sábado, 3 de diciembre de 2011

VIAJE RELAMPAGO

No es muy agradable llegar de visita a casa, y cuando estoy disfrutando plenamente de la compañía de mis padres recibir la noticia que debo de regresar de urgencia, que hay motivos de fuerza mayor en el trabajo que requieren mi presencia. Jamás me había sentido tan importante, de repente no lo sea tanto como para que me pidan que este ahí, pero en fin, es una comunicación inusual, casi un pedido a manera de favor: debo de regresar. Ahora que se dé esto, estoy seguro que el día de por si se me hará corto, tengo que hacer apurado algunas cosas que pensaba hacerlas con calma, quiero sentarme un rato junto a mama a ver televisión mientras en el sofá de enfrente papa lee el periódico y de vez en cuando conversamos algo: necesito de la compañía de ambos, aunque sé que esta vez será más corta que antes, que mañana mismo por la noche viajare. No me había puesto a pensar con claridad como hoy lo estoy haciendo, que ya nada es como antes, que puedo venir todos los meses de visita aquí, pero que el tiempo no es el suficiente para hacer todo lo que hacía cuando vivía en este lugar. No tengo la mas mínima idea de hasta cuando estaré en esta situación, de hasta que día estaré como un loco viajando de lugar en lugar, trabajando duro en la ciudad que ahora vivo, y lo más curioso, siempre en casi todos de mis viajes solo uno es aquí a mi ciudad, al lugar donde están mis padres, mi hermana y demás personas que quiero.
No puedo resignarme que la vida sea así, quiero aceptar como muchas veces lo he hecho los designios del destino, pero esta vez aun mi mente se resiste: ya no vivo en mi ciudad, ya n estoy a tiempo completo con mis padres, y miro con nostalgia tantas cosas que viví aquí en Lima y que hoy en día en medio de tantas horas de trabajo deseo volver a vivirlas.
Ayer por la mañana cuando caminaba por la avenida principal la vi a ella: la bella chiquilla que conocí hace 8 años, ya era toda una bella mujer, sus cabellos castaños brillaban con el sol, y su silueta me hacía pensar que debía mandar al diablo al trabajo y quedarme con ese ángel que estaba frente a mí. Me miro, me reconoció, pero como habíamos dejado de hablarnos tanto tiempo, ninguno de los dos tomo la iniciativa para saludarse. En fin, si ya no estoy aquí es complicado querer aspirar a algo con ella, una buena justificación para no intentar siquiera acercarme a preguntarle como esta y que fue de su vida.
Hay tantas cosas que extraño de aquí, hay tantos deseos que no pude cumplir. Veo contentos a papa y a mama, saben que me estoy labrando un futuro, que a pesar que estoy lejos de casa siempre les sigo demostrando todo ese amor que siento por ellos así como ellos también me lo demuestran. Creo que la final, como siempre ha sucedido en mi vida, y sospecho en la de los demás, terminare aceptando lo que el destino ha preparado para mí; me acostumbrare del todo a lo que es vivir lejos de las personas que quiero, lejos de las ilusiones que uno se va haciendo y que siempre cree tener tiempo para poderlas alcanzar de alguna u otra forma. Ojalas que en mi próximo viaje pueda pasar más tiempo con mis padres, ojalas que pueda echarme toda una tarde en la cama para dormir y ojalas al salir a caminar por la avenida vuelva a ver a aquella chica que desde hace mucho tiempo me ilusiono, me encanto y me hizo pensar que podría conquistar su corazón.
Hoy debo tener en la mente que mañana ya no dormiré en mi cama, que a esa hora estaré viajando de retorno a la ciudad donde paso la mayoría de mis días, donde también se divertirme, y en donde sospecho permaneceré por un tiempo más.
Por todo eso, cada vez más creo que la vida no es precisamente el mejor ejemplo de que se cumpla la lógica; tú quieres estar en un lugar, y el destino te lleva a otro. Soy friolento de por sí, y radico en un lugar donde llueve todos los días y nieva. Estuve pensando alguna vez ir a buscarla a donde esta, y hoy apenas tengo tiempo para poder visitar a papa y mama. Ahora veo que las cosas no son siempre como queremos que sean, que hay que reírse un poco de los que nos pasa, que cuando asumimos un reto tenemos que superar ciertos obstáculos que podrían hacernos fracasar en nuestro intento de sobrellevar los que nos toca vivir. Así es la reseña de un viaje corto a mi ciudad.
Puede que otras veces vuelva aquí y tenga otra vez que irme de inmediato; puede que otras veces pueda pasar unos días más en casa. Pero estoy seguro que sea donde este tratare de ser feliz.




pAnChO

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