miércoles, 23 de mayo de 2018

Elegante,aburrido,pero sincero. ¡Un loco total!


Cuando te has acostumbrado a escribir mucho, y a pesar que también hay días que por el aburrimiento y la tristeza no puedes escribir ninguna línea, te da lo mismo si tienes otras actividades que hacer. Igual, tarde o temprano  escribes. Hoy analice lo que es mi vida y me di cuenta que nunca estuve fuera del mundo, sino que viví como el destino ha querido que sea,aunque renegando Esta es una escritura en digital, gracias a Dios, porque si  me hubiera picado el bicho de la frustración, ya hubiera terminado botando todas esas hojas que hubiera escrito, que de seguro  serian  un desorden de ideas a primera vista.Lo único que se es que se viene un 'lindo día' 

Ese va a ser un lindo día, aunque va a costar un montón de trabajo para lograrlo. Pero sé que lo lograre. Me duele en el alma que haya fallado en otros intentos. Me entristece recordar que alguna vez creí haber encontrado lo que busque. Aun me da vueltas a la cabeza un episodio de mi vida, hace casi 12 años, cuando creí haber encontrado otra parte de mí, parte de lo que el destino o la vida me debía. Puedo ocultar todos estos pesares y tratar de concentrarme cada día en la nueva búsqueda, pero cada cierto tiempo me culpo por todo lo que no salió bien. Trato en lo menos posible de echarle la culpa a otros, pero no puedo dejar de demostrar que me queda rencor en el corazón. Sabe Dios si tendré o no la razón en esto. Estoy seguro que esta vez los resultados serán distintos porque yo también haré cosas distintas. ¡Cambiare la historia, lo haré! Creí que la vida ya no me daría esa oportunidad de lograr lo que deseaba,pero estoy viendo que se están presentando otra alternativas.Estos últimos años me quise dedicar a trabajar y a otras actividades, pero siempre he sabido que está pendiente. En fin, yo sí creo que va a ser un lindo día, ese día cuando la búsqueda haya terminado. Por qué no hacer el ridículo en ese día y demostrar todo lo que hay en mi corazón por alguien a quien aun no conozco.  Por qué no olvidarme de todo y gritar a los cuatro vientos lo que siento? Estoy preparado para ese día en  que me suceda  todo lo que sueño. Aun es posible, pero de todas formas  me he fortalecido en el campo de la prevención de accidentes al corazón. Me gustaría no sentir tanto las derrotas en estos aspectos de la vida, pero aun lo siento y no puedo alejarme de la realidad. Agradezco al tiempo por poder haber aprendido a manejar todo esto. Ahora tomo mis precauciones. Sé que no es suficiente, pero algo es algo. Cuantas batallas habré peleado por lo que no conseguí y de seguro en esas mismas batallas  fui improductivo, pero de que quise hacer bien las cosas, si lo quise. Quizá por esas malas experiencias  ahora soy y sere descortés con algunas personas. Debo de cumplir con mi deber y ese es obtener la libertad de mi mente,eso implica o exige mostrar indiferencia ante ciertas personas, aunque a veces pienso tanto en ellas durante el día que pareciera que me siguen importando. Pero sé que ese será un lindo día. Llegará el momento en que pueda sonreír por minutos y horas y formare un comité que será mi equipo de trabajo para toda la vida. ¿Me reiré de estos momentos en que estoy aun en la búsqueda? No creo. Pero si podré decir que sufrí bastante para alcanzar esto. Miles y miles de intentos y al fin lo conseguí. Ya estoy guardando energías para ese día. Me esfuerzo casi al máximo en mí día a día, pero no al máximo, pues ese restante lo guardo para ese gran día. Me sorprenderé porque hasta el día de hoy ya creía que lo había visto todo, y creo que mas  para mal. Pero no, ese día descubriré lo mejor. Y por supuesto, daré lo mejor de mí para recibir lo mejor de allá afuera. Ya sé que debo de ahorrar líneas para momentos mejores y también debo de dejarme de emociones a la hora de sentarme frente a la PC. Hoy puedo decir que todo esto me hizo más fuerte y que si existiera un camino más fácil para alcanzar lo que ya creo alcanzare, igual hubiera querido transitar por este empedrado camino por donde aún estoy caminando. Ya está casi todo escrito. Es hora de despedirme y aunque no tengo prisa, sé que estas líneas precisamente no son  una fiesta para los lectores, puede que un velorio por lo aburridos que pueden estar algunos. Antes era muy duro conmigo mismo, ahora ya no lo soy. Ya me voy.


