viernes, 3 de diciembre de 2010

"Quisiera ser escritor"

Cuando empecé a escribir mi primera novela, libro, cuento o historia- que dicho sea de paso, aun no la he terminado, y no sé si la llegue a terminar- , con mucho entusiasmo pensé en acabarla en 4 meses. Realice una de mis más malas planificaciones en la vida: me dije a mi mismo, o más bien, me prometí-como siempre me prometo cosas que nunca las cumpliré- que este libro lo terminaría antes de fin de año. Al principio, estuve entusiasmado con el hecho de poder escribir, del dejar escrita una historia que si bien tenía mucho de ficción y me desnudaba como un escritor novato, como un aprendiz de contador de historias o simplemente como un advenedizo en estos oficios literarios; también me ayudaba a expresar mucho de lo que hay en mi mundo interno y externo. Por tanto, creí justo, aunque no sé aun si existe la justicia o la injusticia, que era valido superar mi pereza y por fin sentarme a escribir esta novela que la llevaba hace mucho tiempo en mente y que en una tarde, de agosto último, de la nada, encontró la forma y el titulo. Se me hubiera hecho fácil el terminar esto en el tiempo pactado conmigo mismo? No lo sé. Capaz si, sino hubiera sido por los días venideros, por las diferentes obligaciones que tenia, y por otros temas que gritaban por ser atendidos. Pero creí que todas esas cosas eran fáciles de superar creí también  que era un robot y que sentándome frente a la PC escribiría como loco páginas tras páginas en unas cuantas pocas horas. Ademas, pensaba que estaba dotado de toda esa habilidad literaria para escribir; que  en verdad solo con los años uno logra alcanzar, ya que a veces hay mucho que contar escribiendo y otras veces hay mucho por arreglar para presentar cierto material a una editorial. Yo solo llevaba algunos años haciendo esto.
No todos los días uno amanece con esa sensación de querer seguir creando, de querer seguir contando todo lo que es producto de la imaginación y de  tener la magia de poder combinar la realidad con la ficción para ver escrita una página con algo de lo que uno ha vivido, está viviendo y quizás no dejara de vivir. Muchas veces amaneces con el temor y la preocupación de que si te sientas a escribir sin ganas,  terminaras escribiendo tu realidad de una manera aburrida y triste,pues intentas llenar las páginas contando muy mal mucho de ti,  tus logros, tus fracasos, tus amores, desamores y todo lo demás. Así estas  corriendo riesgo de terminar haciendo una novela sobre ti, algo que a nadie le interesa y que posiblemente ninguna editorial lo publicara. Y además por tratarse de tu vida privada no debes ni un solo minuto en hacerlo público a través de un libro. Por eso el espíritu creador debe ir de la mano con lo que uno experimenta. De la nada ninguna línea podría ser escrita, pero llenar hojas con tu historia personal es terrible al menos para mí. Pero si al fin lo haces, si logras superar el rechazo de la gente a una historia sin importancia y que además se basa en ti, habrás hecho un libro autobiográfico.Algo poco  o nada aceptable si no eres un personaje notable.
Ya tenía presente muchos factores que hacían y que harían en el futuro que yo no pueda cumplir con los plazos que yo mismo me concedía al escribir mi primer libro o novela. Vi entonces complicado poder determinar una fecha en que concluiría esta historia. Además, comprendí que era necesario que las cosas se presenten de este modo, que mi obra demore, que tome su tiempo para tener la seguridad de que algo bueno se publicara después de un trabajo largo y bien revisado; claro si llego a encontrar una editorial que se interese en hacer esto. Hoy se presentaron tres contratiempos más, que casi me dejan sin escribir una sola línea: ayer fue un día para el olvido; amanecí mal con gripe y con un gran dolor de garganta. Tuve la mala idea de ducharme y así empeorar mi salud,así que por la tarde estaba con una congestión nasal insoportable y el dolor de garganta que iba en aumento. Había tomado pastillas para esta enfermedad viral que me provocaron mucho sueño. Luego de dormir un poco,escribí  unas lineas. No me convencieron, sentí que ese día había bajado mi productividad; me quede dormido frente al teclado por 20 minutos, desperté y no había escrito nada importante. Me fui a dormir. Luego del almuerzo, en que comí mucha fruta, tuve la mala idea, pero divertida también, de comer un pedazo de chocolate que encontré en la dulcera de la mesa.Me lo comí leyendo el periódico mientras reposaba el almuerzo. A los pocos minutos me vino una sensación de ir al baño. No pensé lo que sufriría mi estomago por aquel antojo después de un buen almuerzo, pero fue así. Estuve sentado en el inodoro mucho rato. Luego mas aliviado me senté a escribir, pero cada vez que intentaba empezar a hacerlo, recibía la alerta de mi estomago; debía volver a sentarme en el inodoro, en descargar todo eso que me hacia mal.Estaba claro que ese día no podría escribir. Cuando me sentí recuperado del todo, con el estomago más liviano,los ojos me empezaron a fastidiar; era  otra vez esa antigua irritación y quemazón que es producto de  andar muchas horas frente al computador escribiendo algo que aun no tiene fecha de cuando ser terminado y tampoco editorial que lo salve de acabar en el baúl de mis recuerdos . Aunque también he estado estos últimos días,sentado frente a la PC, leyendo mucho, resolviendo muchos ejercicios de ingeniería y viendo muchos vídeos musicales; por lo que no debo de echarle la mayor culpa de mis problemas a la vista a la idea de querer ser un escritor. Me recordé  de echarme la crema que me receto el doctor hace más de un año cuando también tuve un problema similar y me sentí mas aliviado. Fue insoportable esa quemazón en los ojos, sobre todo el izquierdo, por lo que no seguí escribiendo para prevenir vuelva a fastidiarme la vista. Esa noche acepte que ya no seguiría escribiendo por unos días, que no terminare mi obra antes de fin de año. Si sigo insistiendo en escribir pensando en la fecha que me he planteado terminar todo esto,terminare haciendo lo que tanto critico: contar sobre mí.
Estuve muy mal del a garganta,del estomago y los ojos. Por eso no escribí,me dije cuando me acostaba para dormir. Esa noche se me paso por la mente la idea de jamas ser un escritor.Por lo malestares de mi cuerpo tuve muchas pesadillas. De todas recuerdo que una era que me presentaba  mi borrador a una editorial  y este era  rechazado. La otra era peor: no era un escritor y memoria de una neumonia, ademas que tenia un avanzado  cáncer al estomago y ya  había perdido la visión en  el ojo izquierdo.
 Desperté y solo quería estar bien de salud.


pAnChO

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