viernes, 2 de octubre de 2015

Columna de Mier..coles.

Y justo cuando estaba decidido a cumplir todo lo que tenía pendiente por visitar, aquí, en mi ciudad, hace dos días, me cogió una fuerte gripe de miércoles. Pensé que hoy viernes amanecería mejor, pero no fue así: me siento peor que ayer  y sospecho que mañana seguiré jodido con el moco, la nariz completamente empapada, el dolor de cabeza y cuerpo. No soy mucho de ir a reuniones los fines de semana, pero siempre he pensado que uno debe de encontrarse muy bien de salud  en estos días por si sale algo inesperado. Uno nunca sabe lo que sucederá, solo hay que tener la disponibilidad.
Hoy viernes, me resigno a  que, por lo menos, hasta el domingo me sentiré muy mal de salud. Si es que  salgo hoy por la noche, de seguro será con dirección a una clínica para que me vea un médico, ojala no sea de emergencia. Si salgo mañana, es probable que sea hacia un policlínico cercano para que me inyecten una ampolla que me ha recetado el médico para mitigar mi dolor y poder eliminar la flema de mi garganta, con más facilidad.
¡Qué vida! Yo gusto del mes de octubre, porque este es  especial para mí,sobretodo porque en  unos días más es mi cumpleaños .Pero parece que este mes  empezó mal para mí. No pensaba que me cogería una gripe tan fuerte, como esta. A  lo mucho, en mis pensamientos más pesimistas-si es que existiera esto- pensaba que podía tener un pequeño dolor de garganta  y que con una par de aspirinas lo podría solucionar. Aún faltan algunos días para esa fecha tan especial  y espero, como dije al iniciar este relato, que el domingo ya amanezco un poco mejor y así el día lunes estar como nuevo. Las noches por aquí aún son frías a pesar que ya se vive la primavera; por lo que yo pienso que en esas horas es que me empeoro más y llego hasta este punto,  de mi salud, en que ya aturdido, improductivo- algo que muchas veces lo soy estando sano- y con ganas de caer rendido para ya no sentir tanto malestar nasal, me pongo a escribir estas líneas que nacen propias del dolor a la garganta y de  mi propia locura.  Aunque el escribir es una actividad que pocas veces la relaciono con el bienestar personal, siempre me termina aliviando de cualquier molestia que tuviera: tanto física como mentalmente. Cuando ando con gripe y llego a estas alturas del virus en que me siento muy mal, me cuesta escribir pues posiblemente tenga  fiebre por la infección a la garganta.Hoy, a punto de seguir acumulando  más años de vida, creo que ya no corresponde en mí quedar inactivo   por una simple gripe. Más me corresponde luchar y cuidarme en  lo que más pueda para mañana amanecer bien y seguir con mis actividades normales, ya que hay muchas cosas por hacer. En honor a la verdad, debo decir que yo también he contribuido a que esta enfermedad no pueda aun  desaparecer del todo,  y me siga molestando. En estos tres días, me he estado bañando como si nada pasaría. No he dejado de remojarme bien la espalda, el sobaco, y otras partes inferiores, la idea siempre es el estar  lo más limpio que uno pueda,ademas de  muy bien perfumado y con la ropa bien planchada. Bueno, estas últimas tres duchas que he tomado podrían causarme una neumonía que es a lo que temo. Cosa seria, nada para reírse.
En el transcurso de esta noche, mientras espero la hora, para ver la telenovela de la noche, pienso en tantas cosas: en que si sería bueno escribirle a ella  y contarle de que estoy mal de salud ; de repente así ella se interesaría en mí  y me escribiría mañana para saber cómo he amanecido. No, no es una buena idea, pues haciendo eso  estaría apelando a la pena, y eso nunca puede cambiar lo que siente el corazón de alguien. Más bien,  sería  una forma de sembrar pena en alguien que por lo menos hacia mi  siente indiferencia.
Otros pensamientos se me vienen a la mente, ninguno es recomendable. Todas son locuras  que se ven como tonterías. En eso, en medio del malestar, se me da por filosofar:” No soy quien debería ser, no estoy con quien debería estar. La realidad es esta, hay que aceptarlo y reconocer, de una vez, que gusto de la soledad. Pero algún día daré mi brazo a torcer y aceptare compartir el día con alguien”
Lejos de hallar soluciones para mi enfermedad, solo logro encontrar tranquilidad y esperar con calma la recuperación.  Mientras tanto, pienso que debo de ser más sensato y dejar de escribir tantas cosas. En medio de todo, me recuerdo de los pocos lectores de este blog, quienes esperan leer algo de mi; y yo decido el publicar esta columna que aunque sé que les parecerá una tontería, de esas que siempre escribo cada cierto tiempo, al menos con esto no se contagiaran de mi gripe ni de mi locura.
Seré libre publicando esto, habré cumplido con mi columna semanal y me sentiré mejor después de escribir tanto como a manera de una catarsis.
He pensado en el titulo de esta columna,creo que debe de ser así como le llamo  esta gripe: "una gripe de miércoles". Muchos de ustedes, estoy seguro, estarán de acuerdo conmigo en que esta es una columna de mier..coles.

pAnChItO.





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