Francisco todavía no podía ser capaz
de manejar su estado de ánimo, parece que el sentimiento de fracaso, de culpa y
de que algo que faltaba en su vida, seguía apoderándose de su ser cada cierto
tiempo. Lo que podía ser un simple traspié para cualquiera, aceptable y
superable, era para él lo peor que le podía suceder en la vida y a veces no
veía la solución para eso; y en esos momentos se sentía como que ya no vivía,
solo respiraba. Con ese estado de ánimo le costaba salir a la calle, continuar
con sus planes y ser productivo en su trabajo u oficio. Felizmente que ese tipo
de depresión no era frecuente ni tampoco era algo duradero, ya que de un
momento a otro él volvía a encontrar las ganas de vivir y aceptaba que algunos
errores lo llevaban a estar en una mala situación, pero enmendando estos las
cosas podrían mejorar. De repente se hacía necesario que Francisco requiera de
ayuda psicológica, pues si bien esa depresión no lo venía hundiendo del todo ni
tampoco le hacía pensar en desaparecer del mundo, ese sentimiento lo
inmovilizaba en un día cualquiera y lo convertía en un hombre perdido en el
sentido vivir y sin ganas de hacer nada. Los motivos que a Francisco lo deprimían
eran tontos, pero comprensibles. Sin ser psicólogo uno podía entender que él
siempre quiso vivir una vida que no vivió y no vivirá porque los designios de
Dios siempre saben llevarnos por caminos distintos. Francisco no recordaba bien
quien fue la primera mujer que lo rechazo, quizá fue en el colegio, pero si
recordaba quien lo hizo cuando era ya un adulto. Fue una chica a quien conocía
de vista en la universidad, coincidían al tomar el mismo bus cuando ambos
salían de estudiar. El día que Francisco, después de mucho tiempo, se armó de
valor y le hablo, ella fue cortante, y cuando le insistió, ella le dijo que tenía
enamorado, que no la moleste. Era lógico que no podía hacerle caso-si era
verdad que ya tenía pareja- , pero a Francisco esto le pareció el fin del mundo,
creía que no encontraría una chica como ella en su vida. Siempre eran los días
viernes que ambos tenían los mismos horarios y salían al mismo paradero para
tomar el bus, y él planeaba tantas cosas para los dos, pero al final no sucedió
nada entre ellos. Luego Francisco fue conociendo a otras mujeres y cometió los
mismos errores, pues hizo evidente su interés por ellas, y así algunas se
aprovecharon de ese interés para
obtener favores, otras terminaron espantándose y alejándose definitivamente de él. Una semana antes del último cuadro depresivo
que experimento Francisco, vivió otra vez el rechazo de una mujer. No vale la
pena el entrar en detalles, solo decir que volvió a cometer los mismos errores
y la cosa fue simple, nada para alarmarse ni esconderse para toda la vida: fue
una vez más rechazado. Lo que muchas
veces ha sido un pequeño traspié para cualquiera, para Francisco ha significado
el fin del mundo; quizá porque está buscando al ‘amor de su vida’ o mejor dicho
a alguien que este a su costado sin importar si ella siente también lo mismo
por él. También tiene algunos problemas económicos, como muchos, que no son
para alarmarse, pero los ve más grande de lo que son. No le ha pedido dinero a nadie,
aun le alcanza para sobrevivir unos meses más, mientras encuentra un empleo, pero
él cree que así como está la situación le será imposible mantener una familia.
Si se le tuviera que reprochar algo a Francisco, habría que empezar a hacerlo por
decirle que es una persona poco decidía y eso juega en contra de su inestabilidad
emocional, debe de tomar la decisión de olvidar el pasado y cambiar en cuanto a
su actitud de querer conseguir lo que desea. Que se ilusiona mucho con las
personas que están a su alrededor, sin conocerlas bien. Que no sabe esperar a
que las cosas se concreten, desea que todo sea rápido. Y, por último, aun cree
que una sonrisa de cortesía puede ser una señal de que alguien tiene interés por
él. Francisco debe de conservar el buen ánimo, pues cuando le llega la
depresión se siente fatal. Su niñez fue buena, sus padres le dieron mucho amor
y todo lo necesario para que pueda desarrollarse, y en gran parte lo ha hecho;
solo que él siente que le faltan cosas por cumplir, que son mínimas, pero las ve
muy complejas como para lograrlas alcanzar. .Francisco ama el arte, escucha
música y también la hace; quizás es esto es lo que lo mantiene vivo, porque más
de los días está creando algo. También gusta de leer y escribir y nunca le falta
un lápiz y un papel para registrar algo que le dicta su inspiración. Viéndolo
desde un punto de vista exterior es sencillo: “es un hombre que por gusto se complica
la vida, a todos les pasa esas cosas”. Francisco tendrá que superar sus
problemas con mucha fuerza de voluntad. Es cierto que el amor es necesario en
la vida de todos, y él tiene el amor de sus padres, de su hermana, de sus amigos
y algún día tendrá el de su pareja. Francisco debe de entender eso. Muchos más
amores podrían aparecer en el largo camino que le falta por recorrer. Francisco
ha experimentado cosas buenas, y muchas, pero él prefiere quedarse pensando en
las malas, en creer que no podrá superarlas .El tiempo sabe ser cruel y muchas
veces se convierte en el peor del enemigo del hombre, pues pasa muy rápido y
con el suele llevarse oportunidades, pero a la vez siempre nos deja enseñanzas
que paradójicamente no ayudaran a evitar a que este siga jugando en contra de
nosotros en el futuro. El tiempo es quien le exige a Francisco que mire lo bueno del
presente y trabaje por algo mejor en el futuro. El pasado no se olvidara, pero
es posible aprender a verlo como algo que ya ocurrió y no es posible dar marcha
atrás para remediar errores. Francisco hoy está empezando a mirar al mundo de
otra manera, de seguro como siempre hubiera tenido que mirarlo. De seguro habrá
momentos en que quiera regresar al pesimismo, pero ahi estarán quienes lo quieren
para ayudarlo a seguir viendo la vida con optimismo, pues hay personas que en
realidad si están muy mal y no se deprimen tanto como Francisco.
pAnChItO