda amenaza verdadera, todo acto de maldad desatada y toda violencia incontenible.

En este sentido hay muchas situaciones simbólicas en que el infierno abre su boca. A veces es la puerta de una cantina adonde el padre de familia va a gastar el dinero de la semana. A veces es un negocio turbio donde el hombre deja enterrada integridad, conciencia y moral.

A veces lo que debiera ser lo más bello en esta vida, el matrimonio, resulta ser no sólo la boca del infierno sino el infierno mismo debido a insolencias y hostilidades. El orgullo y la rebeldía deshacen el hogar, quebrantan a los niños y convierten en llamas de horror lo que comenzó siendo nido de amor.

Somos nosotros los que provocamos nuestros infiernos. Es increíble el mal que nos hacemos a nosotros mismos. Creemos que cuando nos imponemos, forzando nuestra opinión y exigiendo que se respeten nuestras disposiciones, salimos ganando. Pero es todo lo contrario.

¿Por qué habrá tanta disensión en el mundo? ¿Por qué será que hermanos se matan unos a otros? ¿Por qué los recién casados, que comenzaron con las más grandes ilusiones de amor, llegan a odiarse? Por una sola razón: la rebeldía y el egoísmo. ¿Cuándo reconoceremos que el problema lo somos nosotros mismos?

El día en que nuestro mayor anhelo sea agradar a Cristo agradaremos a los que están a nuestro lado. Con eso estaremos, también, agradándonos a nosotros mismos. No nos sigamos destruyendo. Arreglemos hoy mismo nuestras cuentas con Dios. La paz con Dios trae paz a nuestra alma.

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Hola a todos. EUA salio oficialmente de la recesion en junio 2009.

