domingo, 22 de enero de 2012

VIDA

Con los años te vas enredando en los caminos que te muestra de la vida. Nadie más que tú sabe de tus temores, tristezas y alegrías. Cuando te sientas a conversar con alguien le dices que todo anda bien, que no te puedes quejar de cómo te trata el destino. Cuando duermes tienes la sensación que algo falta, que las cosas no funcionan como lo hubieras querido. Al día siguiente te duchas, te arreglas bien, te perfumas y le muestras una sonrisa de felicidad al primero que se cruza en tu camino. Y así, sigues creyéndote ese cuento de que ya eres feliz del todo. Cuando ves a tu familia sonreír, sientes como si tocas el cielo de tanta felicidad que te embarga ese momento, y eso vale. Pero aun existe un margen para llegar a esa meta de la felicidad completa, ese margen es el que le pone el sabor a la vida, no lo olvides. Si estás vivo es porque estas participando en este juego, y sus reglas son así:” la vida es una lucha diaria por ser feliz completamente, por alcanzar el vivir el cuento color de rosa mientras muchas veces sientes que te lanzas al vacio con cada decisión que tomas”. La felicidad se hace de a pocos, un día te sientes completamente feliz, pero no bajes la guardia, nadie alcanzo la felicidad completa. Pero si la felicidad que te dan esos años constantes de lucha y el solo ver un día a un descendiente tuyo luchando también por ella. Esto es vida.



pAnChO.

