domingo, 18 de septiembre de 2011

MIL CERVEZAS Y NADA MAS

Algunas veces todos lamentamos algo, y aunque ya no nos afecte tanto como pensábamos. Siempre se siente una sensación de desesperanza y resignación a saber que algo a lo que siempre uno aspiraba a conseguir, al final, no será para ti.
Ayer me sucedido eso; por unos instantes detuve todas mis actividades para pensar que ella allá lejos en la ciudad estaría a punto de casarse con el hombre que la hacía feliz, con la persona con la que había estado en amores en los últimos 11 años. También pensé con cierta vergüenza por mi mismo que yo me había ilusionado con ella el año que paso sin imaginar que todo esto sucedería. Que había creído esa vez que por fin me había enamorado de alguien. Sin embargo, recién fue hace 5 meses que me entere que ella ya estaba comprometida, e incluso, a casarse como así sucedió ayer.
Personalmente creo que cuando uno ama a alguien y entiende que no es obligación que la otra persona por quien tienes ese sentimiento sienta lo mismo; aprendes a dejar de lado ese afán de conquistarla por sobre todas las cosas, y más bien deseas de todo corazón que sea feliz con la persona que ha escogido, con la persona que no me ha robado nada.
Desde hace casi un mes que me encontré con ella vía el internet, le evidencie mis mejores deseos para esa nueva etapa de su vida. Le dije que todos sus amigos esperábamos y estábamos seguros que con esa unión de matrimonio empezaría para ella una felicidad compartida y sacrificios con grandes recompensas. No vivo en lima, la ciudad donde ella se casara, por lo que no podría asistir a su matrimonio. Pero estoy completamente convencido que si hubiera estado para ese día allá y me hubiera llegado mi invitación, hubiera ido y me sentiría en fin de cuentas contento de verla a ella muy feliz y por último, ver a una nueva pareja empezar aquel viaje que todos deberíamos pensar en hacerlo en nuestras vidas.
Mi mente a pesar que estaba repleta de informes de trabajo, de charlas de seguridad a exponer y de otras cosas; encontró ahí las anécdotas que viví con ella desde que la conocí. Por un momento también me arrepentí de haberme ilusionado con ella. Pero al final, comprobé que así son las cosas de la vida. Y que nadie puede cambiar el rumbo que Dios y el destino marcan para esta ruta que a diario recorremos. La curiosidad que aun llevo conmigo es que: si en esta vida vale la pena pasar por tantas desilusiones amorosas continuas, o a lo mejor, es aprender a conocer a la otra persona y ver la manera de como preguntarle si tienen pareja para así evitarse el guardar falsas esperanzas.
Un sábado por la noche generalmente en esta ciudad es de descanso, de tranquilidad. Así que yo casi siempre busco la manera de llegar a mi habitación, abrigarme bien, prepárame una taza de café y leer las noticias en la pc. Pero la noche de sábado de ayer fue distinta,
; y no porque sabía que allá lejos la chica mas linda y noble que conocía se casaba. Sino, porque me encontré con dos compañeros de trabajo que tienen la costumbre de viajar a una ciudad cercana todos los fines de semana para visitar a su familia. Pero ya todos habíamos terminado de cenar, ellos tenían la intención de relajarse un poco con un par de cervezas. La invitación no tarde en llegar para mí, y mi respuesta positiva demoro menos. Los tres ya habíamos terminado de ingerir alimentos, estábamos preparados para lo que podía venir, al menos yo que sospechaba que no solo serian 2 botellas de cerveza. Entonces entramos al bar. Uno de ellos pidió un par de botellas, el otro unos cigarros y yo algún piqueo para acompañar el bendito liquido. Estaba convencido en verdad que no me afectaba que ella este contrayendo matrimonio a esas mismas horas de la noche en que yo estaba a punto de empezar a brindar con cerveza. Pero, también me convencía la idea que el tomar un poco de bebidas alcohólicas era la escapatoria perfecta para la soledad y para eliminar el mínimo pensamiento de que alguien muy lejos de aquí se convertía en un imposible para mí.
Mientras tomaba empezaba a tomar el primer vaso de cerveza sentía que me olvidaría de todo, que todo el ardua trabajo que realizaba durante toda la semana dejaría de tener importancia por unas cuantas horas. Brindaba con compañeros diarios de trabajo: un experto en manejo de maquinaria pesada y un maestro enmaderador para mina. Ninguno de los tres teníamos ganas de hablar de trabajo. El experto operador empezó a hablar de su vida, de sus amores, de sus aventuras y por último de sus hazañas con bellas mujeres y sus dos hijos que tuvo con diferentes damas a raíz de su deseo insaciable por las mujeres. El segundo trabajador no quería para nada hablar de las obras de arte que hacía con la madera allá adentro en la mina por nuestra seguridad. Quería contarnos de su hobbie de colaborar como dj en la radio de la municipalidad de la ciudad, del material discográfico que manejaba ahí y de las canciones románticas que programaría. Yo tenía que contar algo también, aunque no era una buena idea hablar de mí y de mis aventuras y desventuras amorosas; tampoco de las canciones románticas que conozco , las cuales podrían terminar provocando en mi un cuadro d depresión. Así que hable de la vida, del destino que hace lo suyo para nuestro futuro, y de las bajas temperaturas que empezaban en esta época del año aquí en esta ciudad. No fue una intervención muy divertida. Pero al menos me sentía bien conmigo mismo. Pasaron un par de horas, y ese brindis ya se había convertido en una caja de cervezas a nuestro alrededor. Aun luego de consumir más y más botellas no me atrevía a hablar sobre esos temas. Pensaba que no era de importancia en una reunión de amigos el comentar algunas desdichas, algunas desilusiones y, sobre todo, la resignación que ya tengo de que siempre me pasara lo mismo. La hora había corrida, era momento de regresar al edificio donde vivía. Lo hice tranquilo, he aprendido a brindar todo tipo de licores sin emborracharme. Subí al piso donde esta mi habitación, la abrí silenciosamente para no despertar a los vecinos de planta. Me saque los zapatos y me arregosté en la cama, estaba muy cansado. Por primera vez no me cepille los dientes antes de acostarme y también no me saque la ropa para cambiarme.
Y por primera vez también soñé que mi amigo el dj programaba una canción de amor para ella y yo. Que mi otro compañero, el aventurero, me enseñaba algunos tips para conquistarla solo a ella. Y que yo hablaba del destino, de ese que me había hecho conocerla sin pareja, y libre para mí. Quizás una caja de der cervezas y dos buenos amigos pueden ayudarte a pasar bien la noche olvidándote de un matrimonio a la distancia, y por qué no también mejorar lo que sueñas al dormir.









