martes, 29 de marzo de 2011

Mí querido tío

Hoy se cumple 20 años desde tu partida, y en todos estos años que han pasado ha sido imposible no hablar de ti cuando estamos reunidos en familia, cuando mama nos cuenta de tantas anécdotas que vivió junto a ti y, sobre todo, cuando hablamos de lo cuan arriesgados a veces hay que ser en esta vida para poder alcanzar nuestras metas. Lo poco que recuerdo de ti, lo recuerdo como un ejemplo de vida. Ya que puedo dar certeza que eras un hombre de mente positiva, con muchas ganas de triunfar y sobre todo con un corazón tan noble con sus padres y con los demás, tus familiares. Mama siempre nos cuenta de que tu meta fue llegar a “Los Estados unidos” por mejores oportunidades, y en esa peligrosa travesía de calar allá, terminaste en aquel país en el cual hoy en día vive parte de la familia, o casi todos. Esa aventura tan valiente que emprendiste hace ya 40 años, tal como lo cuentan todos, no solo resulto beneficiosa para ti, sino, también, para los abuelos y en general para todos. Fuiste un visionario, supiste que había mejores oportunidades allá afuera y lo arriesgaste todo por salir. Y con el tiempo se puede ver que la meta esta lograda. Felizmente ninguno de quienes animaste a viajar luego que el camino ya estaba hecho desaprovecho esa chance que se le presentaron por aquel destino que te atreviste a conocer. Como tú ya lo sabes, tuve la oportunidad de conocerte poco, pues era muy pequeño la única vez que viniste de visita. Sin embargo, mi hermana y yo guardamos esos gratos recuerdos de las pocas veces que tuvimos la oportunidad de alternar contigo, de conversar, de dialogar y sobre todo de salir de paseo por aquellas calles y avenidas que hasta hoy las recorro. Cada vez que mama me cuenta de ti, lo hace con una alegría de hermana que a pesar de que ya no estás con nosotros físicamente, te haces inolvidable para ella y para todos- pienso-.Al hablarme ella de ti, me identifico contigo. Me entran ganas de encontrarte y conocernos más ,de conversar todo lo que en estos 20 años no lo hemos podido hacer; ya que me veo reflejado en cada unas de tus acciones, sobre todo en esa, como dice mama: eso de andar planchando miles y miles de veces los pantalones y sacos. Pues estoy seguro que ambos tememos que la más mínima arruga nos escolte durante todo el día, nos incomode y hasta nos pueda arruinar una cita de trabajo a una cita con aquella chica que hemos guiñado. No voy a olvidar aquel viernes santo del año 1991- hace 20 años- cuando sonó el teléfono y eran mis tías para comunicarle a mama que acababas de fallecer, que esa terrible enfermedad que tanto odio como es el cáncer, te había ganado la batalla. Esa noticia significo mucho para nosotros, para mí quizás la sentencia que nunca mas volvería a ver a aquel tío divertido, de buen carácter y de gran nobleza del cual mama siempre hablaba. Aquella tarde ya oscureciendo sentí pena por tu partida, pero también por mama, porque fue una de las pocas veces que la vi sufriendo, llorando desconsolada, sintiendo que le era irreparable tu partida, ya que por lo que hasta hoy escucho de ella y de todos mis tíos, fuiste un gran hermano. Mama, papa, hermana y yo fuimos a la iglesia en aquella noche de esa triste noticia a rezar por ti. Dentro de la parroquia llego a mi mente aquella tarde de 1988 cuando viniste de visita a casa y te enseñe mi examen del colegio del curso de ingles- el cual había aprobado con alta nota-, ya que sabía que tú eras una de esas personas con habilidades para aprender idiomas y que por supuesto, al hablar el ingles, me felicitaste y me dijiste que siga estudiándolo pues algún día lo necesitaría cuando fuera al país donde vivías y adonde extendiste la invitación a todos los familiares. Esa misma tarde nos sacaste a pasear a mi hermana y a mí: compramos frutas y pasamos por el taller de zapatería para que te reparé un par de zapatos elegantes comprados en le extranjero que dejaron boca abierta al zapatero. Y por supuesto que nos demostraste todo ese cariño que sentías por mi mama que nos salpicaba a nosotros tus sobrinos. Cada vez que como un plato “arroz con pollo” en casa, me recuerdo que abuela los cocinaba con esa sazón que sol ella tenía y por lo exquisito que le salía se convirtió en tu plato favorito y estoy seguro que ella de vez en cuando lo preparada allá arriba en esas reuniones en que de seguro se reúnen los 4 abuelos junto a sus hijos que ya están por esos lares. No solo te admire por tu forma elegante de vestir, por tu buen gusto por los autos, por tu gran amor al trabajo, tu sacrifico por mis abuelos, etc. Sino, porque eras una persona A1, un hombre noble, desprendido, tan buen tío y sobre todo un gran gran hermano. Mama me conto que fuiste el primero quien la llamo el día en que nací y con una voz tranquilizadora y de tanta hermandad le dijiste que todo saldría bien, que esas cosas suceden y que no es para alarmarse, ya que era un niño robusto y muy sano. Sabía que tenías un plan, de eso planes que a veces yo también tengo para poder solucionar las cosas. Sé que si hubieras estado vivo lo hubieras cumplido, pero el tiempo te gano, de igual manera fue una idea extraordinaria, mejor solución no me podía esperar. Al final por cosas del destino, por tu partida tan rápida no viaje, pero lo que tengo por seguro era que aquí o allá yo te hubiera seguido queriendo mucho y de seguro cuando me hiciera adolescente hubiéramos hablado de tantas cosas , además de darme infinidad de consejos sin dejar de ser decente y respetuoso. En la navidad del año en que falleciste, descubrí una de tus canciones favoritas: la “ mamita” quien había venido a lima para pasar las fiestas con nosotros y así tratar de aliviarse un poco de la tan triste noticiado que tuvimos de ti a principio de año, soltó en llanto cuando papa inocentemente escuchaba música y programo la instrumental tocada por “Ray Conniff y su orquesta “ la conocida “Perfidia”, ahí supe que era tu canción , la canción de papa también y la mía desde aquella noche buena de 1991. Creo que la vida a veces no es tan justa, o si quiero dejar de hablar de injusticias, opino entonces que no siempre hay vida para vivir las recompensas .Pues con todo lo que trabajaste llegando allá y lo que hubieras trabajado si no hubieras muerto, ahora estarías descansando y viajando como siempre lo soñaste hacer y no podías por el trabajo y por el siempre hecho de ver por los abuelos. Te cuento que en mi habitación aun tengo la tarjeta que me enviaste cuando cumplí un año de nacido. Ahí me llamabas “el gordito”, jajajaja. Y tengo también una casete que grabaste hace ya 23 años cuando acababas de regresar del Perú en donde nos cuentas que la pasaste muy bien aquí en tu país, en nuestro país y que regresaría pronto aunque ese pronto jamás paso. Ahí puedo escuchar tu voz, también tenias un buen manejo de labia, jajajaja. Además, hasta ahora tengo los lentes de verano que eran tus favoritos y que por intermedio de mi tía me los hiciste llegar. También están conmigo tus guantes de cuero y ese pijama que de tanto usarlo ya luce gastado, pero para nada digna de ser echada. Tío, solo puedo decir que para todos nosotros tu siempre estarás en la tierra, porque olvidar a una persona tan buena como tu se hace imposible. Un buen hijo, un buen hermano, un buen padre y en general una gran persona ese era tu. Te confieso que me gustaría que si algún día -Dios no quiera -me pase algo, me recuerden así como a ti: como a una persona que no tenía ningún enemigo, más bien, muchos amigos. Hasta siempre tío.