Algunas veces me rompieron el corazón y algunas veces yo rompí amistades. Casi muchas veces quise ser afectuoso, pero termine siendo un tonto. Todas estas historias saben igual, pero igual ya lo escribí. Para ser honesto, quise ser un verdadero caballero y por eso me salió una confusión. Me imagino será difícil tener más lectores escribiendo así, pero es imposible que quiera ser quien no soy. No fui un insolente y no lo seré. Pero entre elegancias y frases aburridas logro no ser lo que quiero ser. Un 'lindo día' llegara.


pAnChItO


lunes, 7 de mayo de 2018

ME IBA A MORIR


Curiosidad
Tengo que pelear contra la curiosidad, pero no puedo, mis impulsos por enterarme de las cosas que suceden y del porqué de estas pueden más que yo. Sé que ya no soy tan curioso como lo era antes, eso sí es una buena noticia para mí; pero sé que hay costumbres que uno no las pierde del todo, de eso estoy convencido y lo acepto. Hace unos días, en casa, entre a la habitación de mi hermana para utilizar uno de sus ungüentos para aliviar la congestión nasal de la que padecía producto de un gripe pues no paraba de estornudar y expulsar flema verde. Al abrir el cajón de su cómoda para buscar entre muchas cremas, prendí sin querer su cámara fotográfica; lo supe porque sentí el ruido característico de activación de esta, por lo que la saque entonces de su cubierta para apagarla. Estaba en estado de revisión de fotos, no pude con mi genio y decidí ver que había ahí: aparecían fotos de ella paseándose en un parque con un muchacho al que aún no conocíamos en casa, en ese entonces, y que probablemente sea su enamorado. Debí detener ahí mis ánimos de saber todo, pero no fue así y decidí revisar otras fotos: habían muchas más de ella paseándose con él. Me quede pensando es que mis padres y yo deberíamos saber más de él, de cuáles son sus intenciones, de lo más resaltante de su vida y, sobre todo, que él también sepa de la presencia de nosotros por si es que no tendría la   intención de jugarle limpio a ella. Sé que podía estar en un error, que puedo estar desconfiando de él sin conocerlo bien, pero creía que debía ver todas las fotografías. En realidad, no había mucho que temer porque mi hermana es una persona inteligente y lo suficientemente madura como para haber escogido a un buen hombre. Pero  siento que es mi deber querer saber él, de ver la manera de enterarme más de su vida, ya que no puedo contarles nada a papa y mama porque sé que mi hermana quizá aun no está segura de formalizar una relación,  por lo cual  prefiere aun no traerlo a casa para que lo conozcamos. Como pude revisar sus fotos? Era una pregunta que me sigue dando hasta ahora vueltas en la mente. Esta actitud es condenable, del cual nadie debe ser víctima, ni menos una persona tan cercana a mí como lo es ella. ¡Debo de dejar de ser curioso! No justifico mi actitud, pero creo que si así sucedieron las cosas, seria por algo. Aunque ella no me comente nada sobre esa relación, estaré pendiente de todo para que no esté expuesta a ninguna persona que trate de hacerle daño.
No siento mis labios
Hace casi 2 semanas que sentía un dolor inmenso alrededor de una de mis muelas. Creí que era un problema en las encías porque me tocaba ahí con el cepillo y empezaba el dolor. Deje pasar los días, me auto- medique, pero el dolor seguía siendo insoportable. Empecé a sospechar que de repente era una muela que estaba por curar, aunque aparentemente no la veía picada .No me quedaba otra alternativa que ir al dentista; sabía que eso me iba a costar tiempo, dolor   y dinero, pero debía resignarme a esperar largas horas sentado en un sofá para ser atendido por el especialista y poner fin, así, a este dolor. Después de dos