Hoy fue la primera vez que me vi en la necesidad de hacer una
reflexión y buscar respuestas a algunas cosas que suceden en mi vida.
No era tan fácil como yo lo suponía, ni tampoco esa verdad
estuvo tan lejos de mí. Algo sospechaba de esto, por eso siempre anduve
escapando de hacer esto, evitando los momentos en que debería de hacer
esta reflexión, que hoy se volvió inevitable.
Es una fría tarde de agosto en Lima, y si el tiempo y el clima van
acorde con los que nos sucede en nuestra vida; este día gris, con una baja
temperatura, hace lo suyo para que este momento me provoque escalofríos por el
hecho de solo pensar en que debo de pensar lo que nunca he querido pensar.
Una confusa, rara y hasta tonta situación que muchos hemos
vivido, pero del cual, muchos, hasta hoy no me puedo incluir, han sabido salir
de la mejor manera y lo más rápida que se
puede de hacer. Tengo 3 puntos para reflexionar hoy, que son parte de mi vida.
Aunque fácilmente pueden ser parte de muchos quienes me leen,porque en la
vida, aunque suene a consuelo de tontos, muchos vivimos los mismos problemas.
Solo que algunos decidimos quedarnos
pensando en cómo resolverlos y otros optan por resolverlos.
Vivo de las ilusiones. Siempre desde pequeño fui un niño
que se ilusionaba con todo, que hacia planes a futuro sin medir si eso era posible realizar. Bueno, a decirlo ahora que
ya soy adulto, nunca las cumplí;pero que bien que uno se siente en se instante en que planea todo lo que hará. Yo siempre decía: “simplemente los planes no se
hicieron realidad porque eran parte de una fantasía, en ese tiempo tolerable
por ser un niño"Aunque que en parte con solo pensar en lo que quise alcanzar y
no lo alcance, me invade cierta preocupación porque eso podría ser un pequeño fracaso. Hoy con ya muchos años encima, pero aun con
juventud, sigo ilusionándome y me veo otra vez como aquel niño de hace 20 años, y pienso un montón de cosas, me lleno de ideas positivas y recurro al optimismo,
algo que odio, para pensar en cosas que no sucederán. Y aun
sabiendo de esto, me llena de alegría el solo hecho de saber que algún día
sucederán.
Hace 4 meses, mientras caminaba
tranquilo por una calle oscura, pero sin
peligro a la vista, raro de encontrar en estos días, vi la silueta de una bella chica que en realidad término
siendo una marciana que vive en un
planeta a 70 millones de kilómetros de
donde yo vivo. Yo que ni manejo un auto, no me imagino piloteando una de esas
naves sofisticadas y propias de potencias mundiales , llamadas Cohetes, que
dicho sea de paso son piloteadas por gente especializada, con muchos años de
estudio y con tantas fórmulas matemáticas y físicas que pueden caber en una biblioteca de la facultad principal de la universidad
donde estudie. Por tanto el pensar en un
viaje, para ir a visitarla, es
una locura; y sobre todo si sé que ella, posiblemente, en ese lejano planeta,es rondada y cortejada por unos 4 o 5
marcianos que por ser de su misma especie, con sus mismas costumbre y lengua, tengan mucha ventaja sobre mí para
el lograr conquistarla. Viéndolo desde un punto realista, si
lograría realizar ese viaje para visitarla, mientras me tomaría el tiempo de
viajar hasta ahí, posiblemente ella ya este con uno de esos marcianos casada y con
hijos . A pesar de todo eso, yo sigo pensando, creyendo y
alimentando mi cerebro con la idea que
algún día, no muy lejano, estaré frente a ella conversando, tomándonos un café
y luego yendo abrazados por una de las calles principales de su planeta. Otra
vez como un niño invierto minutos y hasta horas pensando en que eso lo lograre,
y así me siento bien y mas motivado para hacer de mis días los mejores. Craso
error el que he cometido hoy y ya otras veces! Ahora todo esto es más notorio porque ya no soy un
chiquillo y además que estoy poniendo en juego parte de mi tiempo para otras
cosas alcanzables y reales en algo que si lo pienso con seriedad y fríamente por solo 5 minutos, sé que no se
realizara. Mi sentido común me lleva a pensar que debo ya dejar de imaginar, de
ilusionarme. Y mi falso sentido de supervivencia me lleva a creer que todas mis ilusiones algún
día se realizaran. Mientras espero por eso que nunca se realizara,
pasan a mí alrededor oportunidades que si las cojo, las podría realizar. Pero como siempre, en
todo hay señales que nos hacen darnos cuenta de las cosas; aunque se sabe que
no hay peor ciego que el que no quiere ver:
“la marcianita, en una noche llena de
estrellas, hizo otra vez su aparición. Su bella silueta y su linda voz me emocionaron
una vez más. Me apresure en decirle que si me podía ir con ella, aprovechando
de su sofisticada y espacial nave. No me
contesto nada, como muchas veces lo ha hecho en sus pocas apariciones en
estos 4 meses que la conozco, como siempre lo hacía cuando yo le hacía una pregunta sugerente. Pero en esta ocasión, en un instante se despidió y
se fue sin decirme nada. Debía,
entonces, entender que no quiso llevarme,
que no quería saber nada conmigo. Mejor dicho, no tenía interés en mí. A partir
de esa actitud hacia mí, había muchas cosas que pensar. Pero para que hacerme
un ‘sancochado’ en la cabeza?, estaba claro: no significo nada para ella y quizá,
allá en su lejano planeta, alguien la espera y por eso no puedo llegar de la
mano conmigo. Con todo eso, el ir a buscarla, como ya lo dije antes:"sería
una estupidez". Por eso y a pesar de que existen muchos tontos consejos como : "nada es imposible",decidí catalogar
esta ilusión como algo perjudicial para
el poco tiempo de vida que todos tenemos en esta tierra. Así que hoy me acabo de olvidar de los viajes 'inter-espaciales' para seguir caminando por los mismos
rumbos por donde siempre lo he hecho. Y si hubiera un camino que me anime a caminar, que
sea uno por donde muchos han transitado
y no uno por donde nadie lo ha hecho. Está bien ser innovador, arriesgado y aventurero en busca del éxito, pero no suicida.
pAnChItO.