Llevo tres semanas en lima, y siento que ha sido tiempo suficiente para reencontrarme con la familia, con algunos o muy pocos amigos-conocidos-, con mi casa, con las fachadas de cada vivienda de mi cuadra y muchas cosas que han cambiado en este año que estuve fuera, y en el cual solo venia 6 o 7 días, siendo muy pocas las oportunidades como para captar cada detalle que hace pensar de cómo han cambiado algunas cosas por aquí. Viví casi toda mi vida en esta ciudad, necesite mucha voluntad para animarme a salir de aquí. Sin embargo, hoy me siento extraño en este lugar, me siento como un visitante que ya desea el volver al lugar donde reside, donde vive diferentes aventuras y en donde lucha cada día por sobrevivir como Dios manda. Jamás dejare de sentir felicidad por venir a esta ciudad, por estar en casa, por compartir con papa y mama el desayuno, almuerzo y cena. Y saber que los tengo cerca, algo que casi siempre me es imposible. Pero creo que uno hace su vida en donde el destino lo ha planeado, nadie escoge el camino que desea caminar para llegar donde uno supone debe hacerlo. Si se pudiera decir que un día de mi vida fui un guerrero, si lo fui: “intente muchas veces el hacer todo lo posible para residir aquí. Pero siempre encontré señales que me decían que mi vida no era para desarrollarla en este lugar, que ninguna historia que debía de contar para el futuro sucedería en esta ciudad” Por eso aquella tarde tuve que armarme de valor para decidir por el irme del todo. Estando allá soñaba con volver, no solo en plan de visita como lo hago todos los meses, sino para siempre. Pero con el correr de los días, la vida me fue enseñando tantas cosas, me fue poniendo un párale a mis locos sueños. Y terminé entendiendo que solo volvería a lima para visitar a los míos; pero que existían miles de motivos que me ataban allá, a mi nueva ciudad, a mi nueva casa .Y que por ende, debía pensar en volver a donde ya pertenezco. Hoy debo decir con un poco de incomodidad y no tanta alegría que después de más de 15 días otra vez en lima, he comprobado que esta ya no es mi ciudad; que si no fuera por mis padres capaz ya no le hubiera encontrado el sentido para estar tanto tiempo aquí. En verdad, no deseo partir cuando veo las sonrisas de papa y mama por estar juntos de nuevo. Pero ellos mismos saben que mi nueva vida está lejos de aquí y de ellos. Que esta es la vida que marca la profesión que estudie. No hay más que decir: debo volver, debo de pensar que esa maleta que empecé a alistar la semana pasada pronto será otra vez colgada en mi hombro para apersonarme a una estación o aeropuerto para emprender el viaje que me lleve de vuelta a la vida cotidiana, a mi hábitat. La vida puede ser extraña, los días que te tocan vivir pueden ser repetitivos. Pero siempre hay sorpresas que te hacen creer que el destino tiene preparado para ti innumerables pasajes en la vida que nunca serán predecibles. Por ese motivo no veo las horas para partir, me siento mejor allá, creo que ya no soy un miembro de esta ciudad.
Nací en lima como muchos lo hicieron, crecí en esta ciudad a la que adoro. Pero la vida se encargo de incorporarme a otra ciudad, de una manera antojadiza un día amanecí lejos de aquí y comprobé que ahí soy feliz. Me acostumbre ahí sin darme cuenta, descubrí la tranquilidad que hay allá, quizás muy acorde con mi forma de ser y de vivir. Aprendí a combinar la soledad con la compañía, a enfrentar miles y miles de problemas teniendo la seguridad que saldría airoso para en la noche volver a mi guarida a escribir, escuchar música mientras me tomo una taza de café celebrando la tranquilidad y paz que solo puedo sentir ahí. Aquí en mi ciudad de origen he vivido muchas historias, episodios que merecen ser recordados siempre. Hubieron personas que marcaron mis días, 3 muchachas a las cuales estuve convencido de entregarle mi vida, mi dedicación a ellas, mi corazón. Pero el destino otra vez apareció ahí para señalarme que ese camino no era mi verdadera ruta, este se encargo de mostrarme que existe otro lugar donde posiblemente debía un día confesar mi amor, expresar todos esos versos que nunca los pude decir aquí porque me quedaba siempre con ellas a mitad de camino. Aquellas tres muchachas siempre han demostrado poco interés por mí. En esos días en que note eso sentí que el mundo se acababa, que esta era la única vida que me esperaba: la de vivir resignado a no poder conquistar a ninguna de ellas. No creí que saliendo de esta grande y moderna ciudad, había un lugar donde existían muchas chicas mostrándome cierta esperanza en mí para ser feliz, quizás esas personas que son compatibles contigo y que uno siempre ando buscando y no encontró. A pesar de todo, en estos días en que he vuelto de una manera transitoria a vivir aquí he querido retomar esa labor que hace mucho tiempo realice con mucho empeño y con resultados poco alentadores. Esta vez estaría más días aquí, ya no sería como cuando venia 5 días y me marchaba. Sino que podía hacer un seguimiento para volver intentar el lanzarme sobre una de ellas, y quizás encontrar un motivo por el cual quedarme aquí. Las cosas ya no eran las mismas, esos más de 12 meses que estuve viviendo fuera habían pasado realizando cambios que no eran de los mejores a mi parecer. La chica que mas me gustaba, con la cual siempre me cruzaba e intercambiábamos una sonrisa, paseaba con su joven enamorado por el parque dónde casi todas las mañanas suelo ir. Sus ojos denotan el amor que siente por él, esos bellos ojos ya no me miran, es la realidad que ya no me afecta tanto. Las otras dos chicas están en los suyo: una de ellas me regalaba una sonrisa cada vez que venía a lima de descanso y decidía pasear con bicicleta pasando por su casa. Pero no es motivo suficiente como para creer que sienta algo por mi .Es definitivo que ellas no serán para mi, entonces creo yo que con eso se agotan todos los motivos del porque seguir aquí. No existe ni un solo instante en que no se me cruza por la cabeza el querer partir. Pero también tampoco no existe un solo sueño en el cual no me veo otra vez lejos de papa y mama, algo que me preocupa y me provoca tristeza. Hay que ser prácticos en esta vida, no se puede luchar contra el destino, este me muestra en cada minuto que yo ya no pertenezco aquí, que mi vida esta allá. Que cada sonrisa que me es negada por estos lares, en la ciudad en donde resido se muestra a diario siempre para mí. Los horarios, hábitos y ambientes de esta casa los conozco a la perfección, tengo mil anécdotas aquí. Deseaba siempre el poder tener unos días mas para explorar algunos cajones de mi cómoda que no revisaba hace más de una año. Felizmente en este viaje si lo pude hacer, encontré escritos que realice, y de los que no recordaba haberlos hecho. Un día viví aquí y fui feliz, pero creo ya no hay más que hacer. Esta ciudad no será nunca parte de mi pasado, siempre vivirá en mi presente .Hoy es cumpleaños de mi hermana, y estoy feliz de poder pasarlo con ella. Casi todos los últimos cumpleaños de los miembros de aquí de la casa los he pasado lejos, sospecho que no son muy alentadoras para mí las posibilidades de poder estar con ellos en los próximos . Pero hay que celebrar cada oportunidad que se presenta para estar con la familia. Que viva el cumpleaños ¡¡¡¡¡¡ Dejare para mañana el comprar mi ticket de regreso a mi cuidad.
pAnChItO
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