viernes, 17 de septiembre de 2010

Un matrimonio de ensueño

Acababa de ser sincero, de ser franco, de ser nuevamente yo, o parte de quien fui, y de quien me había propuesto ya no ser más. No me importaba volverme a arriesgar, a dejar que aparezca el otro yo que llevamos todos adentro, ese yo que está lleno de inocencia, de entusiasmo por el amor, por la esperanza de que todo lo que parece imposible alcanzar se puede lograr. Mirando el cielo soleado, volví a clamar a gritos una oportunidad; me volví a poner de cara a lo que podría suceder, me sentía dispuesto a escuchar cualquier respuesta que ella me diera: pero tenía la seguridad que seria positiva.
Acaba de perpetrar ese acto valiente y loco que meses atrás había desertado de hacerlo. Pero hoy estaba bajo los efectos del impacto que me dejo ver su bello rostro, de haber escuchado su linda voz; por lo que no existía en mí la mínima sensación de arrepentimiento. Estaba dispuesto a embarcarme en ese viaje con destino a la felicidad. No me importaba nada, solo quería llegar y estar frente a ella, que sepa de una vez que no podía estar ni un minuto más sin su compañía. Yo no tenía ningún reparo en formalizar con ella, sabía lo que significaba todo eso, estaba seguro que podía someterme a esos largos e interminables viajes para visitarla al lejano lugar donde vive. También estaba convencido que podía enrolarme a su vida agitada, de la cual de pequeño siempre soñé vivirla, pero que me desanimo el trajín que esta profesión lleva consigo. Pero el destino me volvía aponer en esa interesante situación de escoger entre una vida calmada o una vida llena de viajes, y esta vez yo solo podía elegir esa opción que antes siempre la rechace, pues esta vez lo hacía por la persona a quien quiero. Estaba muy confiado de lo que podía hacer, me sentía un hombre completo, había olvidado cualquier mala experiencia pasada para vivir esta experiencia que algo me vaticinaba sería muy buena, muy provechosa y quizás la que marcaria mi felicidad eterna. Estaba dispuesto a todo, tenía mi maleta en la mano para ir a visitarla en las próximas vacaciones, esta consistía de un chullo, un par de guantes, 2 casas térmicas y todos mis ahorros para irme a ese país de intenso frio donde ella vivía. No tenía ningún discurso preparado para cuando llegue, estaba dispuesto a conversar con sus padres de la manera más natural, a sincerarme con ellos, a explicarles cuanto quería a su hija, y el porque consideraba que podíamos ser felices los dos. Mientras ordenaba mi cuarto antes de salir al aeropuerto escuchaba esos villancicos propios de la navidad, los mismos los que escuche con ella en las últimas fiestas y que ahora solo quería volver escucharlos por siempre junto a ella. Los días venideros serian de alegría en la lejana Europa, donde desde mi llegada al aeropuerto al encontrarla esperándome, le daría un beso y así lo repetiría todos los días que permanezca ahí. Todo me salió bien felizmente, el viaje no fue pesado, llegue muy bien, casi me desmayo al salir a la sala de esperas y verla con ese mismo vestido que usaba cuando me enamore de ella. Me acerque, la abrace fuerte, sentí en ese momento que mi vida se renovaba. Me dio vergüenza besarla delante de todos, solo le deje un beso en la frente y le prometí muchos más para cuando estemos en privado. Nos fuimos caminando, afuera estaban sus padres, observe ahí el inmenso aeropuerto; este lugar parecía una congeladora, el frio me atravesaba por todo el cuerpo, a pesar que llevaba puesto ese abrigo que lo compre de oferta en mi país, sentía que me congelaba. Pero lo olvide todo al saber que congenie con sus padres. Camino al hotel- donde me hospedaría, algo que ellos y yo preferíamos así- conversamos mucho, felizmente ellos también hablaban el idioma universal, así que nos fuimos conociendo mejor, entendieron mi posición, captaron el mensaje que traía desde muy lejos : estaba enamorado de su hija, no quería jugar con ella y por eso había venido desde tanta distancia. Fui un par de veces más de visita a ese país, me gustaba ya la ciudad, olvide el frio clima que se vivía ahí en esas temporadas , más bien yo lo calentaba con tantos besos y abrazos que le daba a ella en cada bienvenida que me daba . La última vez que fui, no sé cómo, pero salí solo del aeropuerto, y me dirigí a su casa para darle la sorpresa de mi llegada intempestiva. Esa vez tuve el valor de hablarles a sus padres de matrimonio, de ponerme en evidencia ante ellos, pero no podía seguir ocultándoles que buscaba la unión con su hija, que había encontrado en ella a la mujer ideal. Ellos querían saber más de mí, por lo que vendrían a lima para conocer a mis padres, y así fue, las cosas salieron muy bien aquí en el Perú. Posteriormente me aceptaron como su futuro yerno, así que coordinaríamos todo para una ceremonia familiar aquí, luego si Dios lo quería, el matrimonio se realizaría allá. Estaba encaminado, sentía que al fin me uniría con ella por toda la vida. Nos queríamos, eso para mí era lo más importante.
Una de esas que ella llego a lima de visita, luego de haberla dejado en su hotel junto a los suyos; regrese a casa y creí que todo era un sueño, busque a alguien que me diera un par de patadas en el trasero para hacerme creer que todo esto que vivía era la realidad.
Esa noche había cenado frejoles, siempre estilo comer eso por en las mañanas, aunque esta vez hice la excepción, porque anduve casi todo el día de paseo con ella, además que terminábamos de tramitar lo necesario para nuestro matrimonio. Siempre me hice la idea desde pequeño que comer frejoles en la noche me producía pesadillas, sin embargo ahora no temía eso, ya que solo quería irme a la cama para soñar con ella. Llegué a quedarme dormido, pero con el estomago lleno. Tuve una pesadilla: llegaba el día del matrimonio, y ella y sus padres no se presentaban, una llamada desde una ciudad lejana en la que me pedía disculpas y me advertía que no podía casarse conmigo, que no me quería. Desperté muy asustado el día de hoy, quería asegurarme que se casaría conmigo, mama sintió que estaba despierto, me pregunto desde lejos i me servía mi desayuno. Baje, en la concina mientras desayunaba mama me habla de todo, menos de mi matrimonio. Termine de desayunar y subí a mi habitación, abrí los cajones para buscar mi ropa y bañarme; ahí encontré mi pasaporte, me entro curiosidad por verlo, sospechaba que todo había sido un sueño, lo comprobé, no tenía ningún sello de entrada a ese lejano país de Europa en el cual vivía ella. Ósea no iba a haber matrimonio, tampoco me iba a dejar plantado, y lo mejor de todo es que no había gastado esa cantidad de dinero- que siendo sincero no la tengo-que pensaba que lo había hecho en esos inexistentes viajes de aventura que emprendí en mis sueños provocados por mi estomago pesado. Tras el alivio de comprobar que todo fue un sueño, mi otro yo volvió a aparecer; lo deje que se instale en mí, lo necesitaba. Apareció ese hombre sensato y realista, que sabía que detrás de toda pesadilla puede estar la realidad y que un plato de frejoles no siempre nos puede llevar directo al inodoro como lo creemos, sino también, a las más hermosas ciudades del viejo continente y en compañía de la más mujer mas hermosa de la tierra.
pAnChO

LA COLUMNA DE GUILLERMO GIACOSA : Reflexiones infernales


Hace un tiempo, cuando ya el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial casi nos habían logrado convencer de que el infierno tan temido es pertenecer a los sectores modestos de los países pobres, la revista La Civilización Católica, publicada por los jesuitas pero supervisada por el Papa, nos anunció que el infierno existe y es eterno.

“¡Otro!”, dice uno, y trata de imaginar como se las arreglarán en la eternidad para superar las angustias del desempleo, del hambre de los hijos, de la dignidad reiteradamente pisoteada, etc., que padecen más de dos mil millones de personas en este planeta. Además de la ignorancia y la superstición que contribuyen, generosamente, a que las cosas sean como son. Los demonios deben ser un modelo de creatividad para ser más degradantes que algunas de las invenciones de los seres humanos.

Veamos algunas perlas cristianas destinadas a asustar a los pobres para que obedezcan a los ricos, pues de eso se trata... aunque algunos ricos también terminen asustados.

San Basilio habla de fuegos inextinguibles y gusanos imperecederos, supuestamente hechos del mejor amianto producido por alguna trasnacional de alta tecnología celestial. Tertuliano dice que parte del gozo en el Paraíso será, el Día del Juicio, ver a reyes y poderosos lamentarse en la más densa oscuridad, arder a los filósofos en compañía de sus discípulos y a los poetas y a los comediantes devorados por las llamas eternas. Si me atengo a esta horrible descripción de Tertuliano debo terminar admitiendo que el cielo solo está hecho para los sádicos que gozan del sufrimiento ajeno. Quizá sea más sensible de lo necesario pero el sufrimiento, incluido el de personas que por una razón u otra he detestado o detesto, me produce aflicción. La compasión, según las neurociencias, está incrustada en nuestro cerebro y es una de las causas que nos ha permitido sobrevivir como especie.

También había advertencias terribles para los usureros, sin especificar si ellas incluían algunos organismos financieros internacionales, para los fornicadores (yo, tú, él, nosotros, vosotros, ellos), los amantes de la danza (Nureyev ya debe ser un chicharrón calcinado) y los parcos en los donativos a la Iglesia (esta sí que desnuda las malas intenciones de quienes solían medrar gracias a sus hábitos).

La advertencia actual, felizmente, no incluye estas categorías. Se dice que “Dios no está con el fusil en la mano, listo para mandar al infierno al que comete pecados banales”. El infierno, en su nueva versión, es un estado de privación de Dios destinado a quienes incurren en la soberbia del orgullo de la negación, rechazando a Dios para afirmarse a sí mismos. Difícil de entender. Uno no rechaza a Dios, simplemente no cree.

Este regreso del infierno a los primeros planos quizá pretenda ser un arma pedagógica (de inutilidad demostrada) para detener el mal o quizá sea, como afirman los más informados, parte de un debate teológico instalado desde hace tiempo en el seno de la Iglesia.

MENSAJE A LA CONCIENCIA - POR EL HERMANO PABLO



¿ES POSIBLE CANTAR EN MEDIO DEL DOLOR?

Sentido, emotivo y patético fue el funeral. La iglesia estaba llena de flores; los concurrentes, emocionados. El pastor oficiante se mostraba serio, pero con un rayo de luz en el rostro.

En el pasillo de la iglesia, una iglesia bautista, de Chicago, Estados Unidos, había seis pequeños féretros. Eran los féretros de los seis hijitos del pastor, el reverendo Duane Scott Willis, muertos en el incendio de un automóvil. Junto a él, serena y tranquila, se hallaba su esposa Janet.

El órgano emitió las notas de una melodía, y toda la congregación entonó el gran himno clásico cristiano: «Sublime gracia».

¿Es posible cantar en medio del dolor? Sí, lo es.

Este suceso conmovió a toda la ciudad de Chicago. En el trágico incendio de un microbús, murieron seis hijitos del pastor Willis. El mayor tenía trece años; los dos menores, mellicitos, sólo seis semanas. El fuego inesperado y brutal los abrasó en sus llamas, convirtiéndolos en una hoguera humana.