pAnChO

EN CUALQUIER MOMENTO CON GABRIELA FRIAS, SIEMPRE ALGO CORTO PERO EFECTIVO


Feliz martes: esta semana estaremos hablando de tecnología, billetera electrónica, los negocios creativos que sobreviven, entre otros.

viernes, 25 de marzo de 2011

LA COLUMNA DE GUILLERMO GIACOSA : Rústicos y prepotentes


La Casa Blanca, a pesar del 11-S y del asesinato de Kennedy, solo confía en su capacidad cuando de seguridad se trata. Obama llegó a tierras sudamericanas rodeado de agentes y diplomáticos que, para cuidarle, llegan a la grosería hasta con los dueños de casa. En el almuerzo ofrecido por el canciller brasileño al visitante, los miembros del gobierno invitados por la presidenta tuvieron que someterse a una humillante revisión antes de entrar al salón donde 25 mesas esperaban a los 150 invitados, cuyos nombres igualmente fueron aprobados previamente por el protocolo de la Casa Blanca. Dice un periodista brasileño: “Como respuesta, varios de ellos se negaron a saludar a Obama y a su esposa. Y al menos uno, luego de saludar a Dilma Rousseff, prefirió volver a casa sin el insípido almuerzo ofrecido al norteamericano”. Lula agradeció la invitación pero no asistió.

Ya en Río de Janeiro, ni el gobernador de ese Estado ni el alcalde de la ciudad fueron autorizados a acompañar a Obama en su visita al Cristo Redentor, ni pudieron invitar a quien ellos querían al almuerzo de bienvenida sin pasar por el protocolo de seguridad de la Casa Blanca.

Otro hecho que expresa la falta de delicadeza, en este caso del propio presidente de EE.UU. y no de los robots que lo rodean, fue dar la orden de atacar a Libia mientras Obama estaba en su reunión privada con Dilma Rousseff en la sede del gobierno brasileño. “A cierta altura del encuentro, que duró 40 minutos, un asesor se acercó al presidente y le entregó un papelito. Obama pidió excusas y allí mismo, por teléfono, dijo un alto y claro 'procedan’”. Minutos después empezó el bombardeo de la flota naval gringa sobre Libia.

