lunes, 3 de agosto de 2015

HORA DE REFLEXIONAR

Hoy fue la primera vez que me vi en la necesidad de hacer una reflexión y buscar respuestas a algunas cosas que suceden en mi vida.
No era tan fácil como yo lo suponía, ni tampoco esa verdad estuvo tan lejos de mí. Algo sospechaba de esto, por eso siempre anduve escapando de hacer esto, evitando  los momentos en que debería de hacer esta reflexión, que hoy se volvió inevitable.
Es una fría tarde de agosto en Lima, y si el tiempo y el clima van acorde con los que nos sucede en nuestra vida; este día gris, con una baja temperatura, hace lo suyo para que este momento me provoque escalofríos por el hecho de solo pensar en que debo de pensar lo que nunca he querido pensar.
Una confusa, rara y hasta tonta situación que muchos hemos vivido, pero del cual, muchos, hasta hoy no me puedo incluir, han sabido salir de la  mejor manera y lo  más rápida que se puede de hacer. Tengo 3 puntos para reflexionar hoy, que son parte de mi vida. Aunque fácilmente pueden ser parte de muchos quienes me leen,porque  en la vida, aunque suene a consuelo de tontos, muchos vivimos los mismos problemas. Solo que algunos decidimos quedarnos  pensando en cómo resolverlos y otros optan por resolverlos.

     Vivo de las ilusiones. Siempre desde pequeño fui un niño que se ilusionaba con todo, que hacia planes a futuro sin medir si eso era posible realizar. Bueno, a decirlo ahora que ya soy adulto, nunca las  cumplí;pero que bien que uno se siente en se instante en que planea todo lo que hará. Yo siempre decía: “simplemente los planes no se hicieron realidad porque eran parte de una fantasía, en ese tiempo tolerable por ser un niño"Aunque  que en parte con solo pensar en lo que quise alcanzar y no lo alcance, me invade cierta preocupación porque eso podría ser un pequeño fracaso.  Hoy con ya muchos años encima, pero aun con juventud, sigo ilusionándome y me veo otra vez como aquel niño de hace 20 años, y pienso un montón de cosas, me lleno de ideas positivas y recurro al optimismo, algo que  odio, para pensar en cosas que no sucederán. Y aun sabiendo de esto, me llena de alegría el solo hecho de saber que algún día sucederán.

Hace 4 meses, mientras caminaba tranquilo por una calle oscura, pero  sin peligro a la vista, raro de encontrar en estos días, vi la silueta  de una bella chica que en realidad término siendo una marciana  que vive en un planeta a  70 millones de kilómetros de donde yo vivo. Yo que ni manejo un auto, no me imagino piloteando una de esas naves sofisticadas y propias de potencias mundiales , llamadas Cohetes, que dicho sea de paso son piloteadas por gente especializada, con muchos años de estudio y con tantas fórmulas matemáticas y físicas que pueden caber en una biblioteca  de la facultad principal de la universidad donde estudie. Por tanto el pensar en un   viaje, para ir a visitarla, es una locura; y sobre todo si sé que ella, posiblemente, en ese lejano planeta,es rondada y cortejada  por unos 4 o 5 marcianos que por ser de su misma especie, con sus mismas costumbre  y lengua, tengan mucha ventaja sobre mí para el lograr conquistarla. Viéndolo desde un punto realista, si lograría realizar ese viaje para visitarla, mientras me tomaría el tiempo de viajar hasta ahí, posiblemente ella ya este con uno de esos marcianos casada y con hijos . A pesar de todo eso, yo sigo pensando, creyendo y alimentando mi cerebro con la idea  que algún día, no muy lejano, estaré frente a ella conversando, tomándonos un café y luego yendo abrazados por una de las calles principales de su planeta. Otra vez como un niño invierto minutos y hasta horas pensando en que eso lo lograre, y así me siento bien y  mas motivado para hacer de mis  días los  mejores. Craso error  el que he cometido  hoy  y ya otras veces! Ahora todo esto es  más notorio porque ya no soy un chiquillo y además que estoy poniendo en juego parte de mi tiempo para otras cosas alcanzables y reales en algo que si lo pienso con seriedad  y fríamente por solo 5 minutos, sé que no se realizara. Mi sentido común me lleva a pensar que debo ya dejar de imaginar, de ilusionarme. Y mi falso sentido de supervivencia me lleva a creer que todas mis ilusiones algún día   se realizaran. Mientras espero por eso que nunca se realizara, pasan a mí alrededor oportunidades que si las cojo, las podría  realizar. Pero como siempre, en todo hay señales que nos hacen darnos cuenta de las cosas; aunque se sabe que no hay peor  ciego que el que no quiere ver: “la marcianita, en  una noche llena de estrellas, hizo otra vez su aparición. Su bella silueta y su linda voz me emocionaron una vez más. Me apresure en decirle que si me podía ir con ella, aprovechando de su sofisticada y espacial nave.  No me  contesto nada, como muchas veces lo ha hecho en sus pocas apariciones en estos 4 meses que la conozco, como siempre lo hacía cuando yo le hacía  una pregunta sugerente. Pero  en esta ocasión, en un instante se despidió y se fue sin decirme nada.  Debía, entonces,  entender que no quiso llevarme, que no quería saber nada conmigo. Mejor dicho, no tenía interés en mí. A partir de esa actitud hacia mí, había muchas cosas que pensar. Pero para que hacerme un ‘sancochado’ en la cabeza?, estaba claro: no significo nada para ella y quizá, allá en su lejano planeta, alguien la espera y por eso no puedo llegar de la mano conmigo.  Con todo eso, el  ir a buscarla, como ya lo dije antes:"sería una estupidez". Por eso y a pesar de que existen muchos tontos  consejos como : "nada es imposible",decidí catalogar esta ilusión como algo   perjudicial para el poco tiempo de vida que todos tenemos en esta tierra. Así que hoy  me acabo de olvidar de los viajes 'inter-espaciales' para seguir   caminando por los mismos rumbos por donde siempre lo he hecho. Y si hubiera  un camino que me anime a caminar, que sea uno  por donde muchos han transitado y no uno por donde nadie lo ha hecho. Está bien ser innovador, arriesgado y aventurero en busca  del éxito, pero no suicida.

pAnChItO.

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