largas horas de esperar por mi turno, entre rápido para que me indique cual era el problema, el porqué de mi dolor y que me dé la solución a esto. El Dentista me hizo una revisión y me dijo que debía sacarme unas placas porque a simple vista no veía ninguna caries. Luego de que me hicieran los estudios que el indico, volví con los resultados y   el verifico que era una caries interna que ya estaba muy profunda, por lo cual debía empezar con la curación en ese mismo momento y que serían varias sesiones. Para empezar, me aplico una anestesia local para evitar que sienta dolor. Lo bueno era que no iba a ser necesario que extraiga la pieza, algo gane o mejor dicho, algo no perdí.  Mientras empezaba la curación, me dijo que la muela estaba muy afectada, que era una curación muy larga, que era mucho tiempo para que yo soportara el dolor con esa pequeña dosis que me había aplicado del calmante. Era necesario aplicar una dosis más de la anestesia; dude de eso, pero a la primera limpieza que me hizo sentí el dolor y comprendí que su sugerencia no era una mera exageración y acepte dicha inyección.  Con la primera dosis ya sentía adormecidos mis labios y mis encías también. Con la segunda ya no sentía parte de mi rostro. Casi después de una hora termino la curación y   los efectos de la anestesia aun continuaban: “no podía hablar o si lo hacía sentía que no era dueño del movimiento de mis labios”. El doctor me indico que no comiera hasta que pasen los efectos de la anestesia y me dejo ir en paz. Caminando hacia casa vi a dos hermosas chicas que venían en sentido contrario por la vereda, quise enamorarlas, piropearlas y abrazarlas porque ambas eran ‘muy bonitas’. ¡Que linda es la vida! , me dije a mi mismo. Cuando empecé a piropearlas y a silbarlas, mis silbidos salían distorsionados; ellas me miraban extrañadas, de seguro pensarían que era muy tímido y que su belleza me puso nervioso, por lo cual balbuceaba cuando también les dije ‘hola’. No podía mover mis labios, que me pasaba, eran los efectos de esa maldita anestesia. Ellas se alejaron de mí de una forma evidente, pues cruzaron hacia la otra acera. Las veía asustadas, de seguro pensarían que era un enfermo, una acosador. Esa bendita o maldita inyección -depende del momento- había apaciguado mi dolor, pero me había dejado incapaz de articular mi boca justo cuando más lo necesitaba. Como me sentía que ya no estaba operativo para enamorar a alguien y menos para que me vieran así, decidí tomar un atajo para llegar más rápido a casa. Caminando por una estrecha y poca concurrida calle vi a los lejos que venia mi vecina, aquella chica que me gustaba desde hace muchos años, desde aquella época cuando yo andaba en la secundaria y ella en el último año de la primaria. Manteníamos una relación cordial de saludarnos, andábamos no bien del todo porque mis constantes insistencias por querer ser algo más que un vecino y amigo de ella habían creado cierta distancia de su parte .Sin embargo, yo siempre estoy dispuesto a buscar una oportunidad, un momento como este para ir otra vez a la caza de aquella bella chica.  Mi plan era saludarla y preguntarle donde iba. Había olvidado que mis labios no respondían, luego lo recordé, pero igual hice el intento. No me salían palabras y ella se pasó de largo. Me vio pero no le importo mi presencia. No quise darme por vencido, la seguí unos metros y me decidí el gritarle que me gustaba   para acercarme y besarla, pero mis labios otra vez no respondían. Me sentía disminuido. Me di cuenta que la anestesia me jugó una mala pasada, que el destino no quería que tenga la oportunidad que toda la vida había querido tener con ella. En fin, así es la ciencia y así funciona la medicina.

