viernes, 8 de octubre de 2010

LA COLUMNA DE GUILLERMO GIACOSA :La vida no vale nada


Paul Craig Roberts fue Secretario Adjunto del Tesoro en el gobierno de Reagan. Fue Editor Asociado de la página editorial del Wall Street Journal y coautor del libro La tiranía de las buenas intenciones. Ahora ha publicado el artículo 'La quiebra de la moralidad occidental’. En él comienza recordando, él, que estuvo ligado al riñón del poder, que su país lanzó bombas nucleares sobre Hiroshima y Nagasaki y que junto con Gran Bretaña “incineraron Tokio a base de bombas incendiarias”. Recuerda también el bombardeo a Dresde en Alemania y estima que para realizarlo se utilizó una de las mayores fuerzas destructivas de la historia. En pleno siglo XXI, agrega, “EE.UU. invadió Irak y Afganistán con pretextos banales, asesinando a un número incontable de civiles, y el primer ministro británico Tony Blair prestó el ejército británico a EE.UU., al igual que otros países de la OTAN, todos los cuales están cometiendo crímenes de guerra tipificados en Nuremberg en tierras en las que no tienen intereses nacionales pero por los reciben un estipendio estadounidense.”

Repito, esta nota pertenece a un ex funcionario del gobierno de Reagan, uno de los más conservadores de la historia de EE.UU., y en ella advierte que la extensa “lista de horrores y la degradación moral está alcanzando nuevos mínimos. Ahora EE.UU. tortura rutinariamente a los prisioneros, a pesar de la estricta ilegalidad de estos actos tanto con arreglo a las propias leyes del país como al derecho internacional, y una encuesta reciente muestra que el porcentaje de ciudadanos que aprueban la tortura va en aumento. Es muy alto, aunque esté todavía por debajo de la mayoría. Y ahora surgió lo que parece una nueva experiencia: soldados de EE.UU. utilizan la cobertura de la guerra para asesinar civiles. Recientemente varios fueron arrestados por el asesinato de civiles afganos por pura diversión y por hacer ostentación de trofeos como dedos y cabezas. Esta revelación tuvo lugar poco después de que el soldado Manning, presuntamente, filtrase un video del ejército de EE.UU. que mostraba a sus soldados –desde helicópteros y sus controladores a miles de kilómetros– asesinando a miembros de la prensa y civiles afganos. Manning tiene sobre sí la maldición de una conciencia moral que tanto su gobierno como su ejercito han perdido, y ha sido arrestado por obedecer la ley e informar al pueblo de la comisión de un crimen de guerra”.

Craig cree que la quiebra de la moralidad se ha extendido a otros campos y señala que en las carreras de Fórmula Uno los corredores se atacan a altas velocidades: Senna empujó a Prost contra un muro sin ser castigado. “En el actual clima moral occidental, estampar a otro piloto contra un muro a 300 km/h. es solo parte de la victoria. Michael Schumacher intentó empujar a Barrichello contra la pared a 300 km/h. Luego dijo: 'Esto es la Fórmula Uno. Todo el mundo sabe que yo no hago regalos’”.

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