pAnChO

domingo, 11 de septiembre de 2011

CUANTO TE QUIERO

La lluvia empieza allá afuera, y estoy seguro que no parara. Mi cabeza da vueltas pensando en si ella volverá. Los años me hacen comprender que deberé soportar muchas lloviznas más en mi vida, que deberé acostumbrarme a andar solo por estos caminos donde el clima impone su ley. La miro allá lejos junto a una estrella y entiendo que debo aprender a perder. Las mañanas de un domingo aquí no son alentadoras, empiezo a sentirme solo, y a aceptar que esto cada vez empeora.
Sueño aun con que ella vuelva conmigo, recuerdo a la perfección el día que nos conocimos. No puede existir alguien tan especial como lo es ella para mí, si existe el destino, y este la creo para mí. La espere escondido entre enamoramientos sin sentido. La corteje sin darme cuenta que cuando se iría dejaría mi mundo vacio. Te quiero mi pequeña princesa Europea, te extraño tanto que no tengo ningún problema en perder cada día más la dignidad y salirte a buscar. Léeme, haz la traducción; en tu idioma original no puedo escribirte, y en “ingles” sería tan frio expresarte lo que siento. Empecé esta columna escribiendo sobre alguien en tercera persona. Pero ahora me doy cuenta que tengo que decírtelo de frente, sin rodeos: te quiero y siempre lo seguiré haciendo. Dame la autorización para en este mismo momento viajar allá lejos donde tu estas; para sacarte cargada en mis brazos hacia el altar. No hay nada que esperar, no hay mucho que planear. Quiero que seas mi esposa, quiero que todas las noches duermas conmigo. Quiero dormir a tu lado, quiero matar ese frio que me ataca. Quiero conversar con alguien como tú por el resto de mis días. Quiero seguir luchando junto a ti por triunfar en esta vida. Si debo sentir un remordimiento, lo siento. Y es el haberme demorado tanto en contarte lo que siento, tienes que darme una nueva oportunidad, tienes que entender que en el amor esta siempre se da.
No tengo más palabras para llenar este escrito, ni dignidad que me impida expresarte todo mi cariño. Eres la persona que puede llenar mi vida, eres la princesa que puede alumbrar mi senda. Si hay una palabra para definir lo que siento por ti. Yo solo diría que son tres: Te quiero chiquita.