Lo único que no pudieron hacer los gringos es escribirle el discurso a Dilma y esta le lanzó una estocada diciendo que “una relación comercial más justa y equilibrada exige que se rompan las barreras que se levantan contra nuestros productos” y abogando por “reformas urgentes en el FMI y el Banco Mundial”.

LA ESPERA

-Dicen que la espera desespera, y esa es una afirmación que puedo dar por verdadera
-La espera desnuda mi vulnerabilidad y por momentos me pone a temblar
-La espera para mí se ha prolongado por mucho tiempo, y esto se ha convertido en mi sufrimiento.
-Esperando respuestas y novedades no le siento a los días buenos sabores
-Amaneciendo con esperanzas cada nuevo día logro sonreír en medio de mi agonía
-Viviendo con mi equipaje preparado aun creo que para mí hay algo.
-Recordando lo que he vivido en estos tres últimos años pienso que mi ciclo aquí ya ha terminado.
-Buscando nuevos horizontes definitivamente encontrare mi norte.
-Deseando que aparezca las suerte en mi camino me doy cuenta que no puedo desafiar al destino.
-Si una sonrisa aparece de la nada, es que recibiré la noticia esperada.
- Esperar se ha convertido en una tarea complicada, pero para nada rechazada
-Esperando por un buen futuro, al menos, puedo escribir algo justo.
-No sé cuando las buenas noticias llegaran, pero sé que de repente no pueda esperar más.
-Creo que esperar cruzado de brazos no es un error, más bien, es un horror.
-Cuando esperas por algo tienes mucho tiempo para imaginarlo.
-Mirando la luna toda la noche creó un final feliz, otra cosa es poderlo vivir.
-Hoy no quise volver a esperar, pero me da miedo dejar este lugar.
-Espera tanto por tener algo, que no lo perderé tan rápido.
-En cada noche he visto una estrella en el cielo y tristezas en mis sueños.
-Creo que si espero alcanzar la felicidad, mejor sentado en una banca debería esperar.
-No me quiero morir esperando, por eso me iré a caminar por otro lado.
-Saldré a buscar a la buena nueva que no llega y la encontrare sea como sea.
-Mañana saldré definitivamente de casa y veré pasar las oportunidades que no llegaban
-Espero decirle adiós al fracaso
- Espero animarme a dejar atrás tanta espera.
- Espero gritar que encontré por fin la felicidad.
pAnChO

MENSAJE A LA CONCIENCIA - POR EL HERMANO PABLO


ME GUSTA CORRER RIESGOS
Helena y su esposo Manuel comenzaron felices su luna de miel. Se fueron a la costa de su país, Portugal. Para Helena, todo era el cumplimiento de una ilusión, la feliz conclusión de todo lo que deseaba. En medio de tal felicidad, Helena y Manuel entraron al mar a bucear.

Helena vio pasar un buque, y nadó debajo del agua hasta casi rozar el casco. Manuel le indicó por señas que se apartara del buque, pero la frase de ella siempre había sido: «Me gusta correr riesgos.» Acto seguido, Helena se hundió bajo la quilla del barco y nunca la hallaron. Tenía veinticinco años de edad.

Su noviazgo con Manuel había sido a la carrera. Y su explicación simplemente era: «Me gusta correr riesgos.» Se casó a los dos meses de haber conocido a Manuel. Al defender su impetuosidad, sólo decía: «Me gusta correr riesgos.» Así llevaba Helena su vida. Todo para ella era riesgos. Tarde o temprano tenía que ocurrirle alguna tragedia.

Es inevitable correr riesgos en esta vida. Algunos hasta sirven para el desarrollo del carácter y de la fe. Nunca arriesgar nada es nunca lograr nada. Pero hay una gran diferencia entre un riesgo y otro. Hay riesgos sanos, así como los hay inútiles. La vida sabia y saludable no está compuesta de azares, de accidentes, de pálpitos y de riesgos. A la vida sabia la rigen la inteligencia, la cordura y la sensatez.

Al mundo mismo lo gobiernan leyes lógicas, sabias y prudentes. Dios, Creador supremo, lo hizo todo con inteligencia, y lo supeditó a ciertas leyes. Desde las partículas atómicas más diminutas hasta el gran cosmos universal que no tiene límite, todo está gobernado por leyes definidas.

De igual forma, Dios no diseñó la vida nuestra para que cada día corramos riesgos. Virtudes morales, como la justicia y la integridad, mezcladas con cualidades mentales, como el entendimiento y la razón, deben ser las que nos guíen a través de esta vida. Y si a la sabiduría y a la moralidad añadimos virtudes espirituales, eso garantiza nuestra supervivencia.

