Y otro año está por acabar. Como siempre sucede, un nuevo año
empieza y, con él, nuevas esperanzas. Para estas fechas, siempre nos hacemos
tantas promesas a nosotros mismos y no
falta la alegría y fe que todo lo que
planeamos para esos 12 meses, que se vienen, lo realizaremos. Hoy, en las últimas horas de
este año, es inevitable el recordar los deseos que tuvimos en los primeros
minutos de este y no podemos dejar de afligirnos por lo que no pudimos cumplir. Son
12 deseos los que mucho seleccionamos- de los tantos que tenemos- y que
deberíamos de hacer realidad en cada mes
del nuevo año. Se estila el comer 12 uvas minutos después de que haya comenzado
el nuevo año, mientras le pedimos a Dios
y al destino nuestros deseos. Todos somos
optimistas y nos sentimos muy seguros que las cosas saldrán como queremos. Es lógico, en ese momento, el
no pensar en todas las dificultades que se
nos pueden presentar en ese largo camino de 365 días, ni en aquellas circunstancias en que las cosas no
dependen del todo de nosotros, sino de otra persona más. Por lo cual, no todos
nuestros deseos quedan en nuestras manos para hacerlos realidad. ¡Para tenerlo
en cuenta! Pero un año nunca pasa en vano, y en este largo recorrido hemos aprendido tantas cosas que
muchas veces no las recordamos, pero que
fueron de mucha importancia para nosotros porque nos dejaron una enseñanza para
toda nuestra vida; y así, en muchas ocasiones decimos: este año no fue bueno,
no avance nada. La vida es una sola; y por tal, cada día, mes y año que pasa
tiene de por sí mucho valor para
nosotros, para nuestro desarrollo personal y para todo lo demás. Solo es
cuestión de darse cuenta por todo lo que hemos pasado, por cada vivencia, así
sea la más pequeña y concluiremos que
siempre hemos avanzado; no sé en cuanto, pero no nos encontramos en el mismo
punto. Y es sabido que uno nunca retrocede, siempre sabe o conoce algo
más que antes, eso es lo mejor de todo:
eso es vivir. Ya sabemos que no podemos
retroceder el tiempo, no se puede dar una vuelta atrás, sino es para contemplar
lo que ya sucedió; y muchas veces optamos en vivir lamentándonos por lo que dejamos de
hacer. Un minuto es un minuto, eso no vuelve a ser nunca. Y el arrepentirse
solo podría ser positivo si es un
sentimiento momentáneo y del cual podríamos aprender de los errores. Mas no es
bueno, si se convierte en una lamentación, en un achaque a nosotros mismo y en
una causa para terminar deprimidos y perdiendo oportunidades en el presente y
otras que podrían labrar el futuro. Que nos
queda? A mi parecer,solo nos queda el aceptar, por si aún no lo hemos hecho, de
que el mundo sigue girando, que nada se detiene y que siempre empieza un nuevo día,
un nuevo mes y un nuevo año para hacer algo nuevo, algo que si bien debe de
tener una finalidad, una meta; no debe de convertirse en un asunto de vida o
muerte por si al final del tiempo
pactado con notros mismo, no es como lo
pensábamos.
Todos hemos luchado en miles de batallas en todo nuestro
tiempo de vida y no podemos negar que cada una de ella que empezaba nos asustaba,
pero decidimos el enfrentarlas y, muy aparte de si ganamos o las perdimos, la
vivimos y tratamos de salir lo menos lastimados de ella.
Nuestros doce deseos no tienen que cumplirse necesariamente,
puede que se cumpla uno de ellos y puede que se cumplan otros en que no
pensamos al comer las 12 uvas. Nada nos debe parecer poco, siempre hay cosas
que hemos logrado, y que son importantes y significan un paso más adelante.
Nunca olvidar que el año está lleno de logros, ya sean pequeño y grandes. De repente, hasta
de tamaño intermedio, pero son logros
que todos hemos experimentado; muchas
cosas se consiguieron en estos casi 365 días. Y si, también experimentamos
derrotas. Si llegaste al día de hoy vivo, y puedes leer esto, puedes abrazar a
un familiar querido, conversar con un amigo o simplemente ver el cielo en su
amanecer y atardecer, ya has logrado mucho.
No anheles más, suficiente para darse por satisfecho en este año, que ya se va.
No sé cuántas enfermedades nos atacaron en este año, pero estoy seguro que a
muchas le hicimos frente y si hubo una que por desgracia aun le estamos dando
batalla, que le vamos a hacer, así es la vida. Lo importante es que vivimos
cada episodio de nuestra vida, que es única y que nunca, por nada del mundo, debemos de cuestionarla. ¡A
cada uno le toca vivir algo distinto!
Personalmente no tengo muchas ganas de recibir el nuevo
año haciendo el mismo rito del comer las
12 uvas de la suerte, pues las cosas no salen como uno quiere y las decepciones
sí que duelen fuerte. Aunque si soy algo
justo, en años anteriores se cumplieron muchas de mis deseos mencionados mientras
comía las uvas. No se cumplieron todos,
pero recuerdo que en algunas ocasiones
hasta se cumplió un 70 % de lo que pedí. Este año me toco que no se cumplan ni
la mitad de los deseos que me dije a mi mismo, pero ya no hay lugar para el lamento: otras cosas
conocí y aprendí; por lo cual me doy por bien servido. A pocas horas de
terminar el año, es poco lo que se
pueden cambiar. Entonces, por eso es que no veo el por qué no probar con las uvas
otra vez, pero sin tomarse las cosas muy en serio. Además, el comer uvas-según
médico y expertos- ayuda a retardar o prevenir muchos tipos de cáncer. ¿Saludable,
no?
No hay mucho que decir
de un nuevo año, salvo aquellas clásicas palabras que son muy ciertas: mucha
salud para cada uno, ya que con la salud
se puede hacer todo, e inclusive el poder sobrellevar las derrotas y tener las
fuerzas necesarias para emprender nuevos proyectos que nos hagan sentir muy
bien.
Una vez más, el agradecerle a todos ustedes, mis lectores,
por haberme leído en cada semana y haber apreciado estas líneas.
Ya saben que, como siempre lo digo, no soy un especialista en
cada tema, pero creo que aporto lo poco
o mucho que he aprendido en todos estos años de vida.
Un Feliz Año 2016 para todos! Que la salud y el buen ánimo sigan siendo nuestros aliados
para cada batalla del día a día y que siempre
nos acompañe el buen humor y las
sonrisas en cada segundo de nuestra vida!
pAnChItO.
No hay comentarios:
Publicar un comentario