Llegue a Lima de improviso, necesitaba hacer unos trámites
y pasar unos exámenes médicos. Estoy en mi ciudad justo cuando empieza la
semana del amor, cuyo día central es hoy ,miércoles 14, más conocido como Día de San Valentín. Esta vez no tengo
escapatoria, me quedare toda la semana para recoger algunos documentos que
estarán listos para esos días. Pase muchas de estas fechas aquí en mi ciudad y
nunca pude conseguir a ese alguien especial, con quien celebrar esta fecha. Me
sigo preguntando aún por que no fue la próxima semana mi llegada, y no en esta?
Los trámites, que estoy haciendo, podían
esperar un poco, pero en el trabajo me dieron permiso para estos días. No podían
hacerlo después. Parece que el destino, una vez más, me ha jugado una mala
pasada, pero puede que sea la oportunidad para enfrentar, de una vez por todas, mis temores productos de los malos recuerdos de Días de San Valentín, en el que no logre estar con nadie, además de
ver a mi alrededor a esas chicas, con quien desee pasar este día, pasándola con
otras personas. Estoy contento de estar en Lima, pues estoy aprovechando para ver a mis padres y pasar unos días con ellos, sobretodo
porque ya son de una edad avanzada y este año ya han empezado a sentir los achaques de esta etapa de sus vidas
;sin embargo, me preocupa que al pisar este suelo vuelvan a mí, como creo ya lo
estoy sintiendo, esas sensaciones de sudor en mis manos, de mi corazón latiendo
más de lo normal y el malestar físico que termina tumbándome en una inactividad y causando una depresión en
mí. Debo de aceptarlo y a la vez superarlo: “aquí, en mi ciudad, en mi sitio
favorito, nunca disfrute esta fecha, salvo porque en este día siempre las
radioemisoras programaban, y aun lo hacen, muy buena música romántica”. Desde
que entre a la adolescencia, mire a mí alrededor como mis compañeros de estudios
tenían sus chicas y en este día la pasaban muy bien: saliendo a pasear, yendo al
cine o la plaza principal de la ciudad. Yo, a pesar que sentía muchas ganas de
vivir esos momentos, en aquella oportunidad, sobre todo por abrazar a una chica,
no me desesperaba por vivir todo eso; pero si vivía con la esperanza que
un día me sucederia. Han pasado ya casi 20 años de eso y para el día de hoy aun
no tengo a ninguna chica a mi lado. No estoy al borde de la desesperación, pero
tengo la necesidad de compartir no solo esta fecha con alguien, sino todos los
días de mi vida. En la ciudad donde radico por trabajo, no he encontrado a ese alguien
y veo que a todos los lugares donde he ido a vivir ha sido así. Pero es en esta,
mi ciudad, a la que quiero tanto, en la que viví muchos episodios para esta
fecha, que están entre mis más tristes y desagradables recuerdos, he conocido a
las chicas más hermosas, además con tantas buenas cualidades, por lo que deje
mi orgullo y timidez de lado y me anime a demostrarles lo que sentía por ellas
.A pesar que me dijeron que no, nunca perdí las esperanzas que algún día digan
lo contrario. Aunque con ese no, rompieron mi ilusión; aquella ilusión que tuve
de hacer miles de planes para pasarla de lo mejor con la chica que me gusta, y
a quien querría toda la vida. Yo sentía, y hasta hoy lo siento, que mi corazón
está roto por todos esos momentos que me tocó vivir y que me destruyeron, en
cierta forma. Por mala suerte, ayer salí a caminar, tomar aire y meditar, y me cruce
con ella, quien iba de la mano de su pareja. Ella, de quien hablo, es la última
chica que me gusto y a quien tuve el valor de preguntarle su nombre un día que
la vi caminando por la calle. En esa oportunidad me arrepentí de haberlo hecho,
porque ella fue tan fría conmigo, además que me dijo que no me conocía y
tampoco quería hacerlo. No solo me sentí morir esa vez, sino ahora lo estoy
haciendo de solo pensar que hoy la encuentre otra vez con su pareja. Ella es
especial para mí, pues desde el primer instante en que la vi, sentí esa
atracción que solo tú sabes que sientes por la persona con quien quieres
compartir muchas cosas. Yo amo la libertad, pero desde que la vi me hice la
idea de que si un día me casaba, seria con ella. La vida no podía ser tan
despiadada conmigo, pues ayer, por la tarde, recibí la llamada telefónica de un
ex -empleador y amigo que me
preguntaba si hoy tendría tiempo para poder apoyarlo como panelista de una conferencia que
realiza su firma .En ese momento sentí
que la vida volvía en mí, que no me interesaba cuan aburrido o complicado seria
el tema a tratar, ni si era mucho o poco el honorario; simplemente, era lo más
oportuno que me podía haber pasado, pues
eso me permitiría estar fuera de casa y olvidarme de todo y evitar el
encontrarme con todas esas chicas que se negaron a estar conmigo , en especial
con ella. Me comunicaron que por favor este muy temprano en aquel hotel, en
donde sería la conferencia, y luego me dirija al auditorio principal. Todo me pareció
bien, además que recordé que este está cerca de la oficina de una buena amiga,
a quien quiero con todo el corazón, pero lamentablemente mis mayores
intenciones para con ella se vieron interrumpidas porque ya tiene novio. Al
recordarla, le escribí temprano para saber de ella y tentar quizá el pasarme a
visitarla y darle su abrazo de Día de San
Valentín y su respectivo regalo, pero me comunico que se encontraba de
vacaciones fuera el país. Le desee lo mejor y en parte me sentí aliviado,
porque hace algunos años, que asistí a una conferencia, en este hotel, mientras
esperaba que empiece todo, subí a la terraza a tomar aire y al mirar el
panorama de la ciudad, desde lo alto, la vi saliendo a ella hacia la cochera
del lugar donde labora, y lucia más
preciosa que nunca. Esa vez sentí una tristeza y rabia por verla tan inalcanzable,
pues desde ese entonces ya estaba comprometida. Sin amor la vida no es vida o no
es la misma para quienes alguna vez lo tuvieron. Pero el mejor consuelo es
pasar este día trabajando, tener algún pretexto para uno mismo y para los demás
del por qué no se celebró ese día como se debiera, y además que mientras se
sirva el refrigerio en la conferencia, tendré
la oportunidad de conversar con las lindas chicas de prensa sin el temor de
serle infiel a alguien. Pero en realidad mi vida no es Sin Amor si tengo el
amor de mis padres, de mi hermana, de mi amiga-quien anda fuera y al regresar
nos encontremos- y también, quien sabe, de alguien que me ama en secreto.
pAnChItO