Tal vez la mayor de éstas sea la fe. Cuando ejercitamos la fe —fe en el Señor Jesucristo, fe que nos une a nuestro Creador y nos hace actuar de acuerdo con sus leyes divinas—, nos produce protección, satisfacción y sosiego. No vivamos como esclavos a los riesgos. Sometámonos más bien a la voluntad de Dios. Con Él no hay riesgos sino seguridad. Entreguémonos al señorío de Cristo.

viernes, 18 de marzo de 2011

LA COLUMNA DE GUILLERMO GIACOSA : La burbuja y el terremoto


La jefa del Gobierno alemán, Angela Merkel, dijo que el accidente registrado en la planta japonesa de Fukushima a raíz del terremoto y posterior tsunami que devastaron el país asiático “han cambiado completamente la situación global”. Y agregó: “Estos accidentes demuestran que lo que creíamos imposible es posible y los riesgos que considerábamos improbables, no son tan improbables”. Si pensamos que quien encabeza la cuarta economía mundial está rodeada de asesores que, a su vez, tienen los suyos propios y que estos están en contacto con el mundo científico e intelectual, no es dable pensar que creían imposible que sucediera lo que sucedió. Se trata, una vez más, de la imposición de intereses económicos que son quienes deciden, hasta que ocurre una tragedia, lo que es posible y lo que no es posible. Es necesario un drama de las dimensiones del que se está viviendo en Japón para preguntarse, independientemente de los cálculos económicos, si emprendimientos tan delicados como el manejo y desarrollo de la energía nuclear pueden escapársenos de las manos como acaba de suceder. Preguntarse también si la tecnología actual está a la altura de responder a los desafíos de las fuerzas que desatamos. No todo se reduce a cuentas felices y acumulación de ganancias.

Ambos dramáticos, aunque de naturaleza distinta, la burbuja inmobiliaria que estalló en 2008 y el terremoto japonés eran previsibles, pero la percepción deformada que impone a gobernantes y gobernados una sociedad cuyo valor supremo es el lucro, no permiten ni siquiera ver lo evidente. Vivimos tiempos de miseria y derroche, diferentes moralmente a los del pasado porque hoy hay cómo producir y distribuir para todos, tiempos que nos están conduciendo a un callejón sin salida porque hemos elegido una filosofía de crecimiento que no se compadece ni de la naturaleza ni de los seres humanos. Y la actitud y el comportamiento que de ella se desprende tienen un costo cuya dimensión la burbuja y el terremoto nos pueden ayudar a imaginar.