viernes, 13 de enero de 2012

VIERNES DE LOCOS

Hoy es uno de esos días viernes en que preferiría estar trabajando a estar aquí mirando el panorama de una noche triste, solitaria y llena de situaciones raras. Aquí, en donde vivo ya casi siete meses, parece que la mayoría de gente decidió irse, o se encuentran de vacaciones en sus respectivos lugares. Yo parado en el balcón principal de este hotel, fumándome un cigarro, recuerdo a las personas que conocí aquí y que hoy ya no están en este lugar. Algunos porque decidieron rentar un departamento en esta ciudad, otros porque regresaron a sus casas, y alguien porque tuvo que partir al cielo de la manera más inesperada y cruel. En fi, estoy solo mirando la luna y, gracias al cielo despejado, un montón de estrellas de las cuales sospecho una es ella quien ahora me mira desde arriba Creo que no es momento para ponerme triste recordando a una persona que ya partió y que le daba vida a este hotel en forma de castillo. Sino tendría comunicación con mis padres vía telefónica: me sentiría completamente solo, andaría del hotel a la bodega comprando cajetillas de cigarro y así empezando con una costumbre que nunca tuve, ya que siempre me fumo cigarros pero sin haber aun llegado a hacerlo de puro vicio . Tenía razón cuando papa cuando me decía que fumar ayudaba a superar la soledad, la espera de algo, o a pensar y meditar mejor. Ahora que fumo siento menos fría a la soledad, la veo como un mal que en el fondo no hace daño; dándome vueltas de un lado a otro botando humo por la boca puedo esperar con mas paciencia los días que me faltan para volver a casa aunque sea de visita; mientras consumo este cigarrillo pienso mejor en lo que mañana hare, en la manera que profesionalmente afrontaré ese problema de “sostenimiento de roca en la mina”. No soy un fumador, no critico a quienes lo sean. Pero creo que en esta vida todo tiene un límite, creo que el fumar de vez en cuando un cigarro es no pasarse la línea que para mí separa entre ser un fumador ocasional o ser un fumador empedernido.
Las noches aquí son frías, las mañanas pueden ser sorpresivamente y, algunas veces, sarcásticamente demasiado soleadas: con un sol que quema, que obliga a munchos a meterse a sus casas. Quizás también, esas mañanas son tristes sin gente que camine por las calles haciendo ruido. No soy un filosofo, pero me hubiera gustado serlo para encontrar el porqué de algunas cosas, y de seguro el poder así conocerme mejor, y no tener que atascarme en algunos misterios que me muestra la vida y retrasan el recorrido por el camino que el destino me ha preparado. Sin embargo, me pongo a pensar, a filosofar y termino concluyendo en que mejor es andar preocupado en laguna actividad, es más conveniente el estar trabajando. Nada mejor que el vivir dedicado a una actividad que bondadosamente te otorga un salario y, a la vez, te entretiene , te inmiscuye en la vida misma, te hace conversa con gente que muchas veces jamás conociste y que terminan siendo rostros familiares para ti.
Hoy no tengo sueño, hoy siento que mi cuerpo podría soportar horas y horas aquí pensando, saliendo de la habitación y mirando por el patio de adentro hacia donde duerme ella, esperando a que salga , o quizás, esperando que mi amigo del cuarto del costado me invite a ver la televisión por cable que el paga. Pero ninguno de ellos esta, porque diablos escribo en presente: la doctora quien me gustaba y de quien sospeche sentía también algo por mí: ya no está en este mundo. Mi amigo del costado decidió rentar un departamento para traer consigo a su esposa e hijo. Yo sigo viviendo de los recuerdos, de las personas que conocí aquí. No puedo partir a mejor mundo porque el destino me ha designado muchas cosas aquí, además que amo la vida como para querer perderla; no tendría sentido si decidiera rentar un departamento amplio: papa y mama no vendrían a pasar temporadas conmigo porque este clima les hace mal a su salud , y la flaca a quien quiero no me quiere, y por ende jamás vendría a visitarme para soportar mis constantes declaraciones de amor que me terminaron por fatigar y a ponerme a pensar que no tiene sentido querer a quien no te quiere.
Creo que esta noche es mía: una noche de viernes que se opaca por el invierno bastante marcado de esta ciudad. Una noche que me hace recordar que todos amamos la soledad, pero tampoco deseamos que este con nosotros para toda la vida. Retorno a mi habitación y me saco los zapatos, me siento mejor andando en pantuflas. En la soledad de esta guarida, mientras me termino de convencer que soy un especialista en preparar tazas con café, comprendo que la vida es una rara maratón en donde no solo llegan a la meta los mejores sino todo aquel que llega comprender que este trayecto que nos toca recorrer es un vaivén de acontecimientos buenos y malos que para nada pueden mellar nuestra actitud que tenemos de querer ser felices.
En algún momento el sueño me vencerá, y me echare en la cama olvidando que pensé tanto, que rebusque en mi cabeza tantas explicaciones para estos momentos inexplicables. Quizás en un sábado que no haya nada pendiente de trabajo que hacer aquí, tomaría el primer auto que salga de viaje para la ciudad más cercana en donde esta la diversión, en donde encuentras esos locales con luces a medio alumbrar que en verdad te iluminan y hacen sentirte el hombre más feliz de la tierra por algunos minutos u horas según sea lo que llevas en la cartera.
Bueno lectores, no sé qué carajo escribí hoy, pero sé que ustedes lo sabrán descifrar y comprender. Y, quizás, con sus comentarios iluminaran mi mente y me ayudaran a mi mismo a conocer lo que quise comunicar con estas tantas líneas. El café no hace más efectos, es hora de acostarse, es hora de dormir, de repente es hora de soñar. O lo más seguro para mí: es hora de ganarle tiempo al tiempo y tratar de descansar lo máximo posible.
Hasta la próxima mis amigos.



pAnChO.

domingo, 8 de enero de 2012

OTRO DOMINGO..........

