lunes, 10 de agosto de 2020

De lo que no se escribe.

 

Como ya lo vienen realizando hace varios años, paralelamente a la Feria del Libro de Lima (FIL), un grupo de estudiantes de literatura realiza también una Feria del Libro alternativa. Por tercera ocasión he tenido el honor de recibir una invitación para participar entre los expositores, y así contar experiencias de lecturas y escrituras y otras anécdotas con estas. También como en otras ferias en todo el mundo, debido a la coyuntura, este l evento se realizó de manera virtual.

Para aquella reunión, por la tarde del último viernes, escogí el hablar sobre un tema que considero importante. La escritura no es un fin, es un medio. Por tanto el escritor debe de ser cuidadoso de lo que escribe, pues él llega a muchos lectores y origina o aporta en la formación de nuevos colegas. A continuación resumo parte de mi ponencia, la cual muy humildemente dejo a disposición de todo portal de lectura, boletín, semanario y otras ferias de libro que desea mostrarla.

 

“Nunca escribas con aquella locura que se apodera de ti .No escribas con aquel fuego que quema tu mente. Recuerda que muchas veces un lápiz es más peligroso que un puñal. Escribir en un estado fuera de sí es como cometer un asesinato por la amargura y frustración del momento. Los arrepentimientos después llegan muy tarde. Es imposible que no quieras volcar toda esa rabia, desconformidad y hasta resentimiento en aquellas líneas que terminaras escribiendo .En todo caso, si escribes todo eso, al menos no lo publiques pues podrías ofender a familiares, amigos, conocidos, cercanos y hasta desconocidos para ti. Lo peor de escribir con la ira y furia es que podrías hasta   terminar con la armonía familiar o de tu entorno de trabajo. Vas a odiarte toda la vida por haberte llevado de todo ese rencor que termino hiriendo a alguien y dejando cicatrices en su corazón. Mejor mantén la calma, aléjate del lugar de los hechos. Escápate de la tentación de escribir en ese momento y canina por otro lugar donde el aire fresco te devuelva la calma. Recuerda que los escritores nacieron para expresar mucho de la vida en pocas o muchas líneas, entreteniendo y muchas veces enseñando. Puede que existan culpables de tu desgracia. Puede que algo no te salió bien por responsabilidades ajenas; pero esos malos ratos pasarán y con cabeza fría podrás remediarlo y marcar una distancia de aquellas personas, más no herirlos u ofenderles. Recuerda que el destino sabe poner todo en orden.

 

Mucho dicen que el leer y escribir son formas de vivir vidas que no nos tocó vivir, o viajar por muchos lugares del mundo donde no hemos ido. Muy cierto, eso ganamos con practicar ambas actividades, pero esto jamás será una justificación o razón para herir denigrar a alguien. La gasolina de todo escritor es la vida que le toca vivir, desde cada detalle simple hasta el más complejo. Puede no ser feliz el momento que viviste o estás viviendo, aun así no es la mejor respuesta el plasmar todo ese sentimiento eso en un escrito. Hay que saber sacarle provecho en la inspiración sin apasionamientos. El informar y mostrar la vida tal y como es y como funcionas es la función de un escritor. El hablar mal de alguien, contar sus intimidades para dejarlo mal frente a todos es solo un signo de que un escritor es inseguro de quien es. Solo en ese estado necesitaría de recurrir a ese tipo de escritura.

Hay escritores que creen haber alcanzado el éxito habiendo dejando que sus iras personales o, incluso, su sed de venganza sean quienes lo guíen al escribir una novela o cuento. Por eso quizá constantemente han repetido la fórmula que funciono, aunque queda claro que no los volverá a leer porque la gente solo una vez busca identificarse con alguien negativo. La mayoría quiere leer algo productivo. Ojo, otra cosas son las obras literarias  de carácter de investigación que en medio de la imaginación o exageración habla o denuncian hechos que merecen  ser aborrecidos por la sociedad ,encontrando al final que se haga justicia, más que la divina. Finalmente, considero que un escritor tiene la licencia de crear y de plasmar al máximo su imaginación. Pero nunca debe de olvidar que   ante todo es un ciudadano, un hijo, hermano, vecino, esposo, y muchas veces padre de familia”


pAnChItO.