miércoles, 16 de marzo de 2011

VACACIONES

Supuestamente andaba de vacaciones, y eso implicaba el no escribir esta columna. Y pegándome a la regla, decidí la semana pasada no publicar nada, tal como sucedió. Pero en casa, convencido de que las vacaciones no sé si las merezco, o mejor dicho, no sé si son del todo reparables en estas circunstancias. Me puse a escribir este artículo; porque he aprendió a hacer de mis escrituras una manera de descansar, de relajarme y de liberar todo lo que deseo expresar. Y a eso puedo llamarlo con seguridad algo reparador para mi mente. Cuando hablo de que las vacaciones no son merecidas, no lo digo en forma general. Pues considero que quienes trabajan merecen tomarlas y pasarla de la mejor manera (junto a familiares, amigas o solos) para así volver al trabajo con buen ánimo y hacer lo mejor en el periodo por empezar. En mi caso, creo que aun tengo muchas cosas pendientes por resolver para pensar en tomarme unos días de descanso. Pero eso es un tema aparte.
Hoy solo puedo hablar de que con la luz de el día, hay algo nuevo que escribir, hay algo nuevo que contar. Por eso estoy aquí escribiendo, estoy aquí con retraso publicando esta columna que personalmente a mi me hace falta^leerla cada semana . Cuando preparaba la maqueta de esta escrito, tenía tantas ideas en la cabeza que creí que podría resumir todo esto en infinidad de líneas que terminarían aburriendo y cansando a los lectores, mis lectores, ósea, ustedes - algo que se lee bastante gracioso, pero estoy seguro que tengo lectores-, por lo que por arte de magia encontré la forma de poner las ideas principales y, así, poder reducirlo. Debo contarles que este blog se mantiene gracias a los tres articulistas de lujo con los que cuento y al trabajo de este servidor que considera que también aporta su granito de arena. Por eso, pensé que ahora que me estaba tomando las mencionadas vacaciones debería realizar tres llamadas telefónicas a larga distancia: Atlanta, Costa Mesa y Rosario serian los destinos de mi comunicación telefónica. Pero luego me puse a pensar que con lo que ahorraría en esas llamadas, podría reparar el reloj de pared que aun lo tengo sin caminar. Además, que ya me canse de seguir escuchando las campanas de mi corazón y ahora solo quiero escuchar la de el reloj que lo mandare a reparar este fin de semana. Creo que mis colaboradores voluntarios al recibir mi llamada telefónica sospecharían que dejarían de serlo, pero con esta postergación, lo seguirán siendo. Me siento comprometido con ellos, creo que he secuestrado parte de sus valiosas ideas y opiniones a favor de ustedes y, en parte, esto justifica que una mantenga una deuda con ellos. Este es un de los tantos motivos por lo que pienso que debo de seguir postergando mis vacaciones, aunque creo que las tengo todos los días, pues como lo dije antes: esto lo hago con todo el gusto del mundo y me hace mucho bien el escribir a diario. En otra labores que realizo debo de seguir empujando el carro hacia adelante hasta sentir que ya estoy seguro y asegurar que estos destacados columnistas reciban la recompensa que merecen por todas esos artículos interesantes que escriben semana a semana y que generosamente no lo ponen a buen recaudo y así se me hace fácil cogerlos. Por eso quiero que este articulo que hoy escribo luego de un breve descanso, sea dedicado a estas tres personas tan profesionales que cada semana nos enseñan algo nuevo, que despiertan nuestra opinión, que nos invitan al debate. Pero sobre todo nos dan cátedra de lo bueno que es el opinar, el expresarse y sobre todo el hacerlo con el fin de mejorar la manera de ver la vida en los demás. Gabriela, Hermano Pablo y Don Guillermo quiero agradecerles el poder darme el gusto de compartir con ustedes este blog, el poder tener esta satisfacción que semanalmente la tengo de publicar junto con ustedes y el de vivir todos los días el reto de escribir algo bueno, algo que este a la altura de la calidad que ustedes le ponen a mi humilde blog que creo que gracias a ustedes cuenta a dejado de serlo, para convertirse en un portal de consulta , en un portal que lleva como características: la cultura, lo buenos principios y sobre el profesionalismo que todos nosotros le ponemos. Sé que no puedo con mi genio, que soy un bromista único, por lo que le veo el sentido divertido a la vida y trato siempre con mucho respeto de buscar en los lectores una sonrisa, así como en mí también. Por lo que lo que eso de reparar el reloj era una broma mas. En realidad, necesito repararlo. Pero el dinero empleado en eso no es el que podría emplear en llamarlos a las distintas ciudades donde radican y laboraran. Lo que deseo es hacerlo cuando tenga noticias concretas para ustedes. Este agradecimiento también lo hago en nombre de todos los lectores que han ido poco conectándose con este blog y que de pasada han ido valorando lo que yo escribo. Porque gracias a que han entrado a ver lo suyo, se han interesado también por lo mío. Crecí leyendo sus escritos, viéndolos por tv y escuchándolos por la radio. Por eso, ese honor de estar junto con ustedes en este proyecto es lo mejor que me puede pasar como comunicador. Gracias ustedes y a los lectores que nos leen.
Si después de esto, piensan que estoy loco .Solo les puedo decir: que por eso este blog se llama “de todo para todos”. Porque le mostramos de todo: un poco de locura, o mejor dicho, mucha locura.
pAnChO

MENSAJE A LA CONCIENCIA - POR EL HERMANO PABLO


CIEN HORAS DE OSCURIDAD
El niño, Josué Dennis, tenía apenas diez años de edad cuando ocurrió lo inesperado. Se perdió en un dédalo de galerías interminables de una mina abandonada. Pero no fue cuestión de unos momentos. Fueron cien horas. Cuatro días. Cuatro días de oscuridad casi total. Cuatro días sin comer ni beber. Cuatro días sin ver a nadie. Cuatro días oyendo sólo el apagado rumor de una corriente de agua en las entrañas de la tierra.

Josué iba con un grupo de compañeros que andaban de excursión, y parte del paseo incluía explorar una mina abandonada. Quién sabe cómo, el niño se separó de su grupo y, en medio de la oscuridad, no pudo encontrar la salida. Pero lo halló una patrulla de rescate. Estaba extenuado, pero vivo.

«Recordé las palabras de mi madre —dijo Josué—. Ella decía: “Cuando te veas en alguna dificultad, ora.” Y yo estuve orando a Dios todo el tiempo, pidiéndole que me vinieran a rescatar.»

¿Tiene algún valor la oración? ¿Hay algún beneficio, o más aún, alguna validez en levantar nuestra voz al cielo pidiendo de Dios su ayuda? Algunos han dicho que la oración no es más que una actitud de último recurso que no vale ni el aliento que empleamos en expresarla. Y lo cierto es que si nuestras oraciones, o nuestros rezos, no son más que clamores de angustia de último momento, a fuerza de alguna emergencia, quizás entonces no tengan valor.

En cambio, si hemos establecido una relación personal con Dios, si Cristo es nuestro amigo porque lo hemos recibido como el Señor de nuestra vida, y si sabemos con absoluta seguridad que Él nos oye, nuestra oración recibirá una respuesta divina.