Una tarde de lluvia puede deprimirte, puede hacer que extrañes más de la cuenta a tu familia que está lejos, y puede convertir a un día domingo en un día más triste aun. Aquí en la ciudad donde vivo empezó con todo el invierno, se declaró esta temporada tan dura y difícil del año. Hoy domingo que estoy libre y sin ningún tipo de preocupación de trabajo analizo lo que han sido todos estos casi 7 meses lejos de mi ciudad natal, lejos de mi familia y lejos de muchas de las cosas que solía hacer en la tranquilidad de casa. Hoy solo busco abrigarme al máximo, salir lo menos posible de mi habitación, y aprovechar el tiempo libre para dormir. Pero yo se que la vida es más que hacer solo eso. Hay muchas cosas más: hay una familia con quien pasar el tiempo, y habrá otra familia que formare en un futuro siempre y cuando el destino así lo quiera. Por eso se que los domingos y el invierno fuerte de esta ciudad no deben vencerme y hacer que me sienta deprimido y lleno de dudas en cuanto a creer si este día de la semana es en verdad para relajarse y disfrutar. Relajarse, puede que sí, no voy a ser injusto. Me relajo leyendo los diarios de todo el mundo y también durmiendo. Pero disfrutarlo no. En cada sueño que tengo de esas largas siestas que me meto en este día de la semana imagino estando en casa con mama y papa, estando en una avenida caminado de la mano con la flaca. Y por último, paseando alrededor del parque cerca de casa a mi engreído (mi perro).
Aquí cuando se sale a caminar en un día domingo de invierno como hoy, no se encuentra a nadie por la calle. Un par de personas que caminan con paraguas y a prisa para llegar a sus casas. La bodega principal luce vacía; nadie sale a comprar, o todos ya lo hicieron antes de que empiece la jodida lluvia. El centro médico donde suelo ir de visita con cualquier pretexto solo para ver a las doctoras y enfermeras se muestra con la puerta cerrada, se supone que solo atenderían a una emergencia. Y conquistar a la odontóloga considero no es una de ellas. Algunos compañeros de trabajo que están salen a mirar por una ventana de su casa saludan, pero se vuelven rápidamente. Saben que el pararse a conversar largo rato puede terminar empapándolos, yo se lo mismo por eso también me voy por la acera de enfrente. Vuelvo a mi cuarto y no encuentro a nadie, pido milagros o capaz las muchas tazas de café que tome por el frio me hacen pensar cosas fuera de la realidad. Vuelvo a prender la computadora, leo algunos artículos que quedaron pendientes de la mañana, repaso un rato los canales de televisión, y compruebo que hay nada bueno en su programación. Decido abrir una lata de leche, la combino con el chocolate instantáneo y aplaco ese hielo que siento por todo el cuerpo producto de haber salido a caminar. Pero aun no encuentro nada que puede de una forma combatir el frio que siento en el alma, ese que me produce el estar lejos de mi familia, y el saber que ella no está aquí y no me espera en la habitación para tomarnos juntos una taza de chocolate con sus respectivos biscochos.
Sospecho que los domingos serian diferentes si ella se animaría a venir a visitarme, a conocer esta ciudad, a embarcarse conmigo en un día domingo de frio y de aburrimiento. Con la plena seguridad que entre los dos nos calentaríamos hasta quemarnos y mataríamos el aburrimiento haciendo miles de cosas. Exigirle que venga hasta aquí seria una sinvergüencería y una actitud loca de mi parte porque ella no es nada mío. Ella solo aparece de vez en cuando en mi vida y en calidad solo de amiga. Pero recibir una sorpresiva visita de ella seria la actitud más bonita que ella puede tener conmigo. No estoy muy esperanzado que de ella misma salga eso, tampoco estoy convencido que debo exigirle algo que no le corresponde. En fin, las cosas pasaran como tienen que pasar, y solo Dios sabrá si algún día llego con ella al altar.
Anoche que dormía como todas la noches solo en mi cuarto soñaba con ella, en mis sueños veía la imagen que estábamos juntos, que me traía algunos dulces que mama mandaba y unas películas de humor que papa prometió comprarme. La recibía con alegría, le hacia un espacio en mi cama y por si no quería compartir la cama conmigo, yo abría la bolsa de dormir que me dieron en el trabajo para expediciones y ahí planeaba dormir. Aunque veía en la sonrisa que me mostraba que no era necesario dormir en ella, ni mucho menos rentar un cuarto de al lado. Dormiríamos juntos, y cada uno sabría cómo comportarse en ese momento. Las cosas estaban claras en esas imágenes que se mostraban en mis sueños: ella llegaba a visitarme, ella llegaba para ser mi chica, para darme respuesta a todas esas preguntas que siempre le hice disimuladamente y que nunca encontraron respuesta. Desperté de tan complaciente sueño y mire alrededor de mi cuarto, y no había nadie. Solo me quedaba seguir durmiendo y esperar a soñar otra vez con ella y su tan esperada e imposible visita.
Sé que los domingos pueden ser buenos si los compartiría con mi familia y otras personas que también quiero. Mama y papa difícil que vendrían; y no porque no quieran sino que este clima y la altitud a la que vivo les hace mal a sus salud por su avanzada edad. Mi chica o mi amiga, o qué diablos ella quiere ser de mi jamás lo hará. En todo caso que en su corazón exista un lugar para mí y un día todo ese amor que puede que sienta por mí se encuentre a punto de estallar y no pueda esperar hasta verme en mi próxima a lima.
Mientras espero algo inesperado, algún evento que modifique mis domingos. Seguiré viendo la forma de combatir este día tan triste y solitario que se hace aun más pesado con la lluvia fuerte que declara el verdadero invierno aquí en mi nueva ciudad de residencia. Aunque sé, que si ella vendría empezaría el verano en mi corazón.