 Extraña conversación con una buena amiga
Siempre suelo llamar a una buena amiga, a quien conocí en una de las tantas ciudades donde he vivido en estos últimos años. También es una buena Dentista y trabajaba en un hospital principal de la ciudad en la ciudad donde vive ahora; por lo cual nuestras conversaciones, inicialmente, siempre fueron netamente profesionales. Un día   de lo más natural nos volvimos amigos. No sé en realidad por qué nunca la corteje para terminar pidiéndole que sea mi enamorada, o al menos intentarlo. Esto siempre lo lamento. En fin, nuestra confianza continúa hasta el día de hoy. En esta última conversación telefónica que tuvimos, empezamos hablando de tantas cosas sin dejarle de contar mi largo y doloroso tratamiento de aquella muela atacada por la caries. Como siempre lo hago todas las veces en que hablamos por teléfono, hice el intento por conversar de algo más con ella y escuche sus carcajadas al otro lado del teléfono por cada una de mis ocurrencias. Le pregunte del por qué está sola, del por qué aún no tiene enmaromado; pues ella siempre me había dicho que no tenia pareja. Quería conocer los motivos, quizá para saber a qué atenerme si intentaba contarle lo que sentía por ella. Me respondió que por el trabajo no podía tener pareja, que las únicas dos veces que había estado con alguien término con ellos por los constantes viajes que ella realizaba. Le dije que intente ser feliz, que no era bueno que ande sin alguien a su costado, que yo también andaba viajando mucho y que por eso podía ser más comprensivo en este tipo de relaciones. Entre carcajadas, por ambos lados del teléfono, me di cuenta que más directo no pude ser, que las cartas estaban echadas sobre la mesa y que de ella dependía todo lo demás. Enseguida    me pregunto si yo había tenido alguna pareja cuando ambos vivíamos en aquella ciudad donde nos conocimos. Mi respuesta fue un contundente ‘no’. Era una verdadera respuesta, nunca estuve con alguien por allá, y si alguien me intereso, por cosas del destino, jamás se dio la oportunidad para comprometerme- le dije- Sin embargo, ella no me lo creyó y yo insistí que era así y que no tenía porque mentirle. Entre tanta risa me pregunto si había tenido una aventura, si había pecado por allá. Sentí que sabía algo de mí, que los rumores en esa pequeña cuidad habían corrido a la misma velocidad del viento. Pero me sorprendió aún más su otra pregunta pues   simplemente me dejo sin respuesta. Me pregunto si había tenido relaciones sexuales allá. A pesar que dude en contarle la verdad, al final le dije que no. Hubo un silencio, luego me preguntó ¿por qué? No supe que decirle, capaz en vez de verme como un hombre respetuoso, ahora me veía   como un tonto que no aprovecho la oportunidad de hacerlo con tantas chicas lindas que vivían en el mismo edificio que yo.  ¿Era un cuestionamiento a mi virilidad ?, ¿una pequeña ofensa a mi persona?  O mejor dicho, ¿un posible ataque psicológico para no seguir llamándola? Cuando pensé que lo peor había pasado, concluyo con una pregunta más directa: ¿Eres casto? Yo en ese momento ejecute una rápida respuesta: “no, como crees, soy un hombre muy experimentado en eso”. Ambos sonreíamos, aunque en el fondo yo no estaba contento del todo con sus preguntas indiscretas, pero pensé que no era la ocasión para preguntarle algo parecido. También estaba seguro que ella no estaba muy convencida de todo lo que le respondí. En ese momento me dijo que había llegado un paciente a atenderse, que la vuelva llamar, fue así que nos despedimos.
El año que paso me llamo para invitarme a su matrimonio. Debía de viajar a su ciudad natal, ahí se realizaría la ceremonia. Por cuestiones de trabajo no pude asistir, pues no pude viajar para esa fecha. Sé que es muy feliz y eso me alegra mucho.
Papa quiere lo mejor para mi
