martes, 30 de septiembre de 2014

CALMA, CALMA!!!!!!!!!

En esta vida de problemas, de tensiones y de estrés.Siempre es bueno mantener la calma. Ya se que a  veces la perdemos, eso es inevitable. Hay momentos en que no podemos evitar el perder la tranquilidad y el sentirnos desesperados y caer en la preocupación por si algo se solucionara en el menor tiempo posible, por si  llegara esa solución. Son los momentos en que percibimos  que nuestro rumbo en la vida no esta del todo trazado o dependemos de algún acontecimiento esperado para que las cosas regresen a su normalidad. Pero es también cierto que solo son momentos  en el día, mas nunca para toda la vida. Y  es mejor que solo se traten de minutos o a lo máximo de horas. Pues nuestro día no puede transcurrir bajo la desesperación y preocupación. Todos experimentamos momentos de ansiedad, de conflicto con nosotros mismos por querer que las cosas salgan de una vez. Pero con  el pasar  de las  horas, al conocer ya nuestro organismo y saber como ir recuperando la calma en estos instantes, estamos otra vez tranquilos y  con la cabeza fría para tomar acciones o decisiones que sean de importancia para nuestra vida. Para esos momentos de desesperación y ansiedad están nuestros  familiares, los buenos amigos o quizá la sonrisa de alguien quien siempre llevas en tu corazón. Estoy convencido que no existe persona que siempre lleve consigo la calma. Todos tenemos momentos de debilidad en los cuales nos gana la desesperación por conseguir algo, por conocer algo o por saber si las cosas están marchando como queremos. Por eso nunca existirá de todo la calma. Y simplemente no existe  porque muchas de las cosas que están a nuestro alrededor no dependen de nosotros. Entonces, es lógico que bajo esa premisa uno tenga que sentir a veces la  desesperación al estar supeditado a los demás. También es lógico que si hay cosas en las cuales   nosotros no podemos influir del todo para que jueguen a nuestro favor, y por tanto escapan de nuestras manos, pues nuestra tranquilidad no debe de estar  en función de ellas. La vida es el recorrido más lindo que puede recorrer cualquier hombre. No existen otros caminos tan interesantes como este. Y a este camino  todo hombre tiene derecho de caminar y también de marcar algo importante para él en cada paso. Si sabemos ir con calma, sin apurarnos, llegaremos lejos. Y ese lejos no es necesariamente el alcanzar grandes cantidades de dinero, títulos honoríficos, parejas sentimentales hermosas. Es  el vivir una vida a plenitud, sin haber tenido que detenernos para siempre  en medio del camino para resolver algo que no lo podemos resolver, y que de seguro no lo resolveremos. Más bien, el vivir es el avanzar cada tramo del camino con la seguridad que hemos dado lo mejor de nosotros. Que no nos  hemos estancado  en algún punto que lógicamente  nos impide llegar más  lejos de lo que pudiéramos llegar. Solo detente cuando sea necesario. Medita cada paso, esto no se trata de  caminar por caminar. Recuerda que hay baches en todo camino. Pero como ya escribí líneas antes: “no te estanques en un solo punto, hay caminos tan difíciles de recorrer que lo mejor es pasarlos como sea”. Con eso no estoy diciendo que hay que huir de ellos. Pero digo que hay que  pasarlos simplemente porque uno decide no invertir energías en algo que no vale la pena. Porque de seguro muchos delante de ti  han hecho lo mismo y   otros de los que vienen detrás, también  lo harán. Y ninguno de ellos ni tu serán menos felices por eso. Y la felicidad, algo que yo creo que nunca se da  a un ciento por ciento,  es precisamente el vivir lo menos tensionados posible. Es  el invertir nuestras  energías en cosas que si valen la pena; en asuntos con los cuales si podemos lidiar. Y si se trata de luchar en batallas casi pedidas; que  estas sean por una buena causa, por un ideal, por saber que algo pudiste hacer y no te quedaste con las manos cruzadas. De ahí todo lo demás es para dejarlo durante el camino y pasarlo  con total tranquilidad. Recuerda que no llegaste al mundo para asumir  retos que otros quizá no lo han hecho. Llegaste al mundo para asumir retos que están a tu alcance y que pueden ser de beneficio para los tuyos y para ti. No quiero decir que uno en esta vida debe ser egoísta, que no debe practicar la solidaridad. Sino que no hay que embarcarse en viajes que al final del todo solo van en contra de conservar tu tranquilidad y que  te desgastan y te traen problemas que se convertirán en mochilas pesadas que cargadas para toda la vida sobre tu espalda.

Pero volviendo a la calma; esta debe de perdurar en nuestra vidas. Y si no es  así como en la mayoría de casos. Hay que saber recuperar esta, saber controlarla para que no se nos escape del todo, ni tanto tiempo. Si hay cosas por las cuales nosotros hemos esperado toda la vida.  Debemos saber reconocer si  vale la pena el seguir esperando por ellas. O en todo caso si estamos a punto de alcanzarlas; debemos conservar la tranquilidad partiendo desde el punto de que ‘si ya hemos esperado tanto por ellas, podemos hacerlo unos días más’. Pero de ahí a sufrir esperando por alguna respuesta conveniente, por alguna buena noticia o por algo que nos convierta en personas felices, no. Nada puede controlar nuestra felicidad más que nosotros mismos. Deja que tu cuerpo y mente se acostumbren a los síntomas de la desesperación. Aprende a reconocer estos, a controlarlos. Solo así veras que  pasara ese momento de desesperación; y otra vez tendrás contigo la tranquilidad y con ganas de hacer lo que tienes que hacer. La calma es muy importante en tu vida. Si bien, en la mayoría de casos no la tenemos del todo. Debemos de saber  recuperar esta y hacer que no interfiera con  nuestra rutina. Solo piensa en que la tranquilidad de todas maneras llegara. Pero trata de hacer que vuelva lo más pronto posible hacia ti.



pAnChItO

No hay comentarios: