Sentado en
una banca de la plaza central de mi distrito donde nací y en el cual aun resido, leo el periódico descansando de
rato en rato, entre cambiar de página a página observando a los talentosos bailarines que
ensayan frente de mí. Y también observando a parejas acarameladas que
intercambian caricias y se besan sentados sobre bancas alrededor de mí. Soy
afortunado de tener todo este panorama rodeándome, de no leer encerrado en una biblioteca o en mi habitación. Hay vida
a mi lado, mas esto no quiere decir que me haga perder la concentración en lo que leo. Para nada, se me quedan las noticias en la mente. Un día
en esta practica que se ha convertido para mí en habitual ; se me ocurrió que sería
divertido y provechoso para otros y para
mí también el poder comentar todas estas noticias que leo con alguien. El poder intercambiar opiniones, información y carcajadas
sobre estos eventos en compañía de otra
persona. Que entre dos o mas personas haríamos más entretenido
esto, y que muchos merecían verlo y gozar con cada una de nuestras ocurrencias.
Siempre sin dejar de lado mi intención de
informar al público. Por tanto, el agregarle otras
opiniones y el humor que hace falta a toda esta marea de noticias que muchas
veces nos malogran el hígado, era urgente. Es así que nace ‘desde la banca’. Un proyecto quizá muy
austero, muy simple y distinto a los que he tenido en mente desde hace más de
un mes que estoy en Lima. Pero lleva consigo una originalidad, una etiqueta que
jamás he usado para otras cosa que hice
en años anteriores. No sé hasta cuanto dure en
esto. Ya han sido cinco noches, grandes momentos, en las que me
he sentado a leer en la banca. Y no ha
faltado nadie a mi lado para comentar las noticias que están escritas ahí. Y
tampoco no he dejado de invitar a otros para que también me acompañen en todas
las noches que hemos pasado y las que están por venir. Muchos de los han
dicho que no; se han negado a venir a sentarse a mi costado. A ellos mismos que nos les he preguntado el por qué de
sus respuestas negativas, saben que jamás se le cerrara la puerta para cuando deseen
vengan a sentarse conmigo a la banca y hagan lo suyo con mucha alegría y
entusiasmo. El humor hace de las suyas en cada noche que me siento en esa
banca. Bueno, al menos estas cinco noches han sido así. Espero que la gente nos
siga acompañando en esta nueva aventura, que se siga colando el buen humor en la mente
de de todos quienes estamos sentados en
la banca. Que comprendamos que sin poder sacarle una carcajada a quienes nos estén observando, esto no tendría sentido. Los
bailarines y parejas que llegan a esta plaza para hacer lo suyo, jamás se sentirán
invadidos por nosotros. Los miraremos al igual que ellos nos miran a nosotros, pero
solo será un momento. Después, cada un seguirá haciendo lo suyo. Y si se trata
de juntarnos, hablaremos en el mismo idioma: ese de las sonrisas que poco a
poco se vuelven carcajadas. Todos están invitados!!!!
No pensé que esto se me ocurriría y funcionaria. Que
este proyecto llevaría consigo tanto que
aprender. Pero a la vez mucha diversión. Si me tuvieran que dar a elegir entre esto
que lo estoy haciendo y disfrutando y
todo los que he realizado anteriormente
con mayor presupuesto y mas
invitados, diría que me quedo aquí. Solo
Dios sabe hasta cuándo me dará la dicha
de poder seguir realizándolo. Ya saben que desde una banca todo se lee y se analiza mejor. Que vivan las noticias,
que viva el humor, que viva el baile y que viva el amor.
pAnChItO.
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