Cualquiera puede pasar por períodos de tristeza y desaliento, de pobreza y abandono, de enfermedad y dolor, porque estas son contingencias comunes de la vida humana. Pero el que tenga fe en Dios, si ora con la confianza de un niño porque cree en Él, podrá soportar toda situación sin caer en la desesperación y sin renegar de Dios. La fe en Cristo será siempre una llama encendida que nada puede apagar y que siempre disipa cualquier clase de sombras.

Si hacemos de Jesucristo el Señor y Salvador de nuestra vida, una luz se encenderá en nuestra alma: la luz de la esperanza, la luz de la fe. Y con esa luz, o encontraremos la paz que Dios da en medio del dolor, o encontraremos la salida de cualquier caverna adversa en la que estemos. No nos alejemos de Dios. No perdamos la fe. Mantengamos viva la comunión con Cristo. Él quiere ser nuestro amigo.

LA COLUMNA DE GUILLERMO GIACOSA :Michael Moore


El texto sintetiza parte de un artículo de Michael Moore. “No estamos en bancarrota. Eso es lo que quisieran que ustedes creyeran los que están en el poder, a fin de que renuncien a su pensión, reduzcan su salario y se contenten con la vida que tenían sus abuelos. El país desborda riquezas. Pero están en otras manos. Se han transferido en la mayor estafa de la historia, de los trabajadores y consumidores a los bancos y las carteras de inversiones de los súper ricos.

Hoy día, 400 estadounidenses poseen más riqueza que la mitad de todos los otros juntos. Son asquerosamente ricos y la mayoría se benefició con el 'rescate’ multibillonario pagado por los contribuyentes en 2008. Hemos permitido que un pequeño grupo amase el grueso de la riqueza que maneja nuestra economía y debemos reconocer que hemos entregado nuestra democracia a la élite monetaria. Wall Street, los bancos y los 500 de Fortune ahora manejan la república.

En la escuela todos debíamos aprobar un semestre de Economía para graduarnos. Y aprendí: el dinero no crece en los árboles. Crece cuando hacemos cosas, cuando tenemos empleos con buenos salarios que usamos para comprar lo que necesitamos y de esa manera crear nuevos empleos. Crece con un excelente sistema escolar que impulsa una nueva generación de inventores, empresarios, artistas, científicos y pensadores a los que se les ocurre la próxima gran idea. Y esa nueva idea crea nuevos empleos y eso crea ingresos para el Estado. Pero si los que tienen la mayor parte del dinero no pagan los impuestos que les corresponde, el Estado no funciona y las escuelas no producen alumnos que luego crearían esos empleos. Si los ricos se quedan con la mayor parte del dinero, ya hemos visto lo que harán: jugarán al azar en Wall Street y hundirán nuestra economía. La debacle que crearon nos ha costado millones de empleos y provocó una reducción en los ingresos. Y la población terminó sufriendo porque bajaron los impuestos, redujeron nuestros empleos y sacaron riqueza del sistema, eliminándola de circulación.”

EN CUALQUIER MOMENTO CON GABRIELA FRIAS, SIEMPRE ALGO CORTO PERO EFECTIVO


Despues de la caida de la bolsa de Tokio, indices en EUA operan con bajas en torno al dos por ciento. Dow Jones retrocede mas de 250 puntos