No hay duda de que en mi vida han existido dos mujeres, de las cuales me he enamorado profundamente y con quienes me he visto casado en un sueño. Ellas han sido Myrian y Karol, ambas poseedoras de una belleza natural, una con una gran personalidad y mucha nobleza; cosas que me llamaron la atención desde el primer momento en que las conocí.Papa las conoció a ambas por fotos y le parecieron dos mujeres en todo el sentido de la palabra. Generalmente nunca suelo hablar con él de esas cosas; a veces porque uno se enamora de tantas personas que no sabe cuál es el sentimiento verdadero, cuál es la ilusión, ni mucho menos al lado de quien se quedara para siempre.  Otras veces porque me siento avergonzado, como cuando era niño y no quería evidenciar que alguien me gustaba. A papa le comente, en su momento, que tenía como enamorada a Karol, me falto palabras para decirle lo maravillosa que era ella para mí. Él sabía que yo había escogido a una gran persona para con quien vivir mi vida. Luego se la mostré por foto y lo vi tan contento, tan tranquilo por mí que no le pude contar, meses después, que habíamos discutido y que ya no estábamos juntos.
Igualmente, hace casi un año conocí a otra mujer maravillosa; una chica que me impacto desde el primer día que la vi, sin embargo jamás imagine que un día llegaría a estar locamente enamorado de ella. Estaba tan interesado en ella que me propuse enamorarla, conquistarla para llevarla al altar y formar una familia. Como era la mujer a la cual considerada ‘la mujer de mi vida’, otra vez le pedí consejos a papa para conquistarla, de cómo conseguir esa confianza para poder declararle mi amor. Papa tenía referencias de ella, no la conocía porque ella vivía en otra ciudad al igual que yo por esa época, pero siempre que venía de visita a casa le mostraba fotos de ella junto a mí. Otra vez vi la felicidad en el rostro de papa pues él siempre ha querido que yo encuentre a la mujer de mi vida. Yo sentía que ella era la mujer con quien quiera estar toda mi vida y el entusiasmo de papa afirmaba todo lo que pensaba. Lamentablemente, ella no lo quería así. Empezamos un juego de tira y afloja, pero siempre ella enfatizando que no quería nada conmigo. Yo furioso una vez decidí alejarme de ella del todo, no volverme a llamarla. Por esos días coincidió que por trabajo tuve que cambiar de ciudad de residencia. Estando en la nueva ciudad, recibí un par de llamadas telefónicas de ella y decidí no responderlas. Nunca supe que es lo que quería. De repente y también había empezado a sentir algo por mí y quizá mi amor seria correspondido. Recuerdo que pasaron unos días y otra vez recibí una llamada telefónica de ella. Mortificado por unos problemas de trabajo que tuve, le escribí un mensaje a su teléfono móvil  diciéndole: “no me molestes, no quiero hablar contigo y todo sentimiento que tenía hacia ti, ya no lo tengo”
 En la Navidad de aquel año, recibí un e-mail de Karol, mi primera enamorada, con quien había terminado discutiendo, y debo de reconocer yo incriminándoles tantas cosas y alzándole la voz. Bueno, en este ‘e-mail’ me mandaba saludos y frases amicales. Parecía que deseaba que volviéramos a restablecer comunicación. No sé si porque se sentía culpable por nuestro alejamiento o porque sentía aun algo por mi .Esa vez no sé qué me sucedió, debe ser por el rencor de lo que me hizo, que le respondí: “no me interesa como la estés pasando. No quiero saber nada de ti. Seguiré obviando tus ‘e-malis’ porque te portaste mal y no voy a volver a escribirte” Una vez cuando estaba cenando con mis padres en una de mis visitas a Lima, aprovechando que mama se fue a la cocina, le conté a papa  de  ambos casos  y como  yo  cortado  toda comunicación con ellas. No pensé que le afectaría todo eso a papa, pero fue así: él se sintió mal, creo le subió la presión arterial y se paró de la mesa y se sentó en el sillón de la sala. Me miraba de reojo y mama sin comprender nada pensó que seguro todo eso había sido por el exceso de sal en la ensalada de pepino que había preparado. Me sentí mal por papa, no pensé que iba a reaccionar así.  El creía que yo había cometido la burrada más grande de mi vida. No podía imaginar que con ambas chicas había tenido una mala actitud, algo que recién hoy lo reconozco. Papa sabía que las había perdido para siempre, y la verdad fue así: ninguna de ellas me volvió a escribir. Hasta el día de hoy no sé nada de ellas.

