Hoy me doy cuenta que puede tener recursos para resolver cualquier situación, menos una:
“como conquistar a la chica que me gusta”. Es que en verdad, de todas las
experiencias que me ha dejado la vida; ninguna hablaba de ella, nadie ni nada
me enseño que hacer para cuando conozca a la chica de mi vida. Quise recurrir a
algún sueño o una imaginación; pero ellos tampoco hablan de qué hacer con ella,
de cómo conquistar su corazón, de cómo evitar el ponerse nervioso al conversarle.
La pura verdad, jamás intente conquistar a una chica. En mi
imaginación y en mis mejores deseos decía que si lo haría, que sería capaz de
confesar lo que siento ante la chica que me gusta. Pero a la hora de la hora me
olvidaba de hacerlo. Hoy llego el momento en que tengo la necesidad de contarle
lo que siento a la chica de la cual me enamorado perdidamente. Ahora si la flecha de Cupido me disparo; estoy
enamorado de ella, ella me ha pintado la vida, esto lo veo con seriedad. Estoy
seguro que no es una obsesión o capricho; es el verdadero amor porque fantaseo con que sea mi esposa, con vivir con
ella todos los días de mi vida y seguir amándola aun después de muerto. Tal vez
chica en quien antes pensé no era la mujer de mi vida. Ahora se por alguna
razón que se hace difícil de explicar,
que ella sí lo es porque simplemente la veo y sé que por el amor que le
tengo seré un esposo responsable,
ejemplar y hogareño. Ella es la persona
con quien siempre soñé, con seguridad la persona de quien siempre estuve tras
su pista. Es la primera vez que no quise ni quiero esconder este sentimiento. Por
eso en toda ocasión le he demostrado que me gusta, que tengo interés en ella, que
quiero que sea mi mujer. He dejado todo ese temor a expresar lo que siento, el
milagro lo hizo ella, la quiero mucho. Tal vez tenga temor a que ella no sea mía,
que no sea la mujer con quine estaré toda mi vida. Son los riesgos de confesar
el amor que uno lleva dentro. Lo cierto es que busco no ser un perdedor y renunciar a lo que quiero, por eso seguiré
detrás de ella. Aunque a veces el estar enamorado de ella me llena de dudas, no
sé si reír o llorar: “no la tengo, no sé
si será mía; eso me entristece. Pero verla sonreír, verla tan linda; me alegra”.
Pero rescato que por fin en mi floreció
el verdadero amor, siento que debo luchar por ella, debo seguir viajando en
este barco que si tiene un punto de llegada: “conseguir su amor, el amor que
siempre busque”. A veces me desanimo, veo tan oscuro el panorama como para no
decirle nada. Pero quiero embarcarme
hacia la alegría, continuar hasta llegar a donde debo llegar: “la felicidad, esa
que solo la conseguiré cuando este con ella”.
Ella ya sabe de lo que siento,
de lo que hay en mi corazón. Solo falta que le confirme, que lo formalice; y
escuchar por amarga que sea, su
respuesta. Respuesta que si es positiva me convertiría en el hombre más feliz
de la tierra, una verdadera felicidad. No esa que es producida por mentiras piadosas, esas que
conociéndola jamás las dirá. Sera franca
conmigo, eso es lo mejor que me puede pasar. Para mí este es un mundo real, ya
deje de lado las ilusiones y las historias colores de rosa. Estoy dispuesto a
saber la verdad, a asumirla así no sea la que yo espero. Toda esta actitud que
he adoptado es gracias a que conozco a la verdadera mujer, ella
a quien siempre busque.
Hoy es domingo; no sé como terminara la semana, no sé si lograre verla
en estos siete días. Tengo miedo a no cumplir con lo planeado, pero no hay
manera de evitar eso. Ojalas el destino quiera que nos podamos encontrar, ojalas
el destino ya tenga escrito ese encuentro, ese momento en que pueda pedirle que
sea mi enamorada, con camino a ser mi novia, y luego mi esposa.
Desde anoche estoy preparando el discurso que le diré en ese probable
encuentro. Este fin de semana he sentido
esa tristeza de no estar cerca de ella, he llorado y gritado su nombre. La
angustia me termina venciendo, pero no tanto como para evitar que le diga la
verdad.
Los mensajes por teléfono no
son suficientes. Algunas veces contesta a los míos, otra no. En esos momentos
es que entro en la duda, entro en la desesperación; ahí está la fuente de mi
tristeza, de mi preocupación. Destino, no me dejes así; de una vez que se
produzca este encuentro, la paciencia se me agoto, he llorado mucho, he perdido
muchas esperanzas. No sé si será mía, lo único que sé es que
si vuelvo a verla temblare de emoción pero no dejare de hacerle esa
pregunta que quiero hacerle hace tiempo. Aquí parte de lo que he venido
escribiendo en un borrador, desechando hojas, recuperándola del sesto de la
basura, inventando palabras que no existen. Pero en fin, todo lo necesario para
conquistar su corazón:
“No me he querido enamorar
porque no sabía que existía alguien como tú. Deseos que me des besos toda la
vida, estar junto a ti hasta los últimos días de mi vida. Vamos a matar la
infelicidad, vamos a cantar una canción de amor. He visto muchas chicas guapas
pero jamás a la chica más guapa del mundo, a esa que tiene dibujada la sonrisa
que solo la vi en uno de mis mejores sueños. Tú te vuelves cada vez más
importante en mi vida, eres el sol que ya no aparece en estos días de invierno.
Yo te veo, y es como hablarle a ese Ángel que una vez imagine. Ese Ángel que me
hacia sonreír, que me hacia confiar en
que un día sería feliz. Y ese día es
hoy, porque te vi, te conocí y he evidenciado que te quiero, te quiero mucho.
No importa la vergüenza, no importa si soy cursi. Solo quiero conquistarte, que
seas mía. Con eso basta, ya gane el cielo, ya encontré la felicidad en la vida.
Lo demás puede venir con calma. En conclusión, cuando te conocí me sentí tan
diferente. Eras la luz que alumbra mi oscuridad. Puedo seguir palabreando,
llenándote de románticas frases. Pero
solo sé que te encontré y que ahora quiero ser feliz. Adiós a las tristes
melodías, ahora solo sonaran esas melodías que me darán alegrías. Quieres estar
conmigo?......................”
pAnChO
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