miércoles, 16 de marzo de 2011

VACACIONES

Supuestamente andaba de vacaciones, y eso implicaba el no escribir esta columna. Y pegándome a la regla, decidí la semana pasada no publicar nada, tal como sucedió. Pero en casa, convencido de que las vacaciones no sé si las merezco, o mejor dicho, no sé si son del todo reparables en estas circunstancias. Me puse a escribir este artículo; porque he aprendió a hacer de mis escrituras una manera de descansar, de relajarme y de liberar todo lo que deseo expresar. Y a eso puedo llamarlo con seguridad algo reparador para mi mente. Cuando hablo de que las vacaciones no son merecidas, no lo digo en forma general. Pues considero que quienes trabajan merecen tomarlas y pasarla de la mejor manera (junto a familiares, amigas o solos) para así volver al trabajo con buen ánimo y hacer lo mejor en el periodo por empezar. En mi caso, creo que aun tengo muchas cosas pendientes por resolver para pensar en tomarme unos días de descanso. Pero eso es un tema aparte.
Hoy solo puedo hablar de que con la luz de el día, hay algo nuevo que escribir, hay algo nuevo que contar. Por eso estoy aquí escribiendo, estoy aquí con retraso publicando esta columna que personalmente a mi me hace falta^leerla cada semana . Cuando preparaba la maqueta de esta escrito, tenía tantas ideas en la cabeza que creí que podría resumir todo esto en infinidad de líneas que terminarían aburriendo y cansando a los lectores, mis lectores, ósea, ustedes - algo que se lee bastante gracioso, pero estoy seguro que tengo lectores-, por lo que por arte de magia encontré la forma de poner las ideas principales y, así, poder reducirlo. Debo contarles que este blog se mantiene gracias a los tres articulistas de lujo con los que cuento y al trabajo de este servidor que considera que también aporta su granito de arena. Por eso, pensé que ahora que me estaba tomando las mencionadas vacaciones debería realizar tres llamadas telefónicas a larga distancia: Atlanta, Costa Mesa y Rosario serian los destinos de mi comunicación telefónica. Pero luego me puse a pensar que con lo que ahorraría en esas llamadas, podría reparar el reloj de pared que aun lo tengo sin caminar. Además, que ya me canse de seguir escuchando las campanas de mi corazón y ahora solo quiero escuchar la de el reloj que lo mandare a reparar este fin de semana. Creo que mis colaboradores voluntarios al recibir mi llamada telefónica sospecharían que dejarían de serlo, pero con esta postergación, lo seguirán siendo. Me siento comprometido con ellos, creo que he secuestrado parte de sus valiosas ideas y opiniones a favor de ustedes y, en parte, esto justifica que una mantenga una deuda con ellos. Este es un de los tantos motivos por lo que pienso que debo de seguir postergando mis vacaciones, aunque creo que las tengo todos los días, pues como lo dije antes: esto lo hago con todo el gusto del mundo y me hace mucho bien el escribir a diario. En otra labores que realizo debo de seguir empujando el carro hacia adelante hasta sentir que ya estoy seguro y asegurar que estos destacados columnistas reciban la recompensa que merecen por todas esos artículos interesantes que escriben semana a semana y que generosamente no lo ponen a buen recaudo y así se me hace fácil cogerlos. Por eso quiero que este articulo que hoy escribo luego de un breve descanso, sea dedicado a estas tres personas tan profesionales que cada semana nos enseñan algo nuevo, que despiertan nuestra opinión, que nos invitan al debate. Pero sobre todo nos dan cátedra de lo bueno que es el opinar, el expresarse y sobre todo el hacerlo con el fin de mejorar la manera de ver la vida en los demás. Gabriela, Hermano Pablo y Don Guillermo quiero agradecerles el poder darme el gusto de compartir con ustedes este blog, el poder tener esta satisfacción que semanalmente la tengo de publicar junto con ustedes y el de vivir todos los días el reto de escribir algo bueno, algo que este a la altura de la calidad que ustedes le ponen a mi humilde blog que creo que gracias a ustedes cuenta a dejado de serlo, para convertirse en un portal de consulta , en un portal que lleva como características: la cultura, lo buenos principios y sobre el profesionalismo que todos nosotros le ponemos. Sé que no puedo con mi genio, que soy un bromista único, por lo que le veo el sentido divertido a la vida y trato siempre con mucho respeto de buscar en los lectores una sonrisa, así como en mí también. Por lo que lo que eso de reparar el reloj era una broma mas. En realidad, necesito repararlo. Pero el dinero empleado en eso no es el que podría emplear en llamarlos a las distintas ciudades donde radican y laboraran. Lo que deseo es hacerlo cuando tenga noticias concretas para ustedes. Este agradecimiento también lo hago en nombre de todos los lectores que han ido poco conectándose con este blog y que de pasada han ido valorando lo que yo escribo. Porque gracias a que han entrado a ver lo suyo, se han interesado también por lo mío. Crecí leyendo sus escritos, viéndolos por tv y escuchándolos por la radio. Por eso, ese honor de estar junto con ustedes en este proyecto es lo mejor que me puede pasar como comunicador. Gracias ustedes y a los lectores que nos leen.
Si después de esto, piensan que estoy loco .Solo les puedo decir: que por eso este blog se llama “de todo para todos”. Porque le mostramos de todo: un poco de locura, o mejor dicho, mucha locura.
pAnChO

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