domingo, 6 de marzo de 2011

ALGO DE QUE ESCRIBIR

Hoy no tengo nada que escribir, hoy no tengo ganas de hacer esto. Desde la mañana se me fueron todas las ideas y me he quedado pensando solo en una cosa, ósea, tampoco con el cerebro vacio. Si me sucediera esto todas las semanas, lamentablemente, tendría que dejar de publicar mi columna semanal en este blog. Pero no es así, hoy siendo el primer viernes del mes de Marzo del año 2011, perdí todo los temas que llevaba en el cerebro durante todos estos días para escribir mi columna que sigo pensando es interesante, aunque acepto a quienes puedan decir lo contrario. Es el primer viernes de toda mi vida que me encuentro improvisando algo, o mejor dicho: tratando de escribir algo, para no huir del teclado y por ultimo no escribir nada. Jamás se me había presentado algo así, jamás creí que de tanto pensar en lo mismo llegaría un momento en que se nublaría mi mente por completo. Quizás debería ensayar en usar un turbante, para así, ahí poder guardar todas mis ideas y evitar que se me escapen justo cuando debo escribir mi columna semanal.
Bienvenidas sean ahora en mi mente las ideas, cuantas son, si son muchas, mejor. Pero no hay nada, no tengo la capacidad de improvisación, no estoy del todo de acuerdo en que sea algo bueno inventar algo de en el ultimo momento. Sigo creyendo que se debe ofrecer algo bien elaborado, algo planeado y revisado durante los días previos a ser publicado. Pero me gusta mucho explorar nuevas culturas, y sobre todo esa de la creación inmediata, de la facilidad de improvisación; por lo cual ahora estoy escribiendo esta columna en previos instantes a publicarla y recurriendo a lo poco que se me viene a la mente. Además, me siguen diciendo que no leen este blog, que a muchos no le parece interesante. Que salvo, los artículos de los otros que escriben, no vale la pena revisarlo. Por tanto, si mi blog no es famoso, no es esperado cada semana para ser leído- especialmente esta columna- , entonces puedo presentar esta columna que por lo menos a mi me dejara contento, ya que habré publicado algo y soy consciente que tampoco me puede salir del todo mal, pues siempre hay algo que decir. Además, esta vida trata de que uno se mantenga sin perder la sonrisa y no pienso perderla ahora que estoy confiado en que las próximas columnas serán, como siempre lo han sido, pensadas y bien elaboradas. Claro que espero que las pocas personas que leen el blog, hagan sus comentarios y me de muestras de satisfacción por estas líneas.
Bueno, pasando a lo más serio, a lo real, y quizás a la justificación del porque hoy estoy sin ideas y del porque el día de hoy estoy un poco mas no cuerdo del todo; debo de contar que muy temprano escuche tantas cosas que no nunca imagine escuchar, que podrían cambiar mis planes, pero al final no lo termina haciendo. Ayer por la tarde, decidí que ya no quería seguir aquí, que debo emprender ese viaje de trabajo, que debo dejar que mi profesión y el destino me lleven por los lugares a donde debo de ser acogido. Pero al enterarme muy temprano de esto, me quede pensativo. Algo que aunque no parece tan grave, siento que debo de seguirlo de cerca hasta comprobar que todo esté bien. A pesar de todo, debo de viajar la próxima semana, debo enrumbarme hacia nuevos lares. Pero también, quiero tener la seguridad que estando allá seguiré en contacto con esa persona y que habrá ahora muchos motivos más para no perder la comunicación entre nosotros, para no dejar que el tiempo y la distancia nos aleje del todo y sea para mí una lamentación más que deba hacer en mi vida. Hay personas que valen la pena, y ella vale mucho para mí; por lo cual si estaría en otras circunstancias, lo dejaría todo para quedarme aquí y seguir encontrándonos cada mañana y así me siga contando cómo le va, como se siente y, sobre todo, me siga confirmando la buena noticia de que siempre ha amanecido bien y con esa sonrisa que me hace feliz.
Yo quise una vez pisar al destino y pasar sobre él. Entonces fue que comprobé que este es invencible, que es inevitable, y ,que por lo contario, nos invita a enfrentar los problemas con mucha valentía y sobre todo con las ganas de hacer las cosas bien como para salir airoso , o al menos sentirse así. Mi viaje se realizara, ella superara lo que tenga que superar. Yo estaré al tanto de todo, viviré para mis quehaceres diarios y, también, para contactarme con ella. Estoy desesperado, no se que pasara, perdí algunas veces la fe, pero la recupere. Ella ahora está conmigo y por eso se que todo saldrá bien, que esta semana será buena para los dos. Ella aquí y yo allá, pero ambos nos encontraremos mentalmente o vía telefónica como ahora lo hacemos personalmente todas las mañanas. Yo escuchare sus palabras e imaginare su sonrisa. No regresare, ella tampoco se animara a irme a visitar. Pero sentiré que ella está a mi lado todos los días, que para mi sigue amaneciendo con su luz, que este pequeño obstáculo que se nos presenta, es la oportunidad para que aprendamos un poco de la vida en nuestra propia vida. Y que la distancia- a la que estaré de ella- será la excusa perfecta para que cada vez que regrese de vacaciones a la ciudad, encontremos la justificación perfecta para salir, para conversar y para regresar felices cada uno a sus casas. Seguro después de leer todo esto, algunos críticos severos- si es que leen este artículo- verán que es uno de los menos serios, más confusos y quizás altamente improvisado. Es muy probable que si esto estaría impreso, lo quemarían o destrozarían. Pero no lo harían con la pantalla de su computadora, algo que garantiza su perpetuidad. En fin, este articulo que para mi empezó como un confesionario, como una sentimiento de decir la verdad, de explicar lo que estaba publicando, termina siendo para mí una forma de aliviar esta preocupación que llevo conmigo y una manera de esperar que pasara en los días próximos. Si debo ser excesivamente severo conmigo mismo al querer criticar esta publicación que no ha sido bien elaborad. Tengo que decir: que este artículo ha terminado convenciéndome, ha terminado siendo quizás uno de los más importantes que he hecho.
No me considero un blogger, solo soy un escritor aficionado, ósea, no un profesional en esto. No se me ocurre vivir de la escritura, así que quedo en la libertad de publicar lo que mejor me parezca y pienso que lo esencial de este escrito es que a pesar de que siento preocupación por los dos; tengo la sensación de que lo fantástico sucederá, y que ella y yo seguiremos comunicándonos a la distancia y que me dará las buenas nuevas que de seguro se darán.
Gracias al destino por no ser un blogguer profesional y gracias a Dios por ser un hombre enamorado, enamorado de ella.

pAnChO

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