¿Cómo pudieron los padres sobreponerse al golpe? ¿Cómo pudieron permanecer de pie, serenos y tranquilos, mientras se oficiaba el funeral? ¿Cómo iban a poder, de ahí en adelante, seguir predicando acerca del amor de Dios y la fe triunfante en Jesucristo? Por el amor de Dios que tenían en el alma y la fe triunfante en Jesucristo que atesoraban en el corazón.

Es que estaban seguros de que no habían perdido a sus hijos para siempre. Sabían que el reino de los cielos le pertenece a los niños, tal como dijo Cristo. Y los que tienen esta fe se sobreponen a todas las tragedias y calamidades de la vida.

¿Es posible cantar en medio del dolor? Sí, con toda seguridad. Esto lo han atestiguado cristianos en el transcurso de los siglos. En medio de persecuciones, de catástrofes y de castigos crueles, los verdaderos cristianos han cantado alabanzas a Jesucristo. Han seguido el ejemplo del apóstol Pablo, que cantó a medianoche en la cárcel de la ciudad de Filipos después de haber sido azotado cruel e injustamente. Y con buena razón han citado las palabras del magno apóstol a los creyentes en Cristo de esa misma ciudad: «... Para mí el vivir es Cristo y el morir es ganancia» (Filipenses 1:21).

Es por la fe sincera en Cristo que vencemos el dolor. Es por la fe genuina en el evangelio de Cristo que nos sobreponemos a las tragedias de esta vida. Es por la fe en Dios que cantamos cuando las lágrimas corren por nuestras mejillas. Porque sabemos que nuestro Señor nos sostiene en medio del dolor.

EN CUALQUIER MOMENTO CON GABRIELA FRIAS, SIEMPRE ALGO CORTO PERO EFECTIVO


Hola a todos. Que viva Mexico.

viernes, 10 de septiembre de 2010

Yo no tengo mi princesita

Cuando escucho o leo que todos los muchachos que me rodean, amigos, familiares y conocidos, diciendo o escribiendo: te quiero mi princesita, debo admitir que yo no tengo una princesita. Aunque conozco a la chica a quien quisiera hacerle de ese título, pero no es mía, y tengo dudas si un día lo será. Debo aceptar la realidad, en las noches cuando estoy a punto de dormir pienso en que bueno sería tener una princesita, mi princesita; vivir todos los días de la semana esperando el sábado para salir con ella a pasear, para renovar nuestro amor con besos,abrazos y dejando que el destino se encargue de todo lo demás. A estas alturas de mi vida, con tantos años que llevo yendo de aquí para allá, ganando y perdiendo batallas, no me interesa lo que puedan pensar cuando confieso que no tengo a una princesita a mi costado. Pero si me interesa el saber por que no puedo conseguir que ella sea mi princesita, quiero ser feliz, tener a mi princesita y ya no esperar hasta mañana para sonreír. Por que se me ha complicado el trámite que debo realizar para que ella me acepte y por fin pueda yo ser feliz.;si siempre es fácil comprender el mensaje que te da una chica cuando también siente algo por ti. O yo no lo puedo comprender, o ella, no siente nada por mí.
En esta vida en la que uno debe caminar por caminos empedrados, desnivelados, se va acostumbrado a la lucha constante por la supervivencia. Aunque es conveniente andar con alguien, tener la compañía de la persona que en las buenas y en las malas agarre de tu mano y te transporte a el mejor de los mundos, a los días soleados y a las mañanas eternas. Pues así aquí todo luzca oscuro , y las noches se nieguen a convertirse en día; la princesita de mi vida – o de la vida de cada uno- tiene la particularidad que como por arte de magia transforma tu carácter malhumorado en el mas complaciente que existe, ya que ella es tu pareja ideal, es la chica que puede convertirlo todo en amor. En conclusión, ella es la persona que tiene poder sobre tu corazón. Explicar tanto para solo decir lo que toda persona enamorada puede comprender y, sobre todo, la persona que ya tiene consigo a su pareja ideal.
Todas las mañanas veo a quien deseo y estoy seguro que es mi princesita, la muñequita que ha mandado Dios para mí, aunque a pesar de eso dudo si será mía, ya que no veo en su sonrisa- que es la más linda, y la muestra solo para mí- la de una mujer enamorada, de la persona que puede corresponder a todo el amor que siento por ella. No encuentro la explicación, quizás deba intentar mas, o capaz, deba olvidarla. Pero concluyo que no hay nadie como ella. Al fin me siente enamorado, feliz y a punto de encaminarme hacia la felicidad junto a ella. Pero como en un círculo vicioso, termino siempre confundido porque no la veo convencida que quisiera estar conmigo. He tenido la oferta de irme a trabajar fuera de la ciudad, pero no sé si por tonto, o por ser un convencido de que algo con ella resultara, me he quedado aquí. Quizás pueda haber actuado como un niño enamorado, pero el amor no se puede postergar, el amor esta rondando y yo debo capturarlo de una vez. No voy a arrepentirme, me he quedado aquí porque quiero conseguir a mi muñequita, tengo aun las vagas esperanzas que algún día gritare mirándola a ella: "eres mi muñequita y te quiero mucho, y solo contigo soy muy feliz". Los días pasan, las esperanzas se van reduciendo pero nunca se extinguirán. Aun espero ese día en que la pueda abrazar y besar como lo hace uno con su chica. Voy a ser un acto de valentía, y voy a dar mi última pelea por mi muñequita; no sé qué hare, pero averiguare de buena fuente, de la mejor fuente si ella desea algo conmigo.Todo lo que escribí a partir de un mensaje que puso un amigo vía el internet, y que un familiar lo grito en una reunión en la que nos encontrábamos-de cuanto ellos quieren a su Princesita- de eso me salieron tantas palabras que solo se pueden sintetizar en una frase. “Yo ando en busca de mi princesita, y aunque ya la encontré, no es mía aun, por lo que busco que sea mía lo más pronto posible”. Ahora no me siento tan ridículo como lo pensé de mi amigo cuando leí su mensaje.Y tambien cuando leo todos lo de los muchachos que también se refieren de esa manera tan cariñosa a sus respectivas chicas. Recién comprendo lo importante que es tener a una muñequita a tu lado , y en mi caso, aun mas privilegiado yo lo seré. Porque tendré a la muñequita más linda del mundo.
¡Te quiero mucho mi muñequita!
pAnChO