pAnChO.

miércoles, 7 de septiembre de 2011

EL BLOG

El 31 de agosto se celebro el día del blog. Ha pasado casi una semana, y hasta hace pocos segundos seguía con la duda si debería yo comentar algo sobre esto; ya que este también es un blog. Aunque yo no me considero un bloggero, y no pienso ni deseo que en un futuro me consideren así.
No tengo la autoridad ni el conocimiento necesario para hablar de otros blogs. Pero si tendría que hacerlo: diría que deben existir muchos interesantes en la red. Voy a hacer un acto de militancia bloggera y voy a agradecer esta posibilidad que surgió en el internet hace muchos años. Porque así muchos podemos escribir artículos, expresarnos sobre algunos temas que pueden ser de bastante interés para muchos y, también, escribir tonterías que pueden entretener los días a los demás. En fin, el haber abierto mi blog aparte de lo feliz que me hizo sentir por el solo hecho de ser gratuito. Me lleno de muchas esperanzas en que la gente pueda leer algo de lo que yo creo puedo aporta y, sobre todo, el descubrir que pueden ser pocos quienes me leen, pero son. Eso me satisface, pues ahí se refuerza la teoría que le gente es libre de leer lo que desea. Y así sea yo el “perjudicado” con este descubrimiento, lo reconozco y felicito. A pesar de ser pocos los que me leen, me motivan a seguir escribiendo, a no renunciar a este placer. Por lo que mi lealtad y agradecimiento hacia ellos solo se puede demostrar en mis ganas de seguir escribiendo para que cada semana pueda yo colgar algo nuevo en la red.
Espero, nadie me quiera colgar como castigo después de haber escrito este articulo poco alentador para los bloggueros. Es que en verdad no me considero uno. Quizás, sea para mi más halagador que alguien con ciertas ganas de incentivarme a seguir escribiendo semanalmente me llame “escritor”. Sé que no cumplo las cualidades necesarias para llevar dicho nombre, que no estoy ni siquiera a la mayor distancia de recibir un premio nobel a literatura. Pero escribo algo, y por practicidad y lógica al llamar las cosas según las funciones: merezco el titulo de escritor. Sé que por esta descarada petición ya no solo merezco ser colgado, sino castigado por la red. En fin, no vendría mal que a raíz de todo esto alguien comente mi blog, comente aunque sea este último artículo. Así que pueden tomarse el trabajo de comentar este aunque sea para recibir puras críticas. Sera el primer comentario que reciba, y aunque no sea agradable, quedara en mi mente como el primero, y eso vale.
Creo que debo irme a dormir, es tarde ya, y la temperatura en esta ciudad tiende a bajar al máximo a estas horas de la noche. Y yo tiendo por lo general a escribir tonterías para calmar el frio, y mis amigos y familiares tienden a pensar que estoy ingiriendo sustancias prohibidas, algo que está más lejano de la verdad. Pues así como me ven escribiendo estas tonterías; soy algo inteligente como para matar mi cerebro con esas sustancias. En fin, se debe hablar de un solo tema. Y ya estoy hablando del clima, de las sustancias prohibidas y otras cosas más. Solo falta que ahora termine hablando de las chicas lindas que vi por ahí
Siguiendo con el día blog, y para terminar solo digo: sigan leyendo los miles y miles de blogs que hay en la red; estoy seguro muchos entretienen y educan. Escojan los que gusten y sean de su agrado. Con mucha humildad puedo decir que con el mío se van a entretener; no sé si aprenderán, pero van a sonreír.


