ESTO ES VIDA!

No soy quien debería ser, pero hoy me doy cuenta que no quise serlo tampoco, y me siento feliz siendo así. Puede que ahora no este sentado en un escritorio como un alto Ejecutivo de una empresa poderosa y transnacional, pero estoy agusto sentado en el escritorio del despacho de mi casa escribiendo estas líneas. Todo parece indicar, y creo estar seguro que es así, que estoy contento con lo que hago: trabajar y también escribir. Bueno, no necesariamente en ese orden. Hoy me levante con las ganas de leer y escribir un montón, sin embargo, en casa, luego de hacer la limpieza, sentía que algo me faltaba. Necesitaba salir a tomar un poco o bastante aire. También necesitaba salir a pasearme y encontrar afuera la inspiración para escribir. Como no quería salir a pasear con las manos vacías, decidí llevar conmigo mi mochila e introduje ahí mi libreta de apuntes y lapiceros como teniendo la esperanza de que me detendría en una banca del parque a escribir. Luego de bañarme y acicalarme, salí con  aires de apurado, de ser un hombre ocupado. Mi gorra y mis lentes oscuros para capear el fuerte Sol, que hace allá afuera, reforzaban mi perfil de alguien importante. Camine y llegue al Centro Comercial, a una 10 cuadras de mi casa, y me entusiasme con entrar a la tienda de zapatos. Me llamaron la atención muchos pares de ellos y cuando me acerco a verlos,  de pronto me asalto una sensación de carencia, de que mi cuerpo necesitaba algo urgente, y no eran esos pares de zapatos, era otra cosa. No sé qué era, pero me sentía mal. Me sentía desmayar. No sufro de presión arterial ni de otra enfermedad; por tanto, no sabía qué me sucedía. De pronto se me vino a la mente algo que estaba pensando hacer desde hace varios días:  comer un buen plato de cebiche, de esos al paso, donde la atracción es la buena cantidad de chicharrón de calamar que sirven. Entonces ya sabía lo que me sucedía, lo que me faltaba. Algo de vida volvió a mí,  solo quedaba el  hacerlo realidad. Tenía en mi cartera un billete grande, por lo que me dirigí al banco cercano, del centro comercial, para sacar un billete pequeño y así comprar dicho potaje. Por cierto, era fin de mes y veía mi que cuenta  seguía disminuyendo y no le habían  realizado ningún deposito. Salí raudo del centro comercial y me dirigí hacia un instituto, donde afuera se colocan puestos ambulantes a vender esos ricos y pequeños platos de cebiche. Llegue ahí, pero como no era aún el medio día, no estaban. Desesperé, no sabía qué hacer, hasta que recordé que cerca al Municipio del distrito también se instalaban esas benditas carretillas. Fui de inmediato al paradero, tome un bus, le pague el pasaje al cobrador y me senté a contar los minutos para llegar y comer eso que me tenía antojado, misma mujer embarazada. Me baje en el paradero antes de llegar al Municipio y me dirigí hacia el primer puesto que encontré, uno que está en medio de la vereda principal, y por donde pasan muchos vecinos, amigos y conocidos. No me intereso que me vean disfrutando del cebiche .Quería disfrutarlo digan lo que me digan.

Mientras disfrutaba de mi cebiche, con todo el ají que pedí me sirvan, por supuesto, medite de mi vida, de lo que hice y no hice. También de como estoy, y de lo feliz que soy en realidad, porque sé que hago lo que me gusta. Además, sé que papa y mama están bien, ellos no necesitan nada, son jubilados, pero a pesar de eso, con el trabajo que tengo, puedo comprarles lo que a ellos les gusta. También me alcanza para guardar para poder pagar Maestría en el próximo año y para el día-si Dios quiere-me toque ser padre. No tendré una cantidad para ser millonario, pero tengo algo y ademas un trabajo para estar tranquilo. No quiero pensar en todo lo que hubiese hecho si hubiera alcanzado ese puesto con que alguna vez soñé y de seguro mis padres también. En fin, eso no lo tengo, pero no me paso nada, ahora estoy bien. Tengo planes de buscar otro trabajo solo para poder juntar plata para un seguro médico que también beneficie a mí esposa e hijos, en caso un día los tenga. Pero deje de pensar en todo eso y empecé a disfrutar del cebiche, de ese ají que pica y me lleva a sentir fuego en mis entrañas, pero no ese fuego que te provoca ponerte agresivo con todos quienes están a tu alrededor, este es  el fuego que lo calmas con un buen vaso de refresco bien helado.

“Dejare de vivir de fantasías. Hoy sé que hay   cosas que solo pueden suceder en las películas, porque la realidad es otra y es mejor porque es lo que vives y te satisface más que estar pensando y pensando en lo que no va a ser”

Termino de comer ese rico, pero pequeño, plato de cebiche y desee repetir uno más, pero sé que mama ha preparado un rico almuerzo. ¡Dedo de guardar un espacio en mi estomago  para el almuerzo en casa con mis padres! Pago la cuenta y me dirijo a casa. Cuando  paso  por la panadería me compro una bebida gaseosa helada y  voy caminando mientras la tomo, olvidándome de todo lo que está a mi alrededor. Si algo me entusiasmaba en ese momento, era de llegar a casa y sentarme a escribir un montón. De seguro en una semana volverán a comunicarme que debo de viajar por trabajo.  La vida seguirá con la rutina del trabajo que realizo, pero gracias a Dios lo tengo . No sé qué pasara más adelante, solo sé que ahora estoy bien y ya planeando un futuro sin volverme loco, pero sin despreocuparme. Pensar que hace dos años, para estas fechas, estaba pensando en ella, buscando en su decisión mi motivo para sonreír. Felizmente este año comprendo que de ella ni de nadie puede depender mi facilidad. Hoy le dije adiós a todo ese sufrimiento. Creo en el amor, creo en su fuerza para que el mundo sea mejor. Pero hoy con seguridad puedo decir que yo mismo cuido de mí y procuro hacer todo lo posible para ser feliz, claro sin perjudicar a nadie.

COROLARIO

“Ya no estoy loco por una mujer, lo cual implicaría muchas veces demostrarle todo eso y perder mi dignidad. Si estoy es loco por un plato de cebiche y eso es mucho mejor. Lo sé. Además, ya no soy un niño de 12 años que se enamora perdidamente”

“Dejare de vivir de fantasías. Hoy sé que hay   cosas que solo pueden suceder en las películas, porque la realidad es otra y es mejor, porque es lo que vives y te satisface más que estar pensando y pensando en lo que no va a ser”

pAnChItO