LA COLUMNA DE GUILLERMO GIACOSA : Fidel y la homofobia


El diario mexicano La Jornada reproduce una entrevista a Fidel Castro en la que se hace referencia al tema de la homosexualidad. Pregunta la periodista: “Comandante, todo el encanto de la Revolución Cubana, el reconocimiento, la solidaridad de una parte de la intelectualidad universal, los logros frente al bloqueo, en fin, todo, todo se fue al caño por causa de la persecución a homosexuales en Cuba”.

Fidel pide tiempo para recordar. Y dice: “Fueron momentos de una gran injusticia, ¡una gran injusticia!, la haya hecho quien sea. Si la hicimos nosotros, nosotros. Estoy tratando de delimitar mi responsabilidad en todo eso porque yo no tengo esos prejuicios”.

–“Se sabe que entre sus mejores y más antiguos amigos hay homosexuales. ¿Cómo se conformó, entonces, ese odio al diferente?”.

Fidel piensa que todo se fue produciendo como una reacción espontánea en las filas revolucionarias, que venía de las tradiciones. En la Cuba anterior no solo se discriminaba a los negros: también se discriminaba a las mujeres y, desde luego, a los homosexuales. “Pero no en la Cuba de la nueva moral, de la que tan orgullosos estaban los revolucionarios…”.

–¿Quién fue, por tanto, el responsable, directo o indirecto, de que no se pusiera un alto a lo que estaba sucediendo en la sociedad cubana? ¿El Partido? ¿Por qué el Partido Comunista no elimina de sus estatutos la discriminación por orientación sexual?

–“Si alguien es responsable, soy yo. Es cierto que en esos momentos no me podía ocupar de ese asunto… Me encontraba inmerso en la Crisis de Octubre, en las cuestiones políticas”.

–“Pero esto se convirtió en un serio y grave problema político, Comandante”.

–“Comprendo. No lo supimos valorar (…): sabotajes sistemáticos, ataques armados, se sucedían todo el tiempo: teníamos tantos y tan terribles problemas, problemas de vida o muerte, ¿sabes?, que no le prestamos suficiente atención”.

–“Después de aquello, se hizo difícil la defensa de la Revolución en el exterior. La imagen se había deteriorado en algunos sectores, sobre todo de Europa”.

