miércoles, 8 de julio de 2015

VOLVERTE A VER.

Hoy es una fría noche, aquí en Lima. Acabo de terminar de ver la  telenovela junto a papa y mama. Esta producción televisiva estuvo divertida, presenta un buen argumento. Por eso me tiene atrapado esa historia. Gusto de esos argumentos donde no todo es color de rosa; pero  en donde tampoco estos malos momentos  tienen que durar una eternidad.
Mi día estuvo terrible: “anduve mal con la gripe”.
En todo momento me sentí morir. No te miento, llegue a tener fiebre, la garganta me dolía; tanto así que ya no podía pasar alimento.  Creo que no solo me sentía morir, sino que quería hacerlo para no soportar más el dolor. Toda la vida he odiado estar con gripe, porque esta me anula, me entierra en mi habitación y me hace pensar  que la vida no vale nada si es que estas enfermo e indispuesto para hacer cualquier cosa. Pero felizmente ahí  estuvieron papa y mama  para aliviarme de aquel problema que, con mucha alegría, ya veo que se está terminando. Ellos  me vieron tan mal que cada uno recurrió a lo mejor de su gran lista de medicamentos que tienen en casa: papa  saco de su caja fuerte aquel  jarabe que él toma para botar la flema de la garganta; y mama esas  pastillas para la infección  que se las da a mi hermana, cuando  ella es víctima de la gripe  que le produce el  aire acondicionado que usan en su oficina. Ambos me fueron efectivos. Debí, desde un principio, consultar con ellos y no  tomar esas medicinas  que me recomendó la señorita de la farmacia del centro; las cuales, creo yo, agravaron más mi situación de salud. Por ambos efectivos medicamentos  es que ahora no tengo sueño, porque que  ando  de mi habitación al lavatorio del baño para botar todo esa flema verdusca que era la culpable de mi malestar en el día. Además, que tampoco podría pegar los ojos porque  que el vecino del costado, en pleno silencio de la noche, está hablando en voz alta con su hijo, quien vive fuera, vía la internet. Su hijo,  un joven a quien conozco desde que es un niño, y  que hace menos de 6 meses dejo el país con una carrera técnica bajo el brazo  y, por lo que le cuenta su mama a mi mama, ahora le va muy bien allá en los EE.UU. país donde ya se radico. Te cuento algo de él, porque  al saber su historia allá afuera, me produce  la sensación de felicitarlo y decirle que lo  admiro por  su valor de  haber estudiado lo que tanto le apasiono y  tener el coraje de dejar el país para cumplir su sueño. Cosa que en mis épocas de recién salido del colegio nunca intente de  hacer, y por lo cual siempre te dije que no pude cumplir mi sueño  de estar trabajando ahora en una  cadena internacional de noticias. Algo a lo que tú siempre me aconsejaste de la manera más oportuna y practica: “Dios sabe porque hace las cosas.  Si estaría por allá, jamás te hubiera conocido por acá”. Algo que calmo mis pasados anhelos y que hoy solo lo veo como algo  que hubiese podido ser y no fue, para mi bien.
Ves  que   no puedo dormir. Y de  seguro  papa y  mama tampoco, por los fuertes tosidos que hago para arrancar toda esa flema que me tenía fastidiado. Y ni qué decir del vecino, a quien  de seguro no lo dejo conversar con tranquilidad. Bueno, quien le manda a  estar también  enganchado con la novela,  por lo que espera  a que esta termine para llamar a su hijo  para comunicarse vía Skype. Sabes que  por  ese medio se ven los rostros al conversar. Pareciera como si  estuvieramos frente a frente con quien conversamos. Ahora se me viene la idea que nosotros podríamos utilizar este medio. Así, vería tu sonrisa en vivo y en directo. Si deseas avísame para hacerlos, ya que  extraño el ver tu rostro hablándome, sonriéndome o guiñándome el ojo. Eso sí, espero no te animes en estos días, porque luzco  más feo que nunca, ya que estornudo  todo el día y  mi nariz esta roja. Además,  te confieso que con eso de la fiebre y mi malestar general, no me lavo la cara desde que lo hice antes de la hora del almuerzo. Pero como te contaba, ya estoy mejorando. Así, que esta gripe partirá del todo en tres días.
Bueno, he dado tantas vueltas y aún no he encontrado el valor para escribirte del motivo  de esta pequeña misiva. En verdad, al pensar que hoy me iba a  morir  por esta gripe tan agresiva que me cogió, creí que debería comunicarme con todas las personas a quienes quiero. Y ya  sabes que estas  estas entre ellas. Pensé que como muchas veces ya no abres a diario tus bandejas de entradas de correo electrónico, por lo cual no te enteras quienes te escriben, era mejor publicar esta  en mi blog. Así , también, lograba publicar algo para esta semana y estoy seguro que  tú de todas maneras lo leerás, porque de muy buena fuente sé que todas las semanas revisas este espacio. Algo que me honra y me hace saber que siempre me tienes presente. Pues fue a ti a  la segunda persona que le conté que tenia mi blog y en el escribía tantas cosas que pueden parecer alucinantes, pero son parte de la vida real.

Aunque no lo creas,  gracias a esto de la gripe- algo bueno tenía que encontrarle al odiado virus- me senté en la sala de la casa, después de mucho tiempo,  y coincidí con mi hermana, quien  acaba de volver de viaje. Entre  conversación  me contó  que para esta mitad de año las agencias aéreas hacen descuentos en los tickets de avión para cualquier ciudad del  continente. Lo primero que se ocurrió fue el visitarte. Le pregunte  a cuanto saldría un pasaje aéreo a tu ciudad. Ella lo busco en su ‘pc’, y resulto ser  un precio asequible para mí. Te doy pues la noticia: me voy a visitarte, a reencontrarme con la ‘casi casi felicidad’ .Aunque como a ti te gustaría que lo escriba, ‘la felicidad’. Algo que siempre creo no se alcanza del todo, aunque contigo yo creo se puede alcanzar. Más detalles, te lo cuento por  mensajes. Solo quería agregar que no hay nada como estar con la gente que uno quiere en los momentos en que la salud no está bien del todo: papa y mama dándome las medicinas; mi hermana  con sus buenas noticias de los tickets de avión a buen precio; y tú, que apareces en mi mente animándome a realizar este viaje para verte y, quizá, concretar o que nunca pude hacerlo . Bueno, ya estamos pasando la medianoche por aquí, y me voy a dormir. Soñare contigo como nunca lo deje de hacer. La gripe ni la fría noche podrán con la ilusión de volverte a ver.
Ciao, ciao.

pAnChItO.


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