viernes, 8 de octubre de 2010

Un proyecto ambicioso

Se dice que en esta vida uno siempre debe tener en mente un proyecto importante, que demande al máximo nuestros esfuerzos, lo que actualmente se conoce como un “proyecto ambicioso”.
Quizás este tipo de proyectos decidan el futuro que tengamos en la vida, pero tambien las frustraciones que encontremos en esta. Dicen que el hombre conformista es el que se contenta con lo que la vida le da, con las cosas simples que le hacen de una manera experimentar buenos momentos, dejando de lado el experimentar algo nuevo para alcanzar todo lo bueno que hay en el mundo, que en la mayoría de nosotros es desconocido. Algo valido desde el punto de vista de que todos debemos tener aspiraciones en este fugaz en esta vida, pero a la una verdad a medias, ya que las aspiraciones cuando se hace inalcanzables, urgen de poder ser controladas, pues l dejarlas circular por nuestra mente sin ponerle una luz roja cuando terminaran interfiriendo en el camino hacia la felicidad. De ahí que uno puede llevar una aspiración consigo y vivir una vida sana, y la otra, que uno puede tener en mente un proyecto de vida muy ambicioso, que por lo general precisamente mella parte de esta al tratar de alcanzarlo. Las oportunidades que se nos presentan en la vida son para aprovecharlas al máximo, en eso todos estamos de acuerdo, pero siempre y cuando sean las oportunidades que buscamos racionalmente, también están las oportunidades que solo viven en nuestra imaginación, y que se empeñan en esconderse de nosotros y que a pesar de demandar nuestro mayor esfuerzo nunca aparecen y por sentido común son dignas de dejarlas que se pierdan entre ese montón de hechos que nunca sucederán.
Si eres feliz haciendo algo que te gusta, que te llena de emoción cada vez que estas a punto de comenzarlo a hacerlo, de hecho que haces lo que te gusta y eso te da mucha salud. Otra cosa es si eso te ayuda a cumplir los gastos que todo ser humano tiene y sobre todo cuando hay una familia por mantener. El arte precisamente de ser feliz esta en ingeniárselas para poder hacer lo que nos gusta, y a la vez, lo que nos hace ganar el dinero. Que si bien no es garantía de felicidad, cumple una función fundamental en nuestros quehaceres diarios. Si haces algo que no te gusta, y sientes que no tienes más alternativa que seguir haciéndolo por que necesitas ganar dinero, ten en cuenta que estas siendo útil a la sociedad y útil a los tuyos y en fin a ti mismo, que miles de millones personas en el mundo también ha pasado por algo similar o lo están viviendo ahora, y no por eso dejan de ser felices. Es que la felicidad no es única, no es estable no le pertenece a nadie, pero si es posible amoldarla y retenerla con nosotros, todo es cuestión de saber manejar bien el auto en el que nos trasportamos alrededor del lugar que nos toca recorrer en este mundo. Los proyectos ambiciosos ponen a prueba todos nuestros recursos, muchas veces demandan mucho dinero y retribuyen lógicamente mas, pero son solo eso, ambiciosos proyectos que no son realizables por todos , y que nunca van a medir el éxito de las personas , que por estar cargados de tecnología de punta y de tantas horas de preparación son lo más aproximado a la perfección, pero recuerda que nada es perfecto y ahí está la regla más importante de la vida. El siempre querer mas y mas y dejar atrás los triunfos para embarcarse en unos nuevos y darte cuenta algún día que la mayor parte de tus días en este mundo lo dedicaste a seguir embarcándote en proyectos y mas proyectos y nunca husmeaste por curiosidad siquiera si había algo muy simple que también te podía hacer feliz, puede ser un error que muchos cometemos o estamos por cometer en nuestra paso por este mundo bastante problemático, pero justo por eso un mundo de verdad, no de fantasías.
En estos años que he pasado de vida, que no son muchos, pero tampoco son pocos, me he dado cuenta que es válido y recomendable el trazarse un plan, el tener un proyecto en mente, el seguir un camino que no necesariamente debe ser recto, sino en el cual debemos saber reconocer los atajos que se presenten durante el recorrido y tomarlos siempre y cuando sean seguros y viables. Pero tampoco debemos convertirnos en unos robots, en dejar de lado la espontaneidad, la reacción y sobre todo la renovación de ideas: lo que tarde o temprano termina destruyendo un plan y proyecto y frustra a quien creyó que la vida consistía en cumplir eso que se había planteado, algo que cualquiera lo puede hacer en una noche afiebrada de entusiasmo y bajo la influencia de biografías de personas notables que alcanzaron el éxito. Todo plan no es más que una opción a tomar de las muchas que tenemos en la vida , que en el fondo pudiera ser difícil de cumplirlo y no por limitaciones, sino, por la practicidad que hay que tener, esa que nos brota en la mente cuando debemos desafiar el tiempo y buscar otra forma de vencer.
No sé por que se me ocurrió escribir esto hoy. Quizás porque anduve escuchando mucho en estos últimos días sobre proyectos ambiciosos que se lograron realizar, o de seguro porque en mi vida no tengo aun uno, y si los tuve jamás se realizaron y he aprendido que esto es parte de la vida. Muy lejano de sentir cierta envidia por las personas o grupos que si llegan a cumplir sus proyectos ambiciosos, solo puedo decir que si tuviera en realidad que indicar ahora un proyecto ambicioso que llevo en mente: solo diría el poder vivir siempre en armonía con las personas que quiero y que los nuevos familiares que vendrán en el futuro vivan también en esta armonía que siempre estará conmigo.
pAnChO

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