–“Comprendo”, repite, era justo…”.

–“La persecución a homosexuales podía darse con menor o mayor protesta, en cualquier parte. No en la Cuba revolucionaria”, le digo.

–“Comprendo: es como cuando el santo peca. No es lo mismo que peque el pecador. Piensa tú cómo eran los días nuestros en aquellos primeros meses de la Revolución: la guerra con los yanquis, el asunto de las armas y, casi simultáneamente, los planes de atentados contra mi persona. No podía estar en ninguna parte, no tenía ni dónde vivir. Las traiciones estaban a la orden del día, y tenía que andar a salto de mata. Escapar de la CIA, que compraba traidores, a veces entre la misma gente de uno, no era cosa sencilla; pero en fin, de todas maneras, si hay que asumir responsabilidad, asumo la mía. Yo no voy a echarle la culpa a otros”. Solo lamenta no haberlo corregido entonces.

EN CUALQUIER MOMENTO CON GABRIELA FRIAS, SIEMPRE ALGO CORTO PERO EFECTIVO


Feliz viernes! Las bolsas marcarán un minuto de silencio en recordación de las víctimas de los atentados del 9/11. El Nymex ya lo marcó

MENSAJE A LA CONCIENCIA - POR EL HERMANO PABLO


DAME LA MANO
Ocurrió en una fábrica de una ciudad de Italia. Comenzaron con uno solo, un objeto pequeño que podían ocultar fácilmente. De ahí pasaron a dos, y luego a tres. Lograron ocultar hasta cuatro, dos en cada mano. Fue así como los empleados de esa fábrica de armas llegaron a robar dos mil pequeñas pistolas automáticas.

Aquellos empleados, deshonestos hasta lo sumo, robaron armas que tenían un nuevo diseño, pistolas pequeñas que fácilmente podían ocultarse en la palma de la mano. Luego se las vendieron a jóvenes, amigos de las armas de fuego. De ahí que anduvieran por las calles dos mil adolescentes que lo mismo podían dar la mano que pegar un tiro.

La palma de la mano, abierta y franca, que se extiende en sincero saludo de amistad, es una señal de civilización. El hombre inventó el darse la mano abierta como signo de afecto, precisamente para mostrar que no ofrece el puño cerrado, que es signo de ataque y de pelea.

Pero a raíz de esos robos y de esas malditas pistolas, dos mil manos podrían lo mismo ofrecer amistad que dar la muerte. Lo cierto es que la mano hace lo que el corazón le dicta: puede acariciar suavemente las mejillas del ser amado, o puede cerrarse ferozmente para estrangular una víctima.

La Biblia nos relata la historia del encuentro entre Jehú, rey de Israel, y de Jonadab, rey de Judá, en estos términos: «Jehú se encontró con Jonadab hijo de Recab, que había ido a verlo. Jehú lo saludó y le preguntó: “¿Me eres leal, como yo lo soy contigo?” “Lo soy —respondió Jonadab.” Jehú replicó: “Si es así, dame la mano”» (2 Reyes 10:15). Y se dieron la mano en señal de amistad.

Dos grandes manos están extendidas continuamente hacia la humanidad. Ambas son fuertes y poderosas. Una es la mano de Satanás, el enemigo de la humanidad. Él quiere agarrar a todos los hombres, aprisionarlos fuertemente, inmovilizarlos y destruirlos. Lleva en la palma una pistola mortífera que da tiros certeros al corazón.

La otra mano es la de Cristo. Él no lleva ninguna arma escondida. No porta pistola, ni daga ni puñal. En Cristo no hay engaño ni artificio, ni sutileza disfrazada ni perspicacia seductora, sino todo lo contrario. Cristo muestra en sus manos la señal de unos clavos que un día lo clavaron a una cruz. Son manos amigas que ofrecen amistad y salvación.

