Mi querido amigo, sé que las cosas no
andan muy bien en su vida.Pero si me deja contarle, tampoco las cosas andan del todo bien
en la mía; y de seguro en la de muchos más en este mundo, por no decir de todos.
Sabe Ud. que la felicidad no es algo que exista por completo y más bien-según
nuestro criterio- es una meta que nos mantiene vivos, pues luchamos para
alcanzarla y llegamos a comprender que en esa búsqueda alcanzamos cierto
bienestar que es lo más parecido a eso, la felicidad o como yo lo he llamado
‘la casi, casi felicidad’. No voy a seguir explayándome en todo eso y solo hoy
quiero decirle que bajo ninguna circunstancia debe de pensar que este ha sido
un mal comienzo de año. Al menos aquella caída, en los últimos días del año que
paso, que lo tuvo inmovilizado del brazo, le sirvió entre tantas cosas para
entender porque a veces debemos de sentar cabeza y buscar la estabilidad tanto
económica como emocional. Felizmente tuvo a sus padres ahí para apoyarlo en ese
mismo día en emergencias, de la clínica, y en todo el proceso de recuperación,
el cual aún está en proceso. Le quiero decir que sin querer
ser un consejero- y convencido que para problemas de depresión están los especialistas-
que no existen mejores días que estos en reposo para reflexionar. Aunque no le
parezca, es mejor haber iniciado el año con esta sensación que hay cosas por
cambiar en la vida, pues ese golpe de la caída ha sido duro y le ha permitido
direccionar sus actividades hacia donde más le convengan y no perder más
tiempo en los meses restantes de este año que aún tiene muchos días y aventuras
por mostrar. Es mejor a veces estar a puertas cerradas-algo que lo obliga su
situación de recuperación- para pensar en mejorar o corregir algunas cosas.
Sé que los amores que Ud. ha sentido
por muchas damas no le han sido correspondidos, pero también sé que hay un amor
que están destinado para toda la vida y ya habrá momento para que lo conozca.
No puedo dejar de decirle que en estas noches frías, pero calurosas dentro de
mi ser, en la ciudad, más de una vez he tenido las ganas de ir a aquel lugar,
al cual hemos ido tantas noches y nos hemos deleitado poseyendo aquellos
hermosos cuerpos que al amanecer ya no nos pertenecían. No puedo mas, tengo que
ir mañana ahí; además que he averiguado de dos nuevos locales que también están
muy buenos. Hey! Ud. me dijo que ya anda bien del brazo, o al menos ya no usa
el cabestrillo que sostiene este para que no se caiga su hombro,entonces podríamos
ir mañana a hacer ese recorrido nocturno que sería el primero del año. Tiene
que animarse; creo que es la mejor manera que olvide los problemas. Recuerde
que siempre lo hicimos así, solo que esta vez no vamos a olvidar del todo nuestros problemas, sino que el día de mañana, cuando nos despertemos más relajados, seguiremos apuntando al objetivo de mejorar nuestras vidas. ¡Vamos! Mañana la
noche es joven otra vez para nosotros.
Se me hace difícil tratarte de usted,
es mejor de tu. No sé de donde nació tanto respeto?, pero ya no creo que por
más líneas pueda dejar de tratarlo de tu. Quizá ese usted se convierta en tu
más rápido de lo que piensa.
Cuando se cayó, me contó que pensaba
que un viento apareció de la nada y lo empujo. En casi 10 años de caminar o trotar
por esos lugares jamás se había caído; ya tocaba, pues. Le llego el momento,
hay que pasar de todo en la vida para ganar experiencia. Fue una caída dolorosa
y con una luxación, además que se echó a perder tu fin de año y muchas cosas más.
Pero pudo haber sido peor, quizá con daños irreversibles. Sé que a raíz de esta
recuperación has tenido que rechazar trabajos, algunos que son bien
remunerados-relativamente-, pero eventuales. Algo para pensarlo. Ya sé que no
todo es dinero en esta vida y que el amor es muy poderoso, pero piensa en el
bienestar de los tuyos y de cuanto necesitaras para formar tu propia familia.
De repente ahí está la explicación de todo, esa tarde que llegaste de emergencia
a la clínica me contaste que tuviste que gastar parte de tus ahorro en las
radiografías, tomografías, inyecciones para el dolor y la anestesia; a parte de
la casi media docena de taxis que tomabas junto a tus padres para trasladarte
de un lugar a otro, pues muchos festejaban la fiestas y se hacía lenta la atención
médica. También me dijiste que tus padres pagaron parte de los gastos porque veían
que tu tarjeta de crédito podría reventar en aquella tarde que se prolongó hasta
la noche, porque te hicieron muchas pruebas para determinar que no necesitabas
una intervención quirúrgica, felizmente. Al salir de la clínica junto a tus
padres, abordaron un taxi y tu convencido que todo lo superarías y volverías a
tu vida normal. Bueno, ese día llego y es mañana.
Hay que aprovechar las oportunidades
que se presentan, pueden que este mismo año ya no podamos seguir asistiendo a
estos lugares; tú sabes que si conseguimos parejas las amaremos tanto y no
vamos a desear perderlas por estas aventuras de fin de semana.
Yo sé que no puedes perder trabajos eventuales,
pero también debes de recuperarte bien para empezar a buscar un empleo más
seguro. Necesitas relajarte y nuestra salida a esos lugares es la mejor opción;
es algo habitual en nosotros. Después seguirás
planeando tus nuevos objetivos, una
cosa no tiene nada que ver con la otra. Discúlpame, pero no tengo otra opción
más que ofrecerte esta: la de hacerte sentir bien llevándote a esos lugares, a
los que tu alguna vez me llevaste por primera vez. Sin mas que decirle, empiezo
a despedirme sin dejar de hacerle recordar , una vez más, que mañana nos espera una nueva noche de incursión a esos lugares donde
supimos ser felices y sospechamos siempre serán un lugar de llegada sea cual
sea la circunstancia de la vida. Porque aunque le parezca algo loco, tan
bueno como es el estar solo en casa para tomar
decisiones, también lo es donde iremos mañana. En ese el lugar donde se deciden
muchas cosas, además que desde ahí ya se empiezan a ejecutar.
Lima 2019
pAnChItO
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