Y justo cuando estaba decidido a cumplir todo lo que tenía
pendiente por visitar, aquí, en mi ciudad, hace dos días, me cogió una fuerte gripe
de miércoles. Pensé que hoy viernes amanecería mejor, pero no fue así: me
siento peor que ayer y sospecho que
mañana seguiré jodido con el moco, la nariz completamente empapada, el dolor de
cabeza y cuerpo. No soy mucho de ir a reuniones los fines de semana, pero
siempre he pensado que uno debe de encontrarse muy bien de salud en estos días por si sale algo
inesperado. Uno nunca sabe lo que sucederá, solo hay que tener la
disponibilidad.
Hoy viernes, me resigno a que, por lo menos, hasta el domingo me sentiré
muy mal de salud. Si es que salgo hoy
por la noche, de seguro será con dirección a una clínica para que me vea un médico,
ojala no sea de emergencia. Si salgo mañana, es probable que sea hacia un policlínico
cercano para que me inyecten una ampolla que me ha recetado el médico para
mitigar mi dolor y poder eliminar la flema de mi garganta, con más facilidad.
¡Qué vida! Yo gusto del mes de octubre, porque este es especial para mí,sobretodo porque en unos días más es mi cumpleaños .Pero parece que este mes empezó mal para mí. No pensaba que me cogería una
gripe tan fuerte, como esta. A lo mucho,
en mis pensamientos más pesimistas-si es que existiera esto- pensaba que podía tener
un pequeño dolor de garganta y que con
una par de aspirinas lo podría solucionar. Aún faltan algunos días para esa
fecha tan especial y espero, como dije
al iniciar este relato, que el domingo ya amanezco un poco mejor y así el día
lunes estar como nuevo. Las noches por aquí aún son frías a pesar que ya se
vive la primavera; por lo que yo pienso que en esas horas es que me empeoro más
y llego hasta este punto, de mi salud,
en que ya aturdido, improductivo- algo que muchas veces lo soy estando sano- y
con ganas de caer rendido para ya no sentir tanto malestar nasal, me pongo a
escribir estas líneas que nacen propias del dolor a la garganta y de mi propia locura. Aunque el escribir es una actividad que pocas
veces la relaciono con el bienestar personal, siempre me termina aliviando de
cualquier molestia que tuviera: tanto física como mentalmente. Cuando ando con
gripe y llego a estas alturas del virus en que me siento muy mal, me cuesta escribir pues posiblemente tenga fiebre por la infección
a la garganta.Hoy, a punto de
seguir acumulando más años de vida, creo
que ya no corresponde en mí quedar inactivo por una
simple gripe. Más me corresponde luchar y cuidarme en lo que más pueda para mañana amanecer bien y
seguir con mis actividades normales, ya que hay muchas cosas por hacer. En honor
a la verdad, debo decir que yo también he contribuido a que esta enfermedad no
pueda aun desaparecer del todo, y me
siga molestando. En estos tres días, me he estado bañando como si nada pasaría.
No he dejado de remojarme bien la espalda, el sobaco, y otras partes inferiores, la idea siempre es el estar lo más limpio que uno pueda,ademas de muy bien perfumado y con la ropa bien
planchada. Bueno, estas últimas tres duchas que he tomado podrían causarme una neumonía que es a lo que
temo. Cosa seria, nada para reírse.
En el transcurso de esta noche, mientras espero la hora, para
ver la telenovela de la noche, pienso en tantas cosas: en que si sería bueno
escribirle a ella y contarle de que estoy
mal de salud ; de repente así ella se interesaría en mí y me escribiría mañana para saber cómo he amanecido.
No, no es una buena idea, pues haciendo eso estaría apelando a la pena, y eso nunca
puede cambiar lo que siente el corazón de alguien. Más bien, sería una forma de sembrar pena en alguien que por
lo menos hacia mi siente indiferencia.
Otros pensamientos se me vienen a la mente, ninguno es
recomendable. Todas son locuras que se
ven como tonterías. En eso, en medio del malestar, se me da por filosofar:” No
soy quien debería ser, no estoy con quien debería estar. La realidad es esta,
hay que aceptarlo y reconocer, de una vez, que gusto de la soledad. Pero algún día
daré mi brazo a torcer y aceptare compartir el día con alguien”
Lejos de hallar soluciones para mi enfermedad, solo logro encontrar tranquilidad y esperar con calma la recuperación. Mientras tanto, pienso que debo de ser más sensato y dejar
de escribir tantas cosas. En medio de todo, me recuerdo de los pocos lectores de este blog, quienes esperan leer algo de mi; y yo decido el publicar esta columna que aunque sé que les parecerá
una tontería, de esas que siempre escribo cada cierto tiempo, al menos con esto
no se contagiaran de mi gripe ni de mi locura.
Seré libre publicando esto, habré cumplido con mi columna
semanal y me sentiré mejor después de escribir tanto como a manera de una
catarsis.
He pensado en el titulo de esta columna,creo que debe de ser así como le llamo esta gripe: "una gripe de miércoles".
Muchos de ustedes, estoy seguro, estarán de acuerdo conmigo en que esta es una
columna de mier..coles.
pAnChItO.
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