¿Cuál mano de las dos vamos a tomar: la de Satanás o la de Cristo? La decisión es nuestra. Tomemos la de Cristo. De hacerlo así, su fuerte mano amiga nos salvará eternamente.

viernes, 3 de septiembre de 2010

Noche bienaventurada

He llegado a este lugar en una noche de invierno aquí en lima. Acabo de almorzar, algo inusual que lo haga a esta hora, pero he estado todo el día fuera de casa haciendo lo que más me gusta- no por eso contento de haber tenido que renunciar a el almuerzo-. Con el tiempo vencido pude llegar a casa para alimentarme y lavarme la cara, luego salí apurado, cogí un taxi para llegar aquí puntualmente. El parque luce igual, las bancas también- salvo que han sido repintadas en estos tantos años que deje de venir aquí- Pero sigue pareciéndose al mismo en el que corrí por primera vez allá por 1987 cuando la profesora Vicky muy asustada nos cuidaba a mis compañeros y a mi por temor a que nos vayamos a la pista a jugar y seamos atropelladlos por los autos que pasaban por ahí. De ese temor mostrado por nuestra profesora de el primer grado de primaria, debo confesar que todos gozábamos de una manera cruel propia de la niñez.
Estoy parado en el parque y no puedo demorarme mucho en contemplarlo, debo entrar a las instalaciones de mi ex colegio a escuchar esa conferencia de interés para mi carrera- y si, de mucho interés-. Falta solo un minuto para que empiece y yo aun recordando tantas cosas que viví en este colegio, una de los tantos inolvidables precisamente fue cuando la profesora Vicky me celebro mi cumpleaños con una pequeña fiesta sorpresa, en la cual mis compañeros y yo disfrutamos de gaseosas, chizitos y galletas de animalitos. Entro, subo las escaleras ya que el auditorio se encuentra el tercer piso- aquel que lucía deshabitado el último año de la primaria cuando lo vi por última vez-, entro ahí, ya no eran caras conocidas, era gente nueva, igual busco un lugar estrategico y tomo asiento. Llega el expositor de la conferencia junto al rector y al decano de la facultad quien invito a este reconocido ingeniero que podría salvarme la vida. Le damos un aplauso de bienvenida, pienso que esta vez dejare mi espíritu periodístico, el cual he estado ejerciendo toda la mañana en la oficina, para estar en silencio escuchando la exposición y guardar saliva para cuando lo aborde y le pida ese favor que puede definir mi vida.
Es el socio mayoritario de una de las compañías minera más grande del Perú, uno de los hombres más millonarios del país, y el que tiene toda la influencia necesario como para incorporarme a mí que soy ingeniero de este sector. Escucho su conferencia, tengo discrepancias con él, al igual que siempre las he tenido con otras compañías minera. Pero esta vez, como lo escribí antes, me quedare en silencio y esperare que este juegue a favor mío. La conferencia se hace larga, pero interesante. Muchas preguntas incomodas recibe la personalidad invitada, y yo me alegro de no ser yo quien pone en aprietos a este ingeniero que espero me saque de los aprietos laborales en que vivo hoy en día. Termina la conferencia, todos salen apurados, ya es tarde. El que menos quiere llegar a casa a tomarse una taza de café por el frio, y yo también lo quiero hacer, pero contento por la seguridad de tener el puesto de trabajo ya conmigo. Observo de lejos los movimientos de este ingeniero, quien se ha convertido en una persona clave para mi, espero el minuto indicado para entrar como un sicario avezado y realizar el disparo certero –el de mi pedido laboral-, veo de lejos que es homenajeado por el personal de la universidad, le entregan diplomas y obsequios. Por un momento pienso que es imposible que el me de trabajo, ya que soy un desconocido para él. Pero de igual manera deseo acercarme y salir de la duda de si me puede ayudar o no. No me atrevo a decirle nada, lo veo tan ocupado agradeciendo los representantes de la universidad que lo invitaron, temo hacer me ignore y haga un papelón. Recuerdo que aquí, en este mismo escenario enfrente a muchos profesores que me reprobaron con justa razón y con notas muy bajas, pero a las finales pude salir airoso de esa batalla. Así que debía reaccionar ante esa vergüenza que estaba invadiendo mi ser, y que se podría llevarse mi gran oportunidad laboral. Estoy decidido a decírselo, me acerco a la puerta de salida del auditorio para abordarlo aquí, para sorprenderlo sacando mi hoja de vida como ametralladora y dispararle junto a mi presentación personal y profesional. Salgo veo mucha gente, es que el auditorio se encuentra a el