domingo, 6 de marzo de 2011

ALGO DE QUE ESCRIBIR

Hoy no tengo nada que escribir, hoy no tengo ganas de hacer esto. Desde la mañana se me fueron todas las ideas y me he quedado pensando solo en una cosa, ósea, tampoco con el cerebro vacio. Si me sucediera esto todas las semanas, lamentablemente, tendría que dejar de publicar mi columna semanal en este blog. Pero no es así, hoy siendo el primer viernes del mes de Marzo del año 2011, perdí todo los temas que llevaba en el cerebro durante todos estos días para escribir mi columna que sigo pensando es interesante, aunque acepto a quienes puedan decir lo contrario. Es el primer viernes de toda mi vida que me encuentro improvisando algo, o mejor dicho: tratando de escribir algo, para no huir del teclado y por ultimo no escribir nada. Jamás se me había presentado algo así, jamás creí que de tanto pensar en lo mismo llegaría un momento en que se nublaría mi mente por completo. Quizás debería ensayar en usar un turbante, para así, ahí poder guardar todas mis ideas y evitar que se me escapen justo cuando debo escribir mi columna semanal.
Bienvenidas sean ahora en mi mente las ideas, cuantas son, si son muchas, mejor. Pero no hay nada, no tengo la capacidad de improvisación, no estoy del todo de acuerdo en que sea algo bueno inventar algo de en el ultimo momento. Sigo creyendo que se debe ofrecer algo bien elaborado, algo planeado y revisado durante los días previos a ser publicado. Pero me gusta mucho explorar nuevas culturas, y sobre todo esa de la creación inmediata, de la facilidad de improvisación; por lo cual ahora estoy escribiendo esta columna en previos instantes a publicarla y recurriendo a lo poco que se me viene a la mente. Además, me siguen diciendo que no leen este blog, que a muchos no le parece interesante. Que salvo, los artículos de los otros que escriben, no vale la pena revisarlo. Por tanto, si mi blog no es famoso, no es esperado cada semana para ser leído- especialmente esta columna- , entonces puedo presentar esta columna que por lo menos a mi me dejara contento, ya que habré publicado algo y soy consciente que tampoco me puede salir del todo mal, pues siempre hay algo que decir. Además, esta vida trata de que uno se mantenga sin perder la sonrisa y no pienso perderla ahora que estoy confiado en que las próximas columnas serán, como siempre lo han sido, pensadas y bien elaboradas. Claro que espero que las pocas personas que leen el blog, hagan sus comentarios y me de muestras de satisfacción por estas líneas.
Bueno, pasando a lo más serio, a lo real, y quizás a la justificación del porque hoy estoy sin ideas y del porque el día de hoy estoy un poco mas no cuerdo del todo; debo de contar que muy temprano escuche tantas cosas que no nunca imagine escuchar, que podrían cambiar mis planes, pero al final no lo termina haciendo. Ayer por la tarde, decidí que ya no quería seguir aquí, que debo emprender ese viaje de trabajo, que debo dejar que mi profesión y el destino me lleven por los lugares a donde debo de ser acogido. Pero al enterarme muy temprano de esto, me quede pensativo. Algo que aunque no parece tan grave, siento que debo de seguirlo de cerca hasta comprobar que todo esté bien. A pesar de todo, debo de viajar la próxima semana, debo enrumbarme hacia nuevos lares. Pero también, quiero tener la seguridad que estando allá seguiré en contacto con esa persona y que habrá ahora muchos motivos más para no perder la comunicación entre nosotros, para no dejar que el tiempo y la distancia nos aleje del todo y sea para mí una lamentación más que deba hacer en mi vida. Hay personas que valen la pena, y ella vale mucho para mí; por lo cual si estaría en otras circunstancias, lo dejaría todo para quedarme aquí y seguir encontrándonos cada mañana y así me siga contando cómo le va, como se siente y, sobre todo, me siga confirmando la buena noticia de que siempre ha amanecido bien y con esa sonrisa que me hace feliz.
Yo quise una vez pisar al destino y pasar sobre él. Entonces fue que comprobé que este es invencible, que es inevitable, y ,que por lo contario, nos invita a enfrentar los problemas con mucha valentía y sobre todo con las ganas de hacer las cosas bien como para salir airoso , o al menos sentirse así. Mi viaje se realizara, ella superara lo que tenga que superar. Yo estaré al tanto de todo, viviré para mis quehaceres diarios y, también, para contactarme con ella. Estoy desesperado, no se que pasara, perdí algunas veces la fe, pero la recupere. Ella ahora está conmigo y por eso se que todo saldrá bien, que esta semana será buena para los dos. Ella aquí y yo allá, pero ambos nos encontraremos mentalmente o vía telefónica como ahora lo hacemos personalmente todas las mañanas. Yo escuchare sus palabras e imaginare su sonrisa. No regresare, ella tampoco se animara a irme a visitar. Pero sentiré que ella está a mi lado todos los días, que para mi sigue amaneciendo con su luz, que este pequeño obstáculo que se nos presenta, es la oportunidad para que aprendamos un poco de la vida en nuestra propia vida. Y que la distancia- a la que estaré de ella- será la excusa perfecta para que cada vez que regrese de vacaciones a la ciudad, encontremos la justificación perfecta para salir, para conversar y para regresar felices cada uno a sus casas. Seguro después de leer todo esto, algunos críticos severos- si es que leen este artículo- verán que es uno de los menos serios, más confusos y quizás altamente improvisado. Es muy probable que si esto estaría impreso, lo quemarían o destrozarían. Pero no lo harían con la pantalla de su computadora, algo que garantiza su perpetuidad. En fin, este articulo que para mi empezó como un confesionario, como una sentimiento de decir la verdad, de explicar lo que estaba publicando, termina siendo para mí una forma de aliviar esta preocupación que llevo conmigo y una manera de esperar que pasara en los días próximos. Si debo ser excesivamente severo conmigo mismo al querer criticar esta publicación que no ha sido bien elaborad. Tengo que decir: que este artículo ha terminado convenciéndome, ha terminado siendo quizás uno de los más importantes que he hecho.
No me considero un blogger, solo soy un escritor aficionado, ósea, no un profesional en esto. No se me ocurre vivir de la escritura, así que quedo en la libertad de publicar lo que mejor me parezca y pienso que lo esencial de este escrito es que a pesar de que siento preocupación por los dos; tengo la sensación de que lo fantástico sucederá, y que ella y yo seguiremos comunicándonos a la distancia y que me dará las buenas nuevas que de seguro se darán.
Gracias al destino por no ser un blogguer profesional y gracias a Dios por ser un hombre enamorado, enamorado de ella.

pAnChO

sábado, 5 de marzo de 2011

MENSAJE A LA CONCIENCIA - POR EL HERMANO PABLO


CARNE HUMANA: MERCADERÍA EN DEMANDA
La mercadería era muy solicitada, pagaban bien, y no había muchos competidores. Había que salir por las noches por los barrios bajos armado de un buen garrote. Por cada pieza de mercadería pagaban doscientos dólares.

