viernes, 14 de febrero de 2020

Lineas o cartas de amor. ¡Que sé yo!


“Había pensado para estas fechas ir a pasear a la ciudad. Sabes que podemos caminar por debajo de chorros del agua que solo nos salpicaran, pero no nos mojaran. No sé cuántos chocolates te he comprado, pero ya son bastantes los que tengo guardados para ti. No puedo esperar un día más para empezar a vivir esta historia de amor. Es mi turno, supe esperar en esta vida y ahora es el momento de empezar todo esto contigo. Soñé tantas veces con este día, que al parecer  ya llego. Salir a caminar al atardecer y ver el anochecer, y si el frió se apodera del ambiente, yo quiero abrazarte y abrigarte lo más que se pueda. Tú me escogiste y yo te escogí. Quizá ese sea el orden, pero lo importante es que ambos nos gustamos. Hay amor, eso creo ver; y si no fuera, que difícil se me haría amanecer la mañana siguiente a la celebración y encontrarme con la soledad. De seguro te buscare y no te podre encontrar. Ni que decir de llamarte, seguro no contestaras el teléfono, porque sabes que te llamo para cortejarte, para buscar una oportunidad. Lo mejor es vivir una fantasía,esta fantasía. Vamos a bailar mi almohada y yo, como baile  ayer contigo, y sentiré mi corazón alborotado por bailar contigo. Escuchare el sonido del despertador, que sabe ponerlo todo en orden, y yo volviendo en si para recordar que siempre estuve aquí y todo fue parte de un sueño”

“No he creído en los 14 de febrero como una fecha especial para celebrar el amor, siempre me pareció cursi todo eso. Yo ni vivía enterado de esa fecha hasta cuando tenía 13 años y  en la radio hicieron una programación especial de canciones; eso si me gusto, muy buenas baladas que  para grabar en casete. Siempre creí que no debe existir una sola fecha para los enamorados, además que para mí siempre esta fecha no ha sido para celebrar el amor, sino el desamor. Desde que te vi creo en esta fecha y me he aferrado a la ilusión de celebrarlo contigo. Me están pasando cosas por la mente, estoy perdiendo la razón, quiero comprar para ti  más de mil chocolates y regalarte todas las rosas que están en venta. Estoy enamorado y no me importa demostrarlo, pues estoy seguro que te quiero. Hoy creo en San Valentín y también en todos los santos que me hagan el milagro de estar a tu lado para siempre. Hoy, mañana y el resto de mi vida perderé el control por ti”


El edificio ubicado en aquella avenida se apagó, ya no alumbra más. Si, ese mismo edificio que se ubica frente a la Plaza principal del lugar, donde tu convenientemente buscabas una banca para observarlo y ahí recordar a aquella chica que era tu última esperanza. Ni idea del por qué cada vez que contemplas ese edificio la recuerdas, pero era así o lo es hasta hoy. Esa construcción de 8 pisos no está abandonada, pero quien lo resguarda de noche no tiene las ganas de prender las luces. Hoy parece inexistente junto a otras edificaciones que están iluminadas, y ellas iluminando también. Sabes que de tanto hacerte un asiduo visitante a ese lugar no faltó que un esposo celoso vaya ahí todos los días pensando en encontrarte con su mujer. Esos 4 años que asististe ahí fueron de locura, no lograste nada, salvo encontrar al final una esperanza mirando aquel edificio. Caramba, nunca vamos a comprender cuál es la relación de aquello con ella. Misterios de la vida. Hoy, has regresado ahí para comprobar lo que te conté de aquel edificio y de coincidencia viste al esposo celoso. No vino por ti, tenlo por seguro. Sé que tenías una esperanza de encontrar el edificio iluminado, pero ya no lo veras así. Eres uno más de los miles que llegan a la Plaza, recuerda que vuelve  después de tiempo, nadie de quienes venían en tu época vienen ya  aquí. Todos hoy están en otra cosa, ya tienen obligaciones y están contentos porque es parte de una nueva etapa en su vida. Sé que estás pensando pasar el 14 de febrero en ese lugar, mirando de seguro a las parejas de enamorados, a las chicas lindas y preguntándote por que en tu época no pudiste conquistar una y llevarla a pasear ahí. Pasar ese día, ahí sentado, te llevará al mismo punto de siempre, no te hará bien, no avanzaras en tu recuperación, volverás a lo mismo. Piensa fríamente como estas actuando, vas a carcajearte de ti mismo. Que haces ahí, ten dignidad, no te exhibas, nadie está loco para andar por las calles sólo en esta fecha, ni menos en un parque tan concurrido. No entiendes que hasta ese edificio apagó sus luces, pues debía terminar con tus ilusiones, ya que nunca se iban a hacer realidad y te hacían daño. Estas ahí, después de mucho tiempo, contemplando la felicidad de otros, como lo hacías siempre, en vez de estar pensando en buscar tu felicidad. Es bueno el tomar el aire fresco, eso te hace bien, te relaja, pero el mirar el panorama y, lejos de celebrar el amor, sufrir porque no celebras el amor, como los que están ahí, es dañino. Márchate!, fue suficiente el tiempo que tuviste ahí para distraer la mente. Ahora piensa en tu proyecto de vida, el ómnibus espera por ti, abordarlo, vete a otro lugar. Quizá sea el último 14 de febrero que lo pases así: solo,aun que con algo de compañía. Unas luces se apagaron, es hora que se enciendan las definitivas para tu vida. Este año te liberan, debes de estar cansado de estar secuestrado por la soledad. En esta vida toca ganar y perder, pero no pierdas por tonto. ¡QUE VIVA EL DÍA DEL AMOR!”

Me acosté, no podía dormir, era tarde, estuve leyendo y viendo la televisión, además estaba con el estómago pesado, había comido un montón. Llegue a quedarme dormido, al menos eso creo, mirando el techo de la habitación y pensando en ella, el amor imposible. En mis sueños me encontraban en el paradero de ómnibus para volver a casa luego de haber estado con ella y confesarle el gran amor que hay en mí , ese que había nacido y por el cual creía en El Día de San Valentín y en todos esos ritos que hacen los hombres enamorados. Enseguida me dirigí a la plaza principal del distrito, donde vivo, para comprobar lo que me contó un amigo: aquel edificio, en el cual yo me recordaba de ella, ya no encendía las luces y era    inexistente en medio de tantas edificaciones iluminadas. Esperando el ómnibus, vi a los lejos un auto que venía, no sé por qué y se descarrilo metiéndose a la vereda donde yo estaba.No pude huir y sentí que este me alcanzo. Desperté antes del sentir el dolor del atropello o quizás mi alma después de la muerte.


pAnChItO.