Él había descubierto que su corazón era inmenso, porque ahí quepan
tantas personas a quien él quiso o pensó querer y aún sigue afincando en algún
rincón vació más nombres. Pero la salud podría jugarle una mala pasada y este
corazón reventar de lo saturado que esta; por lo cual ha tomado la decisión de
no subir más pasajeros a ese móvil que muchas veces, aun, no encuentra el rumbo
a seguir. Sabe que quienes han inmortalizado su nombre ahí, son difíciles de
poder descenderlos de su vehículo. Sin embargo, busca la forma de
encontrar un espacio, algo considerable para las personas que están por llegar,
que con seguridad ocuparan un lugar ahí. Parece que el llegar a una nueva etapa
de su vida, esta involucra el cuidar el corazón.
No solo mantenerlo bajo en grasas, sino el mantenerlo lo más libre que pueda
estar en cuanto a habitantes que tiene dentro.
El último gran nombre, ocupa un buen espacio de este corazón ya acostumbrado a
albergar a quien nunca pide ser albergado y contento de servir de refugio a quienes
solo quieren pasar unos cortos días aquí o, quizá, una temporada, pero dejando
bien claro que no será mucho tiempo y que es culpa del dueño de casa si este
piensa que serán eternos y puede contar con ellos para siempre. Pero si ellos
optan por irse, porque aquel corazón está lleno, tan copado que necesita buscar
espacios para futuros ocupantes. Esa es la pregunta del millón. Ahí está la respuesta
que todavía sigue por algún lugar sin ser localizada. Y cuando hacen falta
ciertos elementos para ser ‘felices’, es mejor optar por lo que está a nuestro
alcance. Y ese es el no seguir copando de más pasajeros ese vehículo.Es mejor el arrinconar
los recuerdos de los pasajeros que ya no están y que no volverán. Encontrarle
un rumbo a ese corazón y preparar un espacio especial para aquellos pasajeros que,
de seguro, vendrán y se quedaran.
pAnChItO.
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