pAnChO.

miércoles, 4 de enero de 2012

SOBRE ESA CANCION QUE NO ESCRIBI

Como me gustaría escribir una canción en la que hable del gran amor que encontré en mi vida, el poder sentarme a escribir algo en donde cada palabra surja espontáneamente sin temor a saber que en algún momento deberé recurrir a la imaginación o a una gran mentira.
Pero quiero hoy ser un hombre sincero, un hombre leal conmigo mismo, y, por ende, con quienes me han preguntando el por qué? de hasta ahora no he hecho tan linda canción. La verdad no he conocido aun a la chica que me mueva el piso, que me haga saltar en verdad de alegría, que provoque en mi esa sensación de confianza, y que día a día con cada uno de sus actos renueve el amor que dice tener por mí. No tengo a nadie hasta el día de hoy, solo algunos malos recuerdos que se han convertido en sombras que con el pasar de los años ya no causan para mi ningún tipo de presagio a que una nueva relación podría salir mal. Hoy me siento tranquilo así, tomándome mi tiempo para encontrar al a persona ideal, a esa persona que estoy seguro ya debe estar caminando por alguna vía por donde yo iré. Ese día si dejare que mi imaginación sea reemplazada por la realidad. Y por fin, me animare a escribir una buena canción de amor, un poema en el que recalque que encontré a la persona ideal, a la mujer de mi vida.
Absuelta la pregunta que muchos me hicieron vía email. Solo puedo decir en este momento: "que gracias por esa confianza que tiene en mi, gracias a esas pocas persona que creen que de mi mente puede salir una buena canción inspirada en el amor hacia la mujer que está a mi lado". Hoy no hay nadie a mi lado, hubo una que otra chica, pero les aseguro que ninguna me incentivó a escribir esa canción que algunas veces yo mismo pienso debo escribirla de una marea natural sin el apuro o la ganas de competir con otros compositores que si lo hicieron. Pero gracias a ustedes se que el día que la escriba, porque ya exista alguien en mi vida para ese entonces por quien inspirarse, será una canción muy linda.
Estoy de acuerdo con ustedes que no existe mejor manera de expresar lo que uno siente con una canción, con un poema, o un escrito. Todo este tiempo que he tenido la oportunidad de escribir esta columna, y en la que he contado historia verdaderas, he sentido que comparto con ustedes historias que dejan una enseñanza, que al contarle algo al mundo dejo salir de mi lo que me incomoda, lo que me pide a gritos no dejarlo en mi interior y, por lo contrario, decírselo a los demás para tener la satisfacción que de alguna u otra forma todo esto pueda servir de consejo para los demás.
Estoy convencido que no soy un consejero, ni mucho menos un alma blanca que puede permitirse juzgar a los demás en sus historia para dar una enseñanza. Pero sin mencionar nombres, ni involucrar a quienes merecen mantenerse en privado; cuento una historia que tiene cercanía a la realidad, que busca desintoxicarme de todo el malestar que me producen las malas experiencias y, a la vez, muestra a quienes me leen que la vida pude ser de color rosa solo cuando estas junto a las personas de quienes sabes que te quieren de verdad.






pAnChO.

lunes, 2 de enero de 2012

DECISION DE FIN DE AÑO

Hace mucho tiempo iba a decir lo mismo, pero recién hoy me animo a decirlo y a hacerlo. Ya me canse, y lo cuento oficialmente, de vivir siendo un soñador a ultranza. Hoy quiero soñar como debe hacerlo cualquier ser humano solo por el hecho que el mundo necesita soñadores, pero soñadores moderados; esos de que no ha perdido la brújula, que no han ido más allá de lo tolerable para tan reconocida actitud, y que solo desean ser felices con lo que está alrededor, jamás pensando en personas o cosas que están más allá del alcance.
La última noche del año que acaba de terminar lo meritaba, me culpaba y terminaba riéndome de mi mismo. Fui un soñador bastante exagerado, fui un soñador como solo lo puede ser un muchachito, un adolescente, alguien que no ve la realidad como una agente que es un peligro potencial de hacernos daño. Pensé que solo sería un decir, unas palabras que yo mismo me diría para menguar mi pena, mi frustración por acabar otro año solo, sin nadie y, sobre todo, sabiendo que yo tenía la culpa de todo por haberme ilusionado más de la cuenta con quien no estaba cerca de mí. Pero ahora yo mismo me estoy convenciendo que si lo lograre, que este año será de la realidad, de las cosas que están cerca de mí, y que muchas veces deje pasar por buscar lo que estaba lejos y llevaba un cartel escrito en letras grandes y a todo color de “imposible”. Ya no volveré a quedar hechizado por nadie quien es inalcanzable, ya no soñare con la chica que jamás me hará caso o me corresponderá. De a partir de ahora seré un hombre precavido, alguien con dos dedos de frente para saber que el futuro no está en ese laberinto que hay que recorrer para al final perderse y sentirse sin salida. Ahora ya sé que para llegar a la meta, al lugar donde deseo estar, debo tomar el camino que aunque unas veces suene y parezca muy largo y sinuoso, llegue hasta donde esta ella: la persona que me espera desde hace mucho tiempo, y a la cual quiero besar y abrazar por el resto de mi vida. Hoy comprendo que por cuestiones tontas siempre he perdido la oportunidad de embarcarme hacia ahí, en donde esta esa chica que a veces en la soledad imagino y que siento en mi corazón.
Hoy camino por toda la casa, me siento apenado, debo volver por la noche a la ciudad donde radico. La tristeza no es por nadie más que por mis padres y hermana. He estado con ellos por más de una semana, y otra vez me acostumbre a ellos. Me hice la idea de ver a mis padres todos los días como antes. “Que voy a hacer….”, la mejor frase que mama me enseño a decir, a pensar y aceptarla como parte de mi vocabulario. Ellos son mi realidad, ellos son las personas que están cerca de mí; con ellos no tengo por que ilusionarme, están a mi lado siempre, incluso cuando estoy lejos, puedo hablarles todo los días por teléfono. Con el ejemplo de tenerlos a ellos de verdad, para que quiera seguir haciéndome más enredos en la cabeza pensando en personas irreales por ser lejanas. La persona que elija como mi pareja, como mi chica tiene que ser esa mujer que ya está esperando por mí. Si, ella con quien cada vez que regrese de viaje comparta tantas cosas, y con quine así estemos a miles y miles kilómetros de distancia podamos hablar vía telefónica para compartir tantas cosas que nos sucedió durante el día.
Este año lo finalice con esa mentalidad , con esa idea que me estaba ilusionando mucho con personas o con una sola que esta tan lejos de mi que por más que intente acercarme seria una pérdida de tiempo en mi vida. Hoy empiezo el año ya decidido y convencido que a la mujer de mi vida no se en donde la encontrare, lo único si tengo seguridad es que será en algún lugar a donde pueda llegar sin la mayor duda que si lo hare.
El 31 de diciembre del 2011 se bajo el telón de aquella obra de teatro que montaba en la cabeza. Como era previsible no hubo un final feliz, todo se redujo a una historia con un último episodio tan triste y desagradable como se habían convertido la mayoría ellos. Si son buenos los finales, en este caso no fue así. Deseaba tanto que llegue este para así ver por fin terminado mi calvario, que cuando llego más de dos minutos no me entristeció. Al contrario, lo vi como un respiro, como una vía para volver a vivir. Este año que recién acaba de empezar no seré tan soñador. Este año seré como cualquiera que debe soñar para ser feliz y para tener las metas claras. Pero no para sufrir e ilusionarse, y terminar convirtiéndose en un iluso.
Feliz año 2012 para todos.Si deseamos cambiar este año, estamos en nuestro derecho de hacerlo. Pero recuerden de nunca perder nuestra esencia.




pAnChO