costado de la cafetería. Veo una cara conocida, esa persona también me mira, es una ex compañera de colegio, Elizabeth, justo estudiamos aquí toda la primaria. Una gran amiga, alguien de que tengo buenos recuerdos porque es un de las pocas compañeras que estudio conmigo también la secundaria. Seguro en nuestras cabezas la pregunta era que haces aquí? Nos acercamos, nos saludamos, y sin que ella me preguntase algo, le conté que vine por la conferencia que se realizaría aquí. Había mucho de que conversar, pero yo estaba con la mirada hacia la puerta por la cual saldría el salvador, el hombre que me daría un empleo. Mientras ella me conversaba, paso el ingeniero, no pude acercarme al, y solo tuve el plan de alcanzarlo en el estacionamiento. Elizabeth me preguntaba por mí, por lo muchachos del colegio con los que todavía frecuento. Yo le pregunte por ella, contenta me enseño en uno de sus dedos de la mano en el que llevaba su aro de compromiso. Me caso el próximo año.- me dijo-, pude ver su sonrisa de una mujer verdaderamente enamorada, y me dio mucha alegría. Le exprese mis deseos de suerte para su próximo matrimonio, sospechaba que iba a ser feliz. Me dijo que debía volver a la cafetería, que una amiga la esperaba ahí, que había pasado por el auditorio y me vio sentado escuchando la conferencia. No creía que eras tú - me dijo-. No me dejaba de preocupar que el ingeniero se estuviera yendo, pero tampoco quería cortar una conversación con una persona a quien no veía exactamente hace 13 años, y a quien había visto durante toda mi vida por 10 largos años en el colegio. Llego el momento de despedirnos, habíamos hablado mucho, me sentí bien al recordar tantas cosas que nos sucedieron en el colegio, creí que era como un complemento a lo que recordé al llegar aquí después de muchos años. Le pedí que no se olvide invitarme a su matrimonio,- así lo hare- me respondió. Nos despedimos, habíamos conversado por 15 minutos, tiempo en el cual aun el ingeniero no había salido del local, ya que escuchaba su voz. Baje corriendo a el estacionamiento, estaba justo el abordando a su camioneta de lunas polarizadas, sus chofer y guardaespaldas lo flaqueaban. Pero cuando ya estaba por acercarme, salió su auto y al estar afuera a velocidad se dirigió a la avenida principal. Entonces me quede mirando el auto hasta que desapareció de mi vista, me puse a pensar que había perdió la oportunidad de conversar con el hombre fuerte de la de una de las minas más grandes de el país, que esa oportunidad se acababa de ir en esa camioneta. El hubiera cambiado mi suerte?, fue la pregunta que me hice a mí mismo, me respondí que solo es uno, quien puede cambiar su suerte. Por lo que concluí que eso de ir buscando a la gente para que te de una oportunidad no es del todo recomendable, porque si ellos no llegan a solucionar tus problemas- sea porque no pueden o no quieren- , te vas a sentir siempre desilusionado y frustrado .En fin, pensé que la conferencia había sido buena, que había sido un gusto encontrar a Elizabeth, a mi ex cole muy cambiado. Y sobre todo recordar que el día que la profesora Vicky celebro mi cumpleaños en el aula de clases, Elizabeth junto a Pablo Huertas se comieron todo lo que quedo de galletas de animalitos y chizitos, algo que en ese momento me enfureció, porque yo quería llevarme todo lo sobrante para comerlo en casa junto a mi hermana y abuela. Pero hoy todo eso me causaba risa, y me provocaba entrar a la cafetería y pedirle a Elizabeth que me devuelva los bocaditos que se comió aquella vez.
Saliendo del colegio y caminado alrededor del parque, recordé cuando me retiraba de aquí en mis épocas de colegio, triste como hoy por haber sacado malas calificaciones, ya que no siempre me fue bien en el colegio. Pero también recordé cuando en el sexto grado de primaria mi papa venia a recogerme y nos íbamos juntos caminando a casa, además también vinieron a mi mente, los días que me iba con el caminado y me compraba galletas y Tor-Tees. Todos estos recuerdos me demostraban que no estaba solo al salir al salir de aquí, sino que papa también lo hacía conmigo, aunque ahora en pensamiento desde la casa. Camine hacia el paradero de buses para tomar el ómnibus que me llevaría a casa; no sé por qué, antes de abordar el ómnibus que me llevaría a casa, compre galletas y tor- tees.
pAnChO

EN CUALQUIER MOMENTO CON GABRIELA FRIAS, SIEMPRE ALGO CORTO PERO EFECTIVO


Hola a todos.Barack Obama dice que la próxima semana analizará medidas adicionales para impulsar la economía para acelerar crecimiento en empleo.