Así que Francisco Armando Vídez, de Barranquilla Colombia, entró al negocio. Era cuestión de matar a palos, o como se pudiera, a un ser humano, y luego vender su cuerpo a una escuela de medicina. Era uno de los negocios más extraños que se conociera, pero Francisco llegó a entregar cincuenta cadáveres a la entidad.

Se sabe que las escuelas de medicina necesitan continuamente cuerpos humanos para sus estudios. Es casi imposible conocer y estudiar el cuerpo humano sólo por fotos o en teoría. Se necesita la disección.

¿Cómo, entonces, conseguir cadáveres humanos frescos? La violencia proveyó abundantes cadáveres durante mucho tiempo. Pero cuando éstos se hicieron escasos, hubo que salir a conseguir muertos de cualquier manera. Uno de tales candidatos a la disección, un mendigo de la ciudad, dijo a la policía que había sido golpeado hasta que perdió el sentido, y colocado en una tina con formol, desde donde había logrado escaparse.

«Se necesita carne humana» es un cartel que podría ponerse no sólo en escuelas de medicina sino en muchas otras partes, porque el ser humano ha llegado a ser mercadería codiciable que alcanza buenos precios en ciertos mercados.

El negocio de la droga, por ejemplo, necesita mucha carne humana: carne joven, inexperta, curiosa, problematizada. Y jovencitos y jovencitas caen fácilmente presa del vendedor de cocaína o heroína.

El negocio de fetos necesita carne humana. Y clínicas de abortos, en muchos países del mundo, extraen esa carne y la venden a fábricas de cosméticos. En Europa florece este negocio. Hace algún tiempo detuvieron en la frontera francesa un camión procedente de Bulgaria con dos mil fetos humanos.

Estos son algunos ejemplos de la caída vertiginosa que ha sufrido el valor de la vida humana. Como que todo valor, incluso el valor humano, se mide hoy día en dólares. «Según los dólares que tengas, tanto vales.» Esa actitud nos está haciendo descender a niveles increíblemente bajos de corrupción moral. La consecuencia, por supuesto, en toda la sociedad, es la destrucción.

Sólo una conciencia espiritual puede reconocer el valor verdadero del ser humano. Aunque el mundo entero se empeñe en descender al nivel del animal, nosotros no tenemos que hacerlo. Dios quiere hacernos conscientes del valor del ser humano.

LA COLUMNA DE GUILLERMO GIACOSA :Las tretas del FMI


El Fondo Monetario Internacional (FMI) insta a apoyar la devaluación del dólar frente a las otras monedas. Lo que no explica es cuáles serían los costos de esta medida para los países ahora llamados emergentes abaratando las importaciones en dólares. Si los países del área latinoamericana accedieran a revaluar sus monedas, los productos de los EE.UU. tendrían más chance de ingresar en los mercados locales y desplazarían la producción local, o lo que de ella ha dejado en pie la fiebre neoliberal. Ayudaríamos de este modo a que la superpotencia, que gasta miles de millones en guerras absurdas y en bases militares distribuidas por todo el planeta, se vuelva más competitiva comercialmente. Mientras que, dice un experto, “a los exportadores latinoamericanos se les tendría reservado el impacto inverso: más dificultades para entrar en países del 'área dólar’ porque sus productos se encarecerían respecto de los locales en esos mercados.”

La otra propuesta del FMI es ponerles techo a los precios de las materias primas, lo que significa que los países exportadores sacrificarán sus precios en beneficio de sus compradores, entre los que se encuentran, además de muchas naciones pobres, no pocas naciones muy ricas. La idea sugerida al G20 no resultó. Nunca hubo una preocupación semejante cuando los productos manufacturados se encarecían permanentemente y las materias primas, hoy en alza constante debido al ingreso de nuevos consumidores, se devaluaban y sumían en el hambre y la desesperación a decenas de naciones pobres.

La postura del FMI y de otros organismos internacionales revela la esencia de su compromiso inalterable con un sistema que ha multiplicado, en medio de la riqueza, el número y la dimensión de los focos de pobreza. Para ellos, la solución sigue siendo la transferencia de ingresos en favor de los países centrales. Total, nosotros ya estamos acostumbrados a la pobreza.

Felizmente la correlación de fuerzas ha variado y lo que ayer nos hubiese sido impuesto, hoy queda estancado en su propio absurdo.

EN CUALQUIER MOMENTO CON GABRIELA FRIAS, SIEMPRE ALGO CORTO PERO EFECTIVO


Hola a todos. El barril de petróleo sobrepasa los los US$104, un avance mayor a los US$2.00