Me voy a morir
 Le he tenido temor a la anestesia, así sea de tipo local y no general. Cada vez que me realizaron una operación quirúrgica les rezaba a todos los Santos para que no me cause ningún efecto negativo a mi organismo. Hace unos días, otra vez me he topado con doña Anestesia. Aunque esta vez solo era para que el dentista me realice unos simples trabajos, por lo cual fue de tipo local, igual me sentí nervioso y temí lo peor.  Regrese a casa, luego de la curación, con la tranquilidad que no habría ningún efecto secundario, pero me equivoque. Seguí las indicaciones de no comer nada hasta 3 horas luego de la curación. Luego de este tiempo quise realizar mis actividades normales, y fue ahí cuando comprobé que mi rostro y mis labios los seguía sintiendo adormecidos, esto me asusto. Sin embargo, en unas horas más ya no sentía   mis labios y lengua. Al día siguiente y a pesar de que habían pasado más de 12 horas de que me la aplicaron, aun sentía adormecida mi boca. A pesar de todo, como cada mañana, salí a trotar, pero irresponsablemente termine corriendo y esforzándome como si debía de prepararme para una competencia de alto rendimiento físico. Cierta imprudencia de exigir al máximo mi cuerpo al correr, estando aun recuperándome de la anestesia, me facturo muy caro pues me empecé a sentir cansado y tuve que sentarme en una banca del parque. Cuando sentí que estaba mejor, enrumbe a casa con la esperanza de recuperarme del todo ahí. Llegue y no le dije nada a mama para no preocuparla, pero busque en el directorio telefónico de casa todos los números de emergencia de las clínicas más cercanas .No quería alarmarme, pero me ponía nervioso al sentir cierto malestar en mi cuerpo. Me senté frente a la computadora a terminar de hacer algunas cosas pendientes, cuando me sentí desvanecer y pensaba que podría sufrir un paro cardiaco. En esos minutos, mientras trabajaba, me puse a pensar que aun me sigue atemorizando - como a todos, creo-, la muerte y el no estar preparado para ella. Siempre hay cosas pendientes que uno tiene por hacer. Por lo menos, yo quería y quiero permanecer en la tierra muchos años más. Creo en el destino y en los designios de Dios, dudando si son lo mismo, por lo que aun espero que la vida me muestre muchas cosas sin dejar de pensar que nadie es eterno. En ese momento de desesperación por no saber qué hacer ante la posible presencia de la muerte: “si esperar a que todo esos síntomas me pasen o ir rápidamente a una clínica a que me salven la vida”, pensé que estuve y estoy bendecido por Dios pues cuento con parte la gente que me rodea, sobre todo mis padres y hermana, además que nunca he sufrido un grave accidente o padecido una enfermedad.Por tanto ya había tenido la dicha de vivir la vida y si había algo pendiente pues estaba escrito que no lo iba a realizar. Fue en ese momento que me sentí mejor y decidí recostarme en mi cama para descansar un poco. Asustado por haberme topado con la muerte, pensé en los últimos errores que había cometido, en mi conductas no tan santas que he tenido, como todos, y en las oportunidades que nos las aproveche. Sentí que el ser curioso, por haber visto las fotos de la cámara de mi hermana, no era aceptable por ningún motivo, y más que todo que yo sé con seguridad que cuando ando de viaje, algunas veces hasta meses fuera de casa, mi hermana nunca entra a mi habitación pues respeta mi privacidad. Igualmente, no pude dejar de pensar en mi vecina, aquella bella chica, como lo describía anteriormente, que me empezó a gustar desde que ambos éramos estudiantes del colegio. Ella siempre fue sincera conmigo, en todo momento me recalco que tenía enamorado, hoy ya novio, que ese amor entre ambos era muy fuerte. Entonces, yo fui culpable por seguir insistiéndole.
No podía dejar de pensar en Karol y en Myriam. Sobre todo en Karol pues fuimos amigos, luego enamorados y Dios quiso que no seamos nada más. Aunque nunca supe del por qué me llamo, si la amaba debí contestar el teléfono. De Myriam no puedo decir lo mismo, pero me quede con la duda del por qué también me llamo. Me deje ganar pro el rencor y el deseo de revancha. Solo me quedaba pensar en el rostro triste de papa al enterarse de todo el arrebato que cometí con ambas.
Sobre la Dentista y sus preguntas inoportunas- según yo-, no puedo decir mucho más que si alguien está interesado en alguien y ve que esa persona esta llana a conversar, a  reírse de las bromas que uno le gasta, es la hora de ser mas sinceros. No dar vueltas en lo mismo de solo llamarse por ser amigos. Quizá esa molestia la llevo a pensar que solo yo servía para llamar por teléfono, enamorar, pero nada más.
El sentirte que estas cerca de la muerte tienen el poder que en pocos minutos puedes recordar toda tu vida y no puedes evitar de pensar en lo que no hiciste bien. Felizmente, luego del reposo me sentí mucho mejor y para no alarmar a papa y mama salí de casa   diciendo que iba a hacer un trámite y me fui a una clínica cerca de casa. Luego de algunos chequeos, me dijeron que todo estaba bien. Que a veces el efecto de la anestesia demoraba días en pasar, que no todos reaccionan de la misma manera y lo mejor es no realizar muchas actividades físicas hasta que sienta mi organismo del todo bien. No morí, estoy vivo. Sé que la muerte te toca en el momento menos pensado, salvo que sufras una enfermedad, y por eso es necesario estar bien con todos a quienes amamos, estimamos e inclusive con los que están a nuestro alrededor y son personas pasajeras en nuestra vida.


pAnChItO