pAnChO

domingo, 4 de septiembre de 2011

LAS DESPEDIDAS

Las despedidas no solo son palabras que traen a la mente recuerdos de tristeza; sino que ellas desde el momento de solo imaginarlas, ya causan la esta sensación. Quienes hemos vivido este sentimiento, y lo vivimos continuamente, estoy seguro que aun no hemos podido superar del todo esa dolorosa pena de despedir a alguien o ser despedidos. Experimentamos ese sentimiento casi siempre, es algo que nos afecta y deprime. Hay gente que se hace fuerte en ese trayecto, puede que la costumbre de tanto despedir y ser despedido los fortalece para enfrentar ese duro momento. A mí no; cada vez que me toca despedir a alguien o ser despedido siento claramente que me quiebro, que me debilito y que entro en depresión.
Hoy por la mañana despedí a unos familiares que estuvieron de visita en casa. Jamás antes sentí esa pena que hoy sentí por la mañana, jamás me puse a reflexionar que soy tan débil en ese tipo de momentos y que mis fuerzas se hacen vulnerables cuando se trata de abrazar a alguien y no tener la seguridad de que si lo volveré a ver. El tiempo hace su trabajo, a veces ayuda a pasar de prisa los días para que así estos sean menos pesados; pero también deteriora al ser humano y lo pone a merced del destino, y este en muchas ocasiones impide un reencuentro con las personas de quienes nos hemos despedido.
Hoy volví a sentir ganas de querer llorar, hoy vi que la magia de encontrarte con un familiar a quien no ves mucho tiempo se termina con su nuevo adiós. Que los días regresan a la normalidad, que entre el trabajo y la rutina diaria solo hay espacio para respirar y recordar buenos momentos como este que se acaba, que culmina y que se quedara como un lindo recuerdo en nuestra mente.
Regreso a casa y me entretengo tomando un café mientras conversando con mis padres me siento mejor. No quiero pensar que aún faltan dos días para yo también partir. Después recorro lo cuartos que ocuparon los visitantes y los veo más vacio que antes, un aire frio pasa por ahí, una soledad increíble me asegura que esto será así por mucho tiempo. Me niego a creer que en un par de días yo también estaré fuera de aquí, que extrañare como siempre a mis padres, que rogare por la salud de ellos y la mía. Porque solo bajo esas circunstancias se dará un reencuentro entre nosotros.
Tener visitantes en casa puede ser un trabajo muy pesado y de mucho trajín. Pero te da la oportunidad de dialogar con personas que están de visita en casa, de disfrutar del reencuentro y de conversar de otra posible oportunidad para reunirnos. Siempre las personas que llegan nos alegran la vida con tan solo su presencia, y que nos entristecen cuando tienen que partir.
Quizás ya es tiempo que entienda a la vida, que la acepte de una vez por todas, que me deje de hacer el tonto y comprenda que los días en este mundo están llenos de sorpresas, de tragos amargos. Y que la tranquilidad solo existe en un imaginario mundo en el que solo podemos vivir en sueños. Siempre quise vivir encerrado en una habitación para solo escribir y dejar de ver el verdadero mundo que hay afuera. Un día un fuerte viento me saco a la cancha, me obligo a jugar un partido complicado que es el que hasta hoy aun lo juego, y del que me siento saldré ganador. Pero la felicidad no sale sola, sale con sangre, sale con tristeza, sale con llanto y por que no con el conocer a buenos, malos amigos y personas geniales. Seguiré el camino, me alistare mañana para volver a viajar, reiré solo al pensar que quienes me quieren también lo hacen, y lo hacen porque me quieren y quieren verme pelear y triunfar. Quizás no podamos recuperar todo el tiempo que no pasamos juntos. Pero están los recuerdos, están las anécdotas que nos harán sonreír y pensar que en cualquier momento si el destino permite, todo se puede repetir.
El mundo es generoso y cruel, en el fondo eso es parte de la vida: un viaje largo o corto lleno de problemas por resolver, lleno de tramas felices y no tan felices, de problemas que se llegan a solucionar; pero ven otro nacer.
Y todos quienes participamos de esta obra teatral soñando con nunca toparnos con la enfermedad o con la muerte, que son los dos enemigos más crueles a enfrentar y puede a no vencer, esperamos siempre tener las fuerzas necesarias para seguir en busca de la felicidad, ya que nadie la ha encontrado a plenitud, y quizás eso le da sentido a la vida.
Tratare de sacar fuerza para superar todo, para viajar con la esperanza de volver, de estar una vez más con los míos. Solo pido que el destino siga jugando a mi favor, que la salud me acompañe.
Al volver a mirar la casa vacía, cruza por mi mente que algún día la veré repleta, y entre gritos y gritos yo seré feliz porque sabré que así me vaya yo de viaje alguien se quedara ahí. Y cuando tenga mi hogar también me alegrare de verlo con poco espacio, con mis descendientes por ahí caminando de un sitio a otro, riendo y comportándose como una verdadera familia. Porque así si me podre ir tranquilo a ese viaje que todos debemos hacer, y